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Mientras en París bajan el telón de los Juegos, en Cantalejo sacan pecho de récord, no olímpico, sino Guinness. La localidad segoviana se habría colgado, este domingo, el oro; hubiera subido a lo más alto del podio en una disciplina que no es deportiva, sino ancestral. La ciudad es la campeona de chiscar la tralla.
Según los promotores de esta iniciativa, el llamamiento ha congregado a un lado y otro de la carretera de Sebúlcor a 967 personas que han reproducido el atronador sonido de golpear los látigos contra el suelto. Todo un hito que, además, multiplica el altavoz que avanza el inicio de las fiestas patronales. Así que no era para menos la satisfacción y el orgullo que mostraban los briqueros, con su alcaldesa, Ana Rosa Zamarro, al frente.
Y es que Cantalejo ha reivindicado así la pervivencia de una de sus señas de identidad, una de las demostraciones más singulares de su acervo. Las generaciones han heredado esta tradición, que con el récord Guinness garantiza también la transmisión futura. Tal ha sido la respuesta para establecer este hazaña que la organización ha tenido que habilitar más espacio en algunas calles aledañas a la carretera que ha 'sufrido' el golpeo al unísono de las trallas, una especie de látigo compuesto por una cuerda que cuelga de un mango de madera.
Esta tradición tiene su origen en el oficio de los trilleros. Cantalejo era un centro de fabricación de este apero de labranza y quienes los hacían viajaban por la península para venderlos. Después de tanto tiempo fuera de sus hogares, los trilleros chiscaban contra el suelo la tralla que llevaban en el carro cuando veían próxima la torre del municipio.
Ese sonido anunciaba su regreso, y también el inicio de las fiestas patronales. Desde el primer día de agosto, cada año los quintos hacen chiscar sus trallas en diferentes puntos de la localidad segoviana, la inmensa mayoría con las empuñaduras personalizadas con símbolos grabados o con los nombres de sus dueños. Así hacen saber que las celebraciones están cerca.
Por la tarde de este caluroso domingo de agosto, después de dar buena cuenta de una comida popular, los briqueros también han rendido homenaje a sus raíces con el concurso de arrastre de trillo. Para Cantalejo, es un día grande en el que sus vecinos han ensalzado algunas de sus tradiciones para que no se pierdan. La Diputación no ha dejado pasar la oportunidad de celebrar con ellos sus fiestas patronales y ha desplazado hasta el municipio la tercera parada de la Caravana de Alimentos de Segovia.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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