Miguel Tovar, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria

«El centro podía convertirse en una dinámica zona de empresas»

Para ello, propone la creación de un equipo de técnicos expertos en urbanismo que analicen y busquen fórmulas para dar continuidad a los edificios en desuso en función de las necesidades de la ciudad. En este sentido, insiste en que Segovia debería tomar a Europa como ejemplo y convertir en museos, residencias, hoteles o centros comerciales algunos de sus edificios históricos singulares, eso sí, manteniendo su estructura exterior en aquellos que tengan interés.

Ante esta situación, Tovar considera que no tiene ningún sentido que el Ayuntamiento invierta en complejos como el Centro de Innovación y Desarrollo (CAT). «La ciudad tiene espacios más que suficientes para albergar a compañías de todo tipo y el centro de la ciudad podría convertirse en una dinámica zona de empresas». Del mismo modo, recomienda que se habiliten para la visita o el recreo de ciudadanos y visitantes algunas joyas ocultas de la ciudad como los jardines que se encuentran en algunos edificios del casco antiguo de la ciudad porque «son un atractivo enorme sin explotar».

Tovar lamenta, por otra parte, los largos plazos que conllevan las gestiones urbanísticas. «Son procesos eternos pueden llevar más de tres años y esto no hace atractiva su compra». Algo que, tal y como expone, está sucediendo con el antiguo hotel Victoria de la Plaza Mayor. «La información se proporciona bajo petición al Ayuntamiento cuando los datos fundamentales deberían ser públicos, entre ellos el precio de venta, para que los interesados puedan lanzar su oferta y valorar las posibilidades», indica.

Noticia Relacionada

Edificios públicos y religiosos languidecen en Segovia sin uso a la espera de una nueva función

Claudia Carrascal

Para evitar que Segovia se convierta en una ciudad inmóvil y con unas posibilidades cada vez más reducidas ve necesaria una reunión de todos colectivos afectados y la alcaldesa, Clara Martín, quien admite que tiene una especial sensibilidad con los temas urbanísticos.

El objetivo principal sería repensar estos criterios porque «cuanto más tiempo pase más complejo será dar un uso a estas construcciones, ya que la climatología y animales como las ratas o las palomas están deteriorando las estructuras». De hecho, advierte que si Ayuntamiento y asociaciones del sector no caminan de la mano y buscan soluciones eficaces para la conservación de estos monumentos «nos acabaremos cargando la ciudad».