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Especial Municipalismo: Memoria viva de Castilla y León

El cautiverio de dos niños príncipes en Pedraza

El conflicto entre Carlos V y Francisco I de Francia provocó que el castillo de la localidad fuera lugar de cautiverio de los hijos del monarca francés, acompañados de un importante séquito

Jesús Domínguez

Valladolid

Viernes, 1 de julio 2022, 00:08

Hubo un tiempo en el que en el imperio español, como recuerda el tópico y todos aprendimos de pequeños, no se ponía el sol. Carlos V dominaba en el mundo, y como sucede a menudo cuando alguien aglutina poder, más cuando aglutina tanto como él, los problemas estaban en el día a día de su agenda. Entre otros que le surgieron, los tuvo con el rey Francisco I de Francia, a quien derrotó en la batalla de Pavia en 1525.

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Como cuenta en su libro 'Dos niños príncipes franceses cautivos en Castilla' Andrea Pascual Barroso, el rey francés intercambió su propia libertad, tras verse bajo cautiverio en Madrid, por la de sus dos hijos, el pequeño delfín Francisco y su hermano Enrique, duque de Orleans, que con siete y seis años, respectivamente, llegaron a Castilla.

Lejos de parecer una pena privativa de libertad real, su estancia se envolvió de la normalidad de quienes venían acompañados de un importante séquito de 250 súbditos, entre médicos, maestros, militares y otros asistentes. Para su 'devolución', Francisco I debía cumplir los acuerdos del Tratado de Madrid, firmados en 1526, cosa que no hizo, lo que alargó la reclusión de sus vástagos.

Fechas clave

  • 1525: La derrota de Francisco I en una batalla con Carlos V provocó que este intercambiara su libertad por la de sus dos hijos, que estuvieron cautivos en la villa de Sepúlveda.

  • 1530: Se firma la Paz de las Damas, tras la mediación de Luisa de Saboya, abuela de los niños, mediante la cual se decreta la libertad de ambos, después de que su padre incumpliera el Tratado de Madrid.

Después de pasar por diversas fortalezas, llegaron a la de Pedraza, última en la que estuvieron, como recogen los documentos del siglo XVI conservados, entre otros, en el Archivo General de Simancas. En dichos escritos se constata que personalidades de la época y pertenecientes al gobierno francés viajaron hasta Pedraza para visitarlos en el castillo de la villa, en cuyos muros estuvieron recluidos junto a su séquito.

A pesar de esta numerosa compañía, las condiciones en las que se encontraban los grandes personajes que los visitaban no eran las mejores, como constató Jean Bodin, emisario enviado por la abuela de los pequeños, Luisa de Saboya, para negociar el punto final al conflicto entre los monarcas. Como él, a Pedraza se refirió Carlos V en una carta escrita en Palamós en 1529, justo antes de la liberación de los niños príncipes, que se produjo, por fin, el 24 de marzo de 1530, tras la firma de la Paz de las Damas.

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