El camino de los segovianos a los Juegos

David Llorente y Águeda Marqués no sabrán hasta última hora si tienen billete para los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto. La férrea competencia por el único billete de la delegación española para el kayak de aguas bravas plantea al palista de Palazuelos de Eresma uno de los periodos más exigentes de su carrera para revalidar su plaza de Tokio, donde fue finalista. La segoviana tiene todas las papeletas para acudir a la capital francesa por criterios técnicos, pero no lo sabrá hasta el 3 de julio. Javi Guerra no podrá revalidad su condición de olímpico en 2016 y 2021 tras una fractura por estrés que le ha impedido gastar su última bala el día 25 en la maratón del Campeonato de España de Sevilla.

Las opciones de Llorente para ir a París se decidirán el último fin de semana de marzo y el primero de abril en los canales de La Seu d'Urgell y Pau. El viernes y el sábado habrá bajadas de Slalom y el domingo será una contrarreloj de kayak-cross. Ambas modalidades puntúan, pues el único representante español competirá en K-1 Slalom, el formato tradicional de kayak, con bajadas en solitario cronometradas, y en Extreme, en la que los palistas compiten a la vez en tandas de cuatro en un intenso programa en el que las eliminatorias se suceden casi sin descanso.

Si no hay cambios, cada palista puntuará en tres bajadas de Slalom por fin de semana y su pasaporte para París constará de las cuatro mejores puntuaciones de las seis que tenga en total entre ambos fines de semana. En cada bajada, el primero suma 0 puntos; el segundo, 2; el tercero, 3. Y así sucesivamente. A eso se añade un comodín: el kayay-cross. El ganador en el total de las pruebas sumará un 0. Esa es una de las grandes bazas del segoviano, que ha preparado de forma concienzuda esta disciplina en los dos últimos años. Para esta modalidad habrá un total de cuatro bajadas –serán individuales, para evitar la interferencia de los clubes en caso de aplicar un formato eliminatorio y que haya confrontación directa– y contarán las tres mejores.

Un ejemplo de fin de semana comenzaría el viernes con una semifinal; los diez primeros pasarían a la final, pero la puntuación de esa bajada ya queda en la contabilidad. La final cuenta como una segunda puntuación. El sábado se repetiría el mismo formato, pero sumaría solo la final. Puede haber cambios en cuánto a qué bajadas cuentan exactamente, pero la estructura será esa. Mientras, en el Extreme habrá dos bajadas cronometradas cada domingo. El marcador más bajo es el que representará a España en París.

Pau Echaniz parte con un 0 como finalista en el último Campeonato del Mundo de Slalom. Miquel Travé es el otro integrante del equipo nacional de Slalom masculino. Para participar en el proceso hay un ranking nacional al que podrían optar más de una decena de palistas, sin opciones reales de conseguir billete, pero con capacidad de intercalarse entre el tridente de favoritos y condicionar las puntuaciones.

Tras una preparación de tres semanas en Dubai para asegurarse entrenamientos de calidad con calor, lejos del invierno europeo. Su intención es dedicar los meses de febrero y marzo a entrenar al detalle en los dos canales donde se disputarán las pruebas, que conocen a la perfección. La Seu es muy específico, exige remar mucho para ir rápido; Pau es un formato más 'internacional', con movimientos de agua más potentes.

Si la convocatoria olímpica fuera hoy, Marqués tendría todas las papeletas. La normativa permite seleccionar hasta tres atletas por prueba y la segoviana lleva dos temporadas como la tercera del 1.500 español. Los criterios federativos buscan, en resumen, acreditar que es rentable llevar a un atleta a los Juegos por su rendimiento. Javi Guerra necesitaba legitimarlo en Sevilla, pero no podrá; su meta es ahora la media maratón de Berlín para poder despedirse en el Europeo con la selección española antes de decir adiós a la distancia con la Maratón de Nueva York.

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