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Un hombre circula por el itinerario ciclista en el barrio de Nueva Segovia. Antonio de Torre

Segovia

El carril bici cumple tres años con críticas por su bajo uso y falta de mantenimiento

Los transportistas, taxistas y autoescuelas de Segovia coinciden en que el itinerario obstaculiza el tráfico y advierten de varios puntos peligrosos

Miércoles, 3 de julio 2024, 06:38

El carril bici de Segovia no logra los objetivos esperados. Los diferentes colectivos -desde usuarios hasta transportistas y vecinos- coinciden en la infrautilización del itinerario ciclista cuando se cumplen tres años desde el anuncio del proyecto por parte del anterior equipo de gobierno socialista. La ... propia orografía de la ciudad, así como la falta de alternativas para superar el tramo en obras de la calle de Blanca de Silos, son los principales motivos que se atribuyen a esta dificultad para adoptar hábitos relacionados con una movilidad más sostenible. El Ayuntamiento descarta realizar mejoras en el circuito, ya que correría el riesgo de perder la subvención con cargo a los fondos europeos que fue concedida.

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La primera vez que los segovianos tuvieron conocimiento del nuevo carril bici, que conecta el Acueducto y el barrio de Nueva Segovia, fue en 2021. La iniciativa se denominó 'Carrilcity' y la inversión superaba por poco los 300.000 euros, aunque meses después se elevó a los 400.000. La consultora de movilidad EbxM fue la responsable de realizar el estudio técnico para la implantación del itinerario de unos diez kilómetros, y también se contó con la asesoría de empresas y usuarios representados por el colectivo Bicicla, que se desintegró hace meses.

«El carril bici se podría haber planificado mejor, aunque la orografía en Segovia no lo pone nada fácil»

Fernando García

Director general de Asetra

«Nos complica mucho el día a día; perdemos más tiempo y eso afecta a todos, es muy incómodo»

Alfredo Sastre

Presidente de la Asociación Radio Taxi Segovia

El inicio de las obras desataron la polémica. Sobre todo en Santa Eulalia y en la calle Tres de Abril, de subida al Hospital General, que en las primeras semanas tras su inauguración registró un accidente. Hace apenas un año, culminó el proyecto con la extensión de la ruta ciclista por los distritos más alejados del centro de la capital. La eliminación de aparcamientos y la delimitación de la vía con bolardos creó malestar entre los vecinos.

A día de hoy, aquellos conductores que transitan por las calles segovianas para desarrollar su labor cotidiana conviven con «muchas incomodidades». Desde repartidores y proveedores de establecimientos comerciales hasta taxistas y autoescuelas. «Una vez que se ha puesto, la gente se acostumbra, pero si el Ayuntamiento hubiese hablado con los afectados es posible que se pudiera haber mejorado», declara el director general de la Agrupación Segoviana Empresarial de Transportes (Asetra), Fernando García.

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Una ciudad compleja

El diseño de un itinerario ciclista en una ciudad adoquinada, con cuestas y calzadas angostas no es fácil. «Lo único que hace es complicar la circulación por Segovia, que en sí misma ya es una ciudad demasiado complicada como para poner más trabas», comenta el presidente de la Asociación Profesional Radio Taxi Segovia, Alfredo Sastre. Y aunque se hayan llevado a cabo modificaciones para salvar los obstáculos en el circuito, como es la retirada de señales en accesos y curvas para facilitar los giros, se trata de «parches» que en muchos casos no han sido suficientes.

«En algunos puntos es verdaderamente peligroso para el ciclista y también para el conductor en general»

Irene Herranz

Presidenta de la Asociación de Autoescuelas

«Es algo ridículo que afecta a todos», subraya el taxista. Hay carriles que han quedado tan estrechos que los vehículos pesados, como son los autobuses, tienen que pasar más despacio, con mayor precaución. «Eso retiene la circulación y se van alargando los tiempos», lamenta Sastre. De hecho, los articulados fueron los más perjudicados con la prolongación de esta ruta hasta llegar a Nueva Segovia y unirla con la del Real Sitio de San Ildefonso. «Algunos accesos eran muy complejos», puntualiza.

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En gran parte, por la existencia de bolardos, que tuvieron que ser sustituidos posteriormente por las llamadas cucarachas. «La situación mejoró, pero es algo que se podría haber planificado antes», explica García. Es un aspecto que corrobora la presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas, Irene Herranz, que insiste en la necesidad de rediseñar el proyecto «de forma urgente» si se quiere tener «un carril bici en condiciones».

Bolardos dañados en una de los puntos conflictivos del barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra. Antonio de Torre

El Ayuntamiento descarta esta opción. «No hay planes especiales para ello; el proyecto se hizo con una subvención europea y no se puede tocar so pena de tener que devolver el dinero», advierten fuentes municipales. Los aspirantes a sacarse el carné de conducir «son los más respetuosos a la hora de hacer los cruces», subraya su presidenta. Aun así, «hay puntos verdaderamente peligrosos que presentan un riesgo incluso para los vehículos para los que fue diseñado».

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Puntos conflictivos

Sastre hace hincapié en la dirección prohibida que debían tomar las bicicletas a su paso por el barrio de Santa Eulalia, lo que no mejora con las actuales obras en el distrito, debido a que tendrán que compartir espacio con la carga y descarga en su tramo no peatonal. Pero sobre todo le preocupa la calle Sexmo de Lozoya en su confluencia con la calle Sexmo de Casarrubios. «Al pasar por ahí, te puedes ver metido con el coche en el carril bici sin darte cuenta, es una chapuza», se queja.

A ello se suma la rotonda del Pastor, pues los vehículos de dos ruedas y de movilidad personal «van por el lado izquierdo y salen de la glorieta por el interior». «Ha habido ocasiones cercanas a producirse un accidente», confiesa. Tanto ciclistas como conductores coinciden en que se trata de una vía infrautilizada. El propio Consistorio reconoce que «no tiene apenas uso», a la vez que Herranz insiste en que «te puedes aburrir esperando a ver cómo pasa una bicicleta».

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«No hay ganas de que esto evolucione ni cambie, por lo que el uso que le pueda dar la gente va a ser mínimo»

Roberto Segovia

Usuario

Roberto Segovia, quien era portavoz de Bicicla, considera que «algún que otro usuario lo suele usar de forma recurrente». Sin embargo, este hábito no es ajeno a la reurbanización de la calle Blanca de Silos que ha dejado sin alternativas el itinerario ciclista. «Se ha perdido la conectividad que tenía el carril cuando una de sus más destacadas fortalezas era que tenía conexión completa», destaca. Además, considera que el gobierno del PP «lo ha despriorizado absolutamente», ya que niega que haya habido promoción, seguimiento o mantenimiento del circuito.

«Soy bastante pesimista porque sé que no van a dar prioridad a la movilidad sostenible», admite el usuario. Segovia no va a dejar de desplazarse con su vehículo de dos ruedas, pero asume que tendrá que circular en muchos casos por la propia carretera «como cualquier otro coche, camión o furgoneta». Afortunadamente, «cada vez nos respetan más y, en este sentido, no hay mucho peligro, que es lo que a la gente le preocupa».

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Esta resignación ha sido uno de los principales motivos que ha llevado a la desaparición de Bicicla, impulsora de la movilidad sostenible y deportiva en la capital. «Corren malos tiempos, tenemos asumido que somos minoría y cada vez tenemos a más gente en contra». El usuario declara que la ciudad «lo sigue teniendo todo por hacer». El auge del patinete eléctrico no ayuda en este cometido, pues «mayoritariamente los usan chavales jóvenes que van por donde les da la gana, no respetan las normas y dan muy mala imagen al colectivo cuando nosotros no tenemos nada que ver», concluye.

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