Dos personas comen en un establecimiento de Ayllón. Antonio de Torre

Las casas rurales necesitan el doble de reservas que en 2022 para llenar el mes

Provincia ·

La preferencia de los visitantes por los alojamientos con piscina desciende este año al conllevar un aumento del precio

Martes, 15 de agosto 2023, 09:59

La provincia acoge más viajeros, pero no más estancias. El turismo de fin de semana, protagonista durante todo el año, también se ha extendido a ... la época estival en los alojamientos de los pueblos segovianos. El alquiler por semanas pasa a ser de días. El hostelero que llegaba a final de mes con el 50% de ocupación con tan solo dos reservas ahora necesita hasta cuatro para alcanzar la misma cifra. La inflación obliga a las familias a recortar sus viajes durante las vacaciones.

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La estancia media de ocupación de alojamientos cae a niveles de 2018, cuando se registró un porcentaje de reservas más bajo que en los periodos sucesivos, con excepción de los meses de confinamiento por la pandemia. El pico más alto de pernoctaciones se alcanzó a finales de 2020, con 3,69 días, mientras que el pasado mes de junio se contabilizaron 1,62, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Contra todo pronóstico, los establecimientos «tendemos a bajar el precio» en verano, declara el presidente de la Asociación de Alojamientos Turismo Rural y Activo, Gerardo Otero. Los gastos energéticos disminuyen en los meses de más calor y, por tanto, aumenta la posibilida de recortar los sobrecostes que tienen las casas rurales.

El objetivo es captar mayor público. «Si alargan la estancia, sale mucho más rentable que en invierno, cuando casi hemos perdido dinero», refiere. A su juicio, es mejor tener muchas reservas y más baratas, lo que atrae al cliente potencial, que poca ocupación con elevados precios. No obstante, según adelanta, «todo depende de la situación económica».

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Las pernoctaciones pueden ser más baratas que en los últimos meses, pero el poder adquisitivo de las familias ha descendido. «La gente recorta las estancias y se va un poco a opciones más económicas», subraya. Esto conlleva a que, en los anteriores veranos, dos reservas de dos semanas al mes aseguraban una ocupación mínima del 50%. «Ahora, necesitas entre cuatro y cinco reservas de dos o tres días para conseguir los mismos resultados», explica. Y también se requiere más astucia y paciencia para configurar o «cuadrar» los horarios en la agenda.

Opciones económicas

Otero señala que los fines de semana están «al completo», se convierten en un «agujero» que atrapa todas las pernoctaciones. Este cambio de hábitos durante el verano provoca que se queden «muchos huecos entre medias» el resto de días. «Es verdad que nuestro cliente habitual es el madrileño y en vacaciones prefieren los destinos de costa. Es algo que nos afecta, son los que venían para estancias más largas y en ese aspecto nos hemos quedado un poco cojos», reitera.

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«Ahora necesitas entre cuatro y cinco reservas de dos o tres días para llegar al 50% de ocupación en un mes»

Gerardo Otero

Presidente de la Asociación de Alojamientos Turismo Rural y Activo

Las ofertas se extienden por todo el conjunto nacional y la preferencia de los usuarios se relaciona directamente «con lo más barato». Asimismo, en los tres últimos periodos estivales era impensable conseguir una pernoctación en un alojamiento con piscina de un día para otro. O más bien, de un mes para otro. En mayo ya estaba todo reservado. A día de hoy, en pleno puente del 15 agosto, «todavía quedan casas libres». Los chapuzones tienen como escenario los ríos, lagos e instalaciones públicas municipales.

Si una familia apuesta por tener una piscina privada durante las vacaciones, tendrá que pagar por el producto extra. «Es algo más caro y la gente, que ha perdido poder adquisitivo estos meses, no lo reserva», admite el presidente del turismo rural. «No porque no quieran una piscina, sino porque no pueden pagar este servicio», concluye Otero.

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En junio, los alojamientos turísticos del medio rural segoviano -desde hoteles y casas rurales hasta campings- fueron el destino de más de 11.000 viajeros, que acumularon cerca de 21.000 pernoctaciones. Aunque la estancia media disminuye, el número de visitantes repuntó un 5,6%. La provincia está entre las primeras posiciones de la lista de Castilla y León en el incremento de turistas recibidos, solo por detrás de Burgos, Palencia y Valladolid.

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