La Catedral a través de sus vidrieras

La Catedral de Segovia ya puede conocerse a través de sus vidrieras. Es uno de los últimos monumentos del arte Gótico en España y, por este motivo, se consolida como uno de los emblemas de la ciudad. Sus pasillos acogen siglos de historia, en la que ahora los visitantes pueden sumergirse a partir del reflejo de luces y mosaicos de colores que se imprimen en los muros centrales y capillas. El templo inaugura una nueva opción de visitas, que permite hacer un recorrido por los rincones más elevados y desconocidos.

Con el elemento de la vidriera como contexto artístico, la dirección del Cabildo quiere dar a conocer el área que alumbra al edificio y que conforma una experiencia única para los espectadores. Con motivo de la celebración del quinto centenario, se da la oportunidad de «volar y visitar las zonas más altas de la Catedral», describe Rafael de Arcos, fabriquero y ecónomo capitular.

Las vidrieras son obras ligadas por una parte a la teología de la luz y por otra, al arte del fuego. Desde esta versión del complemento artístico se podrá observar de mejor manera su importancia en el conjunto de la seo. Precisamente, Juan Rodríguez fue el encargado de definir las representaciones bajo la esfera teológica. Se trata del artista responsable de hacer el iconograma que se representó en las vidrieras.

«Durante más de seis meses, estuvo recorriendo las catedrales españolas para estudiar el arte de este oficio», argumenta Mercedes Sanz de Andrés, guía de Arte del Sacro en el templo segoviano. «Tras ese estudio previo escribió el 'Orden de las historias de las vidrieras de la Catedral de Segovia', un documento donde aparece todo el programa iconográfico», añade. Este informe recoge la investigación que es necesaria para que artistas de la época pudieran ejecutar el conjunto vitral que ahora adorna las paredes de la seo segoviana, también conocida como 'Dama de las Catedrales'.

Las vidrieras simbolizan la parte más espiritual y luminosa de los templos perteneciente al estilo Gótico. Se constituyen así como un vehículo para expresar los conceptos místicos del cristianismo combinados con el arte y la estética de los monumentos. «El Gótico es luz y con ese simbolismo con Dios la vidriera es muy importante». El conjunto de cristaleras que conforman el monumento se aglutina en un total de 60 vidrieras, las cuales se comenzaron a ejecutar en la primera fase de edificación de la Catedral.

En 1558 se realiza la primera campaña constructiva, que es la que permite desarrollar las vidrieras del inmueble religioso. En la siguiente etapa se llevó a cabo la cabecera y el crucero del monumento. Esta zona se corresponde con la intersección entre la nave principal y hay otra transversal a ella situada ante el presbiterio. En esta segunda fase, con el cambio de tendencia artística, la labor del vidriero fue desapareciendo pero finalmente a través del trabajo de otros artistas previos se pudieron desarrollar estos complementos.

En esta parte de las vidrieras se ven representada toda la historia de la salvación, desde el momento de la Anunciación hasta la última, que es la Glorificación. «La parte de la cabecera está dedicada a la vida pública de Cristo, a todos los milagros», describe Mercedes Sanz de Andrés. Por otro lado, «la zona del crucero está dedicada a la vida de María», añade la experta en la historia del monumento segoviano.

La visita comienza en la capilla de La Concepción, lugar donde residen actualmente tres vidrieras en restauración que en los próximos días colocarán en su lugar correspondiente. Se trata de una representación de 'La Adoración de los Reyes', 'Salomón recibiendo a la reina de Saba' y 'Flota y mensajeros de Hiram, rey de Tiro'. De esta manera, desde el inicio del itinerario se pueden observar los detalles de estas cristaleras que decoran la parte superior del edificio religioso.

Tras ello, los visitantes subirán las escaleras de caracol situadas junto a la puerta del Perdón para ascender hasta la primera y segunda planta. «Es una visión completamente diferente, es una ocasión para conocer que la Catedral también es luz», describe Mercedes Sanz. Desde esta zona se llevará a cabo un recorrido histórico y teológico con las representaciones de diferentes artistas, hasta llegar finalmente a las últimas restauraciones del segoviano Carlos Muñoz de Pablos y sus hijos. «Esta experiencia ofrece un viaje en el tiempo y nos permite poder acercarnos a la historia de las vidrieras», añade la guía.

En grupos de no más de 20 personas, se pretende descubrir más de cerca la importancia de estos ventanales que ornamentan el monumento. «El objetivo es poder entender un poco más la Catedral y el trabajo de las vidrieras, que es muy importante», manifiesta a su vez Rafael de Arcos. Además, los visitantes podrán asomarse a las cubiertas del edificio y recorrer los tejados. «Nos gusta que la gente se lleve una experiencia», añade.

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