Las carencias de La Albuera ponen en riesgo el ascenso de la Segoviana

Algunos de los mínimos que necesita la Gimnástica Segoviana están en el tejado de la propia entidad azulgrana. Su directiva, pese a ser consciente de la dificultad, confía en obtener los recursos necesarios para diseñar un presupuesto cercano al millón y medio de euros con el que competir en Primera RFEF. La búsqueda de más recursos económicos es una preocupación, pero igual que lo ha sido siempre. En este sentido, pedirán un esfuerzo extra a los socios y también al tejido empresarial de la ciudad.

El verdadero problema que quita el sueño a los dirigentes del club segoviano es el relativo al campo de fútbol de La Albuera, una instalación municipal que, a día de hoy, no es válida para Primera Federación. Por ello, la junta directiva ha pedido una reunión urgente con el gobierno municipal que tendrá lugar esta misma mañana. No hay tiempo que perder. «Hasta que no hablemos con el Ayuntamiento no sabemos cómo está el tema», afirma Agustín Cuenca. El club azulgrana quiere traducir el compromiso de alcalde, José Mazarías, cuando el día después del ascenso afirmó que el Consistorio no iba a dejar sola a la Gimnástica Segoviana.

La Albuera, una instalación deportiva municipal con casi medio siglo de historia que lleva muchos años evidenciando la necesidad de una gran reforma, tiene muchas deficiencias. Algunas, como la zona de prensa, la accesibilidad a las gradas o el mismo abastecimiento de agua en los vestuarios son molestas, pero no un impedimento para poder competir en Primera RFEF. Pero hay otras tres limitaciones que sí amenazan el concurso de los azulgrana en la categoría de bronce del fútbol español.

La primera de ellas, y la que más preocupa a la junta directiva de la Gimnástica Segoviana, es la iluminación. Durante la reunión mantenida el lunes con Javier Vich y David Abellán, director y ejecutivo respectivamente de Primera RFEF, se dejó claro que este es un aspecto en el que la Real Federación Española de Fútbol es inflexible. Hacen falta 600 luxex como mínimo y La Albuera no llega ni a 200. Se trata del déficit que requiere de una mayor inversión económica.

La Gimnástica Segoviana ya se ha movido para trasladar al Ayuntamiento distintas opciones. La ideal, una sustitución completa del sistema de luces de La Albuera con la instalación de nuevas torretas. En ese caso, el presupuesto puede llegar al medio millón de euros.

Pero hay otras opciones. O, al menos, eso cree la directiva azulgrana, que confía en poder alcanzar la potencia lumínica necesaria para retransmitir partidos sin tener que cambiar las torretas de luz. «Hay que aumentar los focos, cambiar las trayectorias... No es barato y es muy costoso», reconoce Agustín Cuenca, de una actuación que no supone la inversión de unas nuevas torres.

El presidente del club considera que también hará falta menos inversión para cumplir con el requisito del aforo. Aunque las normas de la Federación establecen un mínimo de 4.000 butacas y gradas perimetrales, la sensación que tiene la entidad azulgrana es que en este apartado la RFEF es más flexible. No tanto como para dar el visto bueno a La Albuera con sus gradas actuales, pero sí para permitir la disputa de partidos siempre y cuando se realicen mejoras y se presente un informe. Pero, de nuevo, la pelota está en el tejado del Ayuntamiento. «El poder incrementar la capacidad dependen de lo que diga el Ayuntamiento», dice Agustín.

La junta directiva también baraja varias opciones, desde un 'renting' o alquiler permanente de las gradas supletorias hasta un proyecto para construir nuevas en los fondos. Esta segunda, más cara, también ayudaría a resolver el problema de cara a futuras temporadas, porque la Federación seguiría apretando a la Gimnástica Segoviana hasta que alcanzase los mínimos que figuran en sus bases de competición. «Nosotros planteamos algo que creemos que es viable y no muy costoso», añade.

Menos quebraderos de cabeza genera en la junta directiva de la Segoviana los requisitos mínimos que exige la Federación relativos al terreno de juego. «No es lo que más me preocupe. No debería haber problema con el césped», expone el presidente del club. Aunque es cierto que la hierba natural de La Albuera no se ha cambiado en más de cuatro decenios y cada vez sufre más los problemas derivados de un hongo, en principio no debería ser impedimento para acoger partidos de Primera Federación. No obstante, será sometido a una auditoría por parte de la RFEF para confirmar que, en este aspecto, sí está todo en orden.