Cantimpalos y Múnich, unidas por la afición al cicloturismo

Las piernas y los riñones de este audaz ciclista tuvieron un motor motivador, que no fue otro que el homenaje a José Aurelio Sánchez Arribas, uno de los fundadores e impulsores de la Unión Ciclista Cantimpalos, que en la actualidad reside en Múnich por motivos de trabajo y que acompañó al esforzado aventurero en los últimos kilómetros. El viaje también tuvo una connotación reivindicativa por todos los españoles que han tenido que salir al extranjero para buscarse y ganarse la vida.

Por el trayecto, dejó atrás Burgos, San Sebastián, Bayona, Burdeos, Molhouse o Friburgo hasta llegar al estadio olímpico de la localidad muniquesa. Para el ciclista, la experiencia ha sido «inolvidable», pasando por «frondosos bosques, verdes regiones, caudalosos ríos, canales navegables, silenciosas laderas y valles, infinitos y acogedores pueblos y un sinfín de vistas en primera línea», según exponen fuentes de la Unión Ciclista Cantimpalos, que ensalza a Álvaro por ser un «abanderado» de esta forma de viajar que une deporte, cultura y la rica gastronomía de España, Francia y Alemania.

La ruta no estuvo exenta de contratiempos meteorológicos y de alguna avería mecánica, que junto a la cantidad de anécdotas vividas escriben la aventura. El regreso fue en avión con la satisfacción de haber conquistado otro reto, dedicado a aquellos que le siguieron, a los voluntarios y a gente como José Aurelio Sánchez por lo que hacen el deporte y la sociedad.