«Si cerramos un mes va a ser la ruina»

«Está claro que es una decisión que no nos va a venir muy bien. Puede ser la puntilla», comenta Cantalejo, quien comprende que la Junta quiera «atajar» de una vez por todas la expansión del coronavirus, pero señala que es una decisión «muy mala» para un sector «que ya venía sufriendo» desde el confinamiento de primavera.

En su caso no tiene más empleados. Su mujer y él, autónomos, son los encargados de llevar el bar. «Menos mal», afirma resoplando al imaginar tener que hacer frente a los gastos de algún trabajador más. Un pequeño consuelo que sin embargo no evita la preocupación ante unas cuentas que pueden empezar a no salir. Sin ingresos durante las próximas semenas, tienen que hacer frente al pago del alquiler del local, de su hipoteca y de la Seguridad Social. Por ello, pide que la Junta ayude al sector para intentar «sujetarse» durante las semanas que la hostelería permanezca cerrada. «Si no apaga y vámonos».

Su bar, ubicado lejos de entornos monumentales, no depende del turismo. Por ello, ha conseguido mantenerse durante el verano gracias a su clientela habitual. «Han sido meses malos, en los que no hemos ganado dinero, pero tampoco lo hemos perdido», relata. Pero el hecho de estar abiertos y ver cada día a sus clientes les ayudaba a seguir adelante. «Moralmente estar abiertos nos ayudaba mucho», concluye.