Situado entre los términos municipales de Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río, al nordeste de la provincia segoviana, el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón es un espacio singular. Con el paso de los años, el río ha ido erosionando la roca caliza ... y ha encajonado el curso del agua en un cañón cuyas paredes alcanzan, en algunos tramos, los cien metros de altura. Actualmente, los espacios protegidos en la zona suman 5.037 hectáreas.
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Más al norte, cerca de las provincias de Burgos y Soria, el río Riaza ha moldeado también la roca caliza creando lo que hoy es el Parque Natural de las Hoces del Riaza. Este espacio, ubicado dentro de los municipios de Maderuelo, Montejo de la Vega de la Serrezuela y Valdevacas de Montejo, tiene un gran valor natural, paisajístico y faunístico, y cuenta con una superficie total de 5.185 hectáreas.
Ambos enclaves son el refugio de especies animales protegidas, en su mayoría aves, que están consideradas como valores de la Red Natura 2000 y cuentan con Planes Básicos de Gestión y Conservación, según explican los responsables de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, órgano dependiente de la Junta encargado de su gestión. De hecho, las dos colonias más numerosas de buitre leonado de Europa habitan en estos parques: en las Hoces del río Duratón hay 764 parejas y 354 pollos que vuelan; y en las del río Riaza, 721 parejas y 307 pollos. De forma general, los censos de buitre leonado han evolucionado favorablemente desde que estos entornos se declarasen parques naturales, siendo los últimos años los más prósperos para esta especie.
Para José Luis Higuera, director del Parque Natural Hoces del Duratón, esto es «un logro de la política de conservación», ya que, de las no más de 200 parejas de buitres que habitaban en el entorno hace treinta años, cuando se inauguró el parque en 1989, se ha pasado a tener más del triple de ejemplares en la actualidad.
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Esta evolución ha sido posible gracias a las medidas de protección implantadas a lo largo de estos decenios. Como explica Higuera, en los últimos tiempos se ha hecho un «esfuerzo importante» de vigilancia, de organización del uso público y de control en las cortas de arbolado en los montes con el fin de minimizar las posibles molestias en las épocas de reproducción de estas especies. Así, resalta que este dato «no es una medallita», sino algo que lleva «mucho trabajo detrás», especialmente el que desarrollan los agentes medioambientales, que son quienes realizan los censos, vigilan e informan de la situación del parque día a día.
En ambos espacios –Hoces del Duratón y del Riaza– esta estipulada una zona y un periodo de reserva en la que se regula el acceso a determinadas sendas de los parques. Esas fechas se extienden del 1 de enero al 31 de julio, dado que es en este plazo cuando se llevan a cabo las principales fases de desarrollo de estas aves rapaces protegidas.
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Otras especies protegidas que se encuentran en estos entornos son, por ejemplo, el alimoche (con doce parejas en las Hoces del Riaza y nueve en el Duratón); el águila real (una pareja en ambos casos); el halcón peregrino (dos parejas en las Hoces del Riaza); el milano real o la alondra ricotí.
Para ver su evolución y controlar sus poblaciones, los agentes medioambientales se encargan de realizar estos censos periódicamente. En el caso del Parque Natural de las Hoces del Riaza, cuentan con la colaboración de la ONG conservacionista WWF España. Además, la asociación Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza hace su propio censo con voluntarios.
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Por otro lado y con el fin de favorecer el desarrollo de las aves carroñeras amenazadas, en 2016 se puso en marcha el proyecto Life Feeding Scavengers. Como explica la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, esta iniciativa, financiada por la Unión Europea, promovía el retorno de los «muladares tradicionales» para permitir así que este tipo de rapaces pudieran alimentarse de reses de ganado muertas, algo que se prohibió en España a raíz de la crisis de las vacas locas. «Tuvo por objeto recuperar ciertas prácticas tradicionales de los ganaderos de la zona con respecto al abandono de los cadáveres de las reses», apunta Higuera, quien añade que esta es una forma natural y circular de gestionar los residuos, ya que las aves se alimentan y «limpian el campo» de restos animales.
Además, ambos enclaves protegidos llaman la atención sobre un hecho curioso. En 2020 percibieron un aumento de las visitas en el parque natural y no tanto en las casas de los parques, que son los centros de recepción de visitantes del espacio natural. No obstante, en el pasado curso 2021 esta tendencia se ha ido invirtiendo según se ha ido «perdiendo el miedo a contaminarse de la covid-19».
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En el caso del parque de las Hoces del Duratón, actualmente pasan por él más de 200.000 personas cada año, según el director. Acuden para ver la fauna y flora silvestre, a contemplar el paisaje desde algún mirador o, incluso, para practicar actividades deportivas como senderismo o piragüismo en contacto directo con la naturaleza.
«Ahora que se habla tanto de la 'España vaciada', esto es un aliciente muy importante para el turismo de los pueblos que conforman el parque, eso está claro», asevera José Luis Higuera. Con respecto a las empresas de turismo activo que ofrecen actividades como excursiones en piragua, manifiesta que «son importantes para asentar población en el medio rural» porque llevan aparejado un gasto en restaurantes y en el ocio de la zona. «Repercute de manera muy positiva en los municipios de alrededor del parque», reitera.
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Sobre el crecimiento de las cifras de visitantes detectado tras la pandemia, Higuera apunta que «es lógico». «La gente valora cada vez más los paisajes naturales, la fauna… Son valores considerados básicos para el desarrollo personal», declara. Además, al estar cerca de Madrid, muchos de los turistas que se acercan a estos entornos proceden de la capital, aunque también los hay que vienen de otras comunidades como País Vasco, Cataluña o la Comunidad Valenciana.
El número de visitas a las casas de los parques es, igualmente, destacable, aunque por el momento no se han logrado recuperar los niveles anteriores a la pandemia de la covid. El pasado año 2021 hubo 16.609 visitantes en la Casa del Parque de las Hoces del Río Duratón, lo que supuso un aumento con respecto a 2020, año en el que visitaron el centro 10.496 personas, pero un claro retroceso en comparación con 2019, que sumó 24.014 turistas.
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En el caso de la casa situada en el Parque de las Hoces del Río Riaza, las cifras son algo menores. En 2021 se alcanzaron los 11.147 visitantes, después de que en 2020 las restricciones y la situación de crisis sanitaria hicieran que solo 5.713 pasaran por este lugar.
Además de ofrecer información sobre rutas, accesos al parque, lugares de interés o trámites de permisos, estas casas ponen a disposición de las visitas exposiciones interpretativas que ayudan a comprender el valor de la zona, lo que las posiciona como puntos de referencia y gran utilidad dentro de los parques.
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