Los carnavales animan el sector hostelero y el turismo

Castellanos también señaló que «el tiempo ha acompañado y se ha notado el viernes y el lunes, sobre todo porque en Madrid no había colegio, tampoco con demasiada afluencia, pero ha estado animado». Sin embargo, el dato más positivo ha sido «ver que la gente está perdiendo el miedo, que se están llenando los comedores. Eso es importante. Es lo que hemos notado, que los comedores se empiezan a llenar y eso ayuda a que notemos esa afluencia de público, no demasiada, pero tampoco ha faltado».

Y bien que viene, porque «el hecho de poder trabajar en los comedores, sobre todo para los que no tienen terraza, que son los peores que lo han pasado, pueden trabajar con cierta normalidad, que es lo que queremos», dijo Jesús Castellanos. Y es que aprovechando estos días ha sido el turismo nacional el que ha tirado del carro, madrileños y también andaluces, que el pasado 28 fue el Día de Andalucía. «Se nota cuando es una fiesta a nivel comunitario, como cuando por ejemplo es la fiesta nacional de Cataluña o la de Valencia...».

Según Castellanos, la hostelería estuvo el viernes y el lunes a un 40%, «que está muy bien, ya que solemos a estar un 20 o un 25%, y el sábado y el domingo estuvimos por encima de un 80%». El presidente de Hotuse ve más cerca los datos de «normalidad, como los de 2018. 2019 fue muy bueno, y creo que nos va costar llegar a esos niveles» y ve con optimismo 2022. «Va a ser muy bueno si la pandemia nos respeta, aunque me da miedo 2023 por la crisis económica».

Precisamente, el concejal de Turismo, Miguel Merino, hizo una valoración de febrero, con turismo nacional y mejicano. «El oriental proviene de afincados nacionales», aunque apuntó que están distantes, en torno a un 20% de los datos prepandemia, con un mes de febrero de 2020 que fue de récord. «Nos queda un 20% para llegar a ese febrero si es que se recupera cualitativamente».

Merino señaló también que existe «cierta inquietud por la crisis internacional de Ucrania y cómo va a afectar al turismo», teniendo en cuenta cómo puede afectar a cuestiones como el combustible, los billetes de avión, el cambio de los itinerarios aéreos y de las conexiones, las compañías rusas a las que no se permite volar a destinos europeos... «Veremos cómo evoluciona, si se recupera, si se canalizan de otra manera... Es una situación que nos puede afectar a todos y habrá que esperar a ver cómo evoluciona».