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claudia carrascal
Segovia
Domingo, 14 de junio 2020, 11:17
Espacios amplios, rodeados de naturaleza, con una amplia oferta de actividades turísticas y deportivas, sin aglomeraciones y con todas las garantías de seguridad. Así serán los lugares idóneos para veranear este año, con el coronavirus todavía muy presente. Todo apunta a que los españoles se ... decantarán por un turismo de proximidad. Por eso, los campings de Segovia se preparan para iniciar la temporada a partir del 22 de junio, cuando sea posible la movilidad entre provincias.
El secretario de la Asociación de Empresarios de Camping de Castilla y León (Asecal), Raúl Vázquez, explica que a este tipo de negocios no les compensa abrir antes porque la clientela local es residual. Sin embargo, admite que la primera toma de contacto con los clientes está siento buena y parece que habrá turistas que optarán por primera vez por el camping debido a las ventajas que ofrece con respecto a otros alojamientos turísticos. «No esperamos un incremento de reservas por encima de nuestras posibilidades porque la gente tiene miedo, pero si no hay un rebrote en julio y agosto, sí que podríamos superar la ocupación de 2019», avanza. El sector tiene puestas todas sus esperanzas en el verano, ya que durante el estado de alarma han perdido un 40% del negocio del año.
El objetivo ahora es cumplir con todas las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias para dar tranquilidad a los clientes. Por eso, la asociación ha proporcionado a todos sus socios un protocolo específico para el sector con el visto bueno del Ministerio de Sanidad.
Además de las medidas comunes como mantener las distancias de seguridad, proporcionar gel hidroalcohólico para la higiene de manos o instalar pantallas de metacrilato, insisten en la importancia de utilizar productos virucidas para la desinfección de las zonas comunes. Asimismo, Vázquez comenta que habrá un control de aforo y en lugares como bungalows, cabañas, restaurantes, tiendas o piscinas se reforzará la limpieza.
Este año será una buena oportunidad para erradicar la percepción peyorativa que acompaña a los campings y es que, en su opinión, todavía son muchas las personas que lo asocian con un turismo de alpargata y mochila. «Los campings no entienden de clases sociales, razas o creencias, acude todo tipo de gente y su vínculo en común es la pasión por la naturaleza, el deporte, las actividades al aire libre y las ganas de descanso. En un camping, si buscas independencia la tienes, y si te gusta socializar puedes encontrar un ambiente único de compañerismo, aunque este año para conocer gente habrá que ponerse la mascarilla», puntualiza.
En Segovia, hay un total de seis campings –algunos tan solo abren entre marzo y octubre–, que suman 2.447 plazas. En la capital se encuentra el camping Acueducto con 550 plazas; el Hoces del Duratón, en Cantalejo tiene 236; El Cantosal, de Coca, 136; el Aeródromo de Fuentemilanos puede albergar a 277 campistas; El Calonge, en Lastras de Cuéllar, tiene 384 plazas, y el Camping Riaza tiene una capacidad para 864 personas.
Los turistas que reserven sus vacaciones para un mínimo de tres noches en este tipo de instalaciones o en cualquier otro alojamiento de la provincia podrán beneficiarse de los bonos 'Reinventa tus vacaciones' de la Diputación, que se pondrán en marcha en julio. La primera línea será de 75 euros para los 333 primeros segovianos que reserven, y una segunda con las mismas condiciones para ciudadanos del resto de España. Otra estará dotada con 750 bonos de 20 euros para aquellos que consuman en los establecimientos de restauración de la provincia y la última. también con 20 euros, para las 250 primeras reservas en empresas de turismo activo.
Juan Félix Esteban (Camping Acueducto)
El 50% de los clientes de este camping, situado a 3 kilómetros del centro de Segovia, son extranjeros, la mayoría proceden de Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda o Italia. Entre los turistas nacionales predominan los madrileños, valencianos, gallegos y catalanes, por eso «no tenía ningún sentido abrir sin movilidad interprovincial», asegura el responsable del camping El Acueducto, Juan Félix Esteban. La fecha de apertura será el 22 de junio, aunque todavía permanecerán cerrados unos días el parque infantil y otros espacios comunes de ocio.
Los más de tres meses que este camping ha tenido que echar el cierre han supuesto «un importante descalabro para el negocio» y en su caso estima que las pérdidas rondarán el 20% de la temporada. Ahora confía en que la calidad del recinto, el encanto y el patrimonio de Segovia, así como los atractivos de la provincia, al menos, le devuelvan el verano.
Estos días ya están recibiendo reservas, pero el ritmo es más lento que en años anteriores. En estos momentos, la ocupación ronda el 60% para los dos próximos meses, cuando lo habitual es que en agosto este camping llegue al 90%. Esteban lo achaca a la incertidumbre que genera la posibilidad de repuntes en el número de infectados por coronavirus. Eso sí, reconoce que las expectativas para el verano son buenas porque «es una modalidad de turismo mucho más segura al ser al aire libre y en contacto con la naturaleza».
El camping ya está listo para su apertura con todas las medidas de seguridad, aunque Esteban asegura que determinadas recomendaciones, como dejar terreno sin ocupar entre clientes, no serán necesarias en su camping. Esto se debe a que las parceles tienen unas dimensiones de entre 60 y 120 cuadrados, por lo que «es muy sencillo dejar los dos metros de seguridad que marca la ley».
Gonzalo García (Camping Hoces del Duratón)
Hace tan solo dos semanas el teléfono no sonaba en ningún momento del día, las reservas en el camping estaban completamente paralizadas. Con el anuncio de la movilidad entre provincias y la reducción de los contagios, las llamadas se han recuperado. «No hay un aluvión porque la situación es muy cambiante, pero la gente se va animando y llaman para pedir información y para reservar de cara a los meses de julio y agosto», detalla Gonzalo García copropietario del camping Hoces del Duratón. El 80% de los clientes de estas instalaciones, ubicadas a 300 metros del centro del municipio, son madrileños. Los extranjeros apenas paran por la zona. El perfil de los campistas es muy variado, desde familias con niños hasta parejas o grupos de amigos jóvenes. Una clientela que García espera que se mantenga fiel.
En su opinión, las pérdidas habrá que evaluarlas en diciembre, sin embargo, «por muchas reservas que haya en julio y agosto, no van a salvar el año porque en el sector siempre han sido meses buenos», advierte. García considera muy complicado predecir el comportamiento de los turistas ante una situación que nunca antes se ha producido. Eso sí, «aunque en verano haya más movimiento, no nos vamos a recuperar hasta dentro de un año o dos porque hemos dejado pasar la Semana Santa, algún puente y el mes de junio».
En los campings de la provincia la estancia media es de dos noches, ya que la mayoría pasan el fin de semana. Esto podría cambiar con la situación actual y es que, según García, se prevé que las estancias puedan ser algo más largas porque «la gente al llevar confinada tanto tiempo tiene ganas de estar fuera de su casa y disfrutar de la naturaleza». Él anima a aquellos que nunca hayan probado esta experiencia a que acudan a un camping como este, en plena naturaleza y en un entorno que ofrece la posibilidad de hacer piragüismo, ciclismo, rutas por los humedales de Cantalejo o las Hoces del Duratón y visitar pueblos con encanto como Sepúlveda o Pedraza.
Jesús Martín (Camping Riaza)
En este camping se consideran privilegiados porque no han tenido que cerrar la verja a pesar de la pandemia. Además de parcelas cuentan con 77 casitas prefabricadas móviles de particulares que pagan un alquiler por dejarlas en las instalaciones. No pueden residir, pero sí pasar estancias largas. Por eso, cuando comenzó el estado de alarma cuatro de los propietarios se trasladaron al camping con sus familias o parejas. «Las zonas comunes se cerraron, pero ellos en sus casas disponen de todo lo necesario y prefirieron confinarse aquí que hacerlo en Madrid porque la calidad de vida no tiene nada que ver», relata.
Esto ha propiciado que cuando se permitió la movilidad dentro de la provincia el camping pudo acoger a varios segovianos que acudieron en caravana o autocaravana. Ahora también ocupan seis bungalows un equipo que está rondado un documental en la comarca. Estos han sido sus únicos ingresos en tres meses, pero el encargado del camping Riaza, Jesús Martín, asegura que «de la clientela local no se puede vivi». De hecho, calcula que las pérdidas que dejará la covid-19 este año en sus instalaciones serán del 50% y un rebrote «podría suponer la ruina».
Este camping cuenta con seis empleados habituales y en verano la plantilla se refuerza con otros cinco. Ahora la mayoría permanecen ERTE y dos se encargan de las labores de mantenimiento, la recepción y el bar, que ya ha recuperado parte de su actividad. No obstante, Martín cree que la exigencia de limpiar un mínimo de seis veces al día los baños y otras instalaciones comunes obligará a contratar a más personal de limpieza este verano.
En torno al 20% de los clientes son extranjeros, ellos son los que permiten que este camping permanezca abierto a diario durante el invierno porque ocupan de dos a diez parcelas o bungalows cualquier día de la semana. El grueso lo componen los campistas madrileños, aunque cada vez hay más turistas de Guadalajara, País Vasco, Valencia, según Martín. Este verano confían en las reservas de clientes nacionales que, por el momento, ya garantizan el 50% de la ocupación para julio y agosto. Además, como punto positivo destaca que antes la estancia máxima era de una semana y ahora ya tienen varias reservas de 20 días o más.
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