La cárcel de Segovia lleva a cabo un cribado para atajar la cascada de contagios por covid

La Administración regional lo que sí ha hecho es colaborar con la logística que necesita el desarrollo del cribado mediante la aportación de 400 test de antígenos para que los equipos de la cárcel tomen las muestras y definan con mayor rapidez la contagiosidad del brote de transmisión de la covid que ha aflorado y se ha propagado dentro de la prisión segoviana.

Dos módulos concentran el confinamiento total de los cerca de veinte condenados a los que las pruebas diagnósticas han confirmado la infección por coronavirus. Además, hay cuatro trabajadores que también han resultado contagiados, como se ha puesto de manifiesto en las pruebas que se han están llevando a cabo para atajar cuanto antes el foco de infección.

Este cribado ayudará a controlar mejor la expansión del brote de coronavirus que, según apuntan, puede estar relacionado con el regreso a la cárcel de un interno que estaba disfrutando de un permiso y que pudo contraer el virus durante esa estancia en el exterior.

Asimismo, los representantes del por sí diezmado personal que trabaja en la cárcel de Perogordo debido a que siguen sin curbrirse plazas vacantes dentro de la plantilla de seguridad, así como en los servicios médicos, han reiterado esta semana la demanda de más medios para desarrollar sus atribuciones en un contexto de protección frente a la covid-19, sobre todo después de que los juzgados hayan decidido que las comparecencias pendientes de internos, aunque hayan dado positivo en las pruebas diagnósticas, se hagan a través de videoconferencia o videollamada desde el propio centro penitenciario. Preferiblemente, mejor a través del móvil para evitar la amenaza que supondría que un preso que ha dado positivo abandone el confinamiento de la celda, lo que expondría al contagio a los trabajadores que tuvieran que estar con él.

Los encargados de la prevención de riesgos y de salud laboral insisten en pedir que les doten de trajes individuales de protección, de mascarillas FFP2 y FFP3, batas especiales y gafas para protegerse de la salpicaduras.