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Segovia
Miércoles, 8 de noviembre 2017, 16:21
Si hace unas semanas el Archivo Municipal y de los duques de Alburquerque acogía la grabación de escenas para un curso Mooc de Paleografía y Caligrafía de la Universidad Carlos III de Madrid, esta misma semana una cámara regresaba hasta la torre del homenaje del ... castillo, en esta ocasión para grabar una clase magistral de caligrafía del profesor Diego Navarro, doctor en Documentación e Historia, director del proyecto y el calígrafo del equipo.
Junto a él, una vez más acudió Eduardo Juárez, otro de los profesores del Mooc y de la universidad madrileña, quien detalló que su presencia en el archivo se debía a la necesidad de grabar recursos para diferentes videos que posteriormente se convertirán en clases del curso Mooc ‘online’. En concreto, los recursos básicos que se grabaron fueron algunos detalles de documentación, y al profesor Diego Navarro realizando su escritura en el entorno del archivo.
Juárez explicó que para el segundo Mooc que está en preparación (de una serie de tres), se querían realizar grabaciones en exteriores, no solo en el aula en clase de forma directa, sino que los alumnos también puedan ver otros recursos «en lugares especiales» Poder trabajar en Cuéllar, explicó, «es una maravilla, en este castillo y en este archivo, bajo el escudo de Álvaro de Luna, condestable de Castilla».
Así, por un lado se tomaron recursos de distintos documentos antiguos, fundamentalmente del siglo XII y principios del siglo XIII, y entre ellos destaca uno del rey Alfonso VII escrito en letra carolina «que es muy interesante, sobre todo porque es una letra muy caligráfica, un poco cursiva, y nos permite mostrar a los alumnos la calidad de escritura, pero también la pausa, la escritura muy bien trabajada, pero también el carácter documental de esa forma de escribir», aseguró Juárez, que una vez más contó con la colaboración de la archivera directora, Julia Montalvillo.
El primer curso Mooc de Paleografía y Caligrafía se centró en una introducción de ambas técnicas, una presentación sobre cómo escribir y cómo leer documentación antigua; en este segundo curso en preparación tratará de profundizar más en ambas cuestiones, y para ello los profesores se trasladarán también a espacios de lectura y escritura como cancillerías, escribanías, juzgados y archivos como el de la villa. De forma más particular, en el curso se interesarán más por las letras librarias, letras mucho más pausadas, más caligráficas (que se tarda más en realizar que una letra cursiva).
Así, a lo largo de la mañana, el profesor Diego Navarro realizó sus trabajos en letras caligráficas como góticas redondas, góticas textuales, góticas facturatas, cuadratas, o libratas, «letras que luego van a copiar en el siglo XV los primeros creadores de la imprenta».
Navarro explicó que los trabajos previos para una buena caligrafía son fundamentales, desde la posición del cuerpo como la inclinación del ángulo de escritura, así como la preparación del soporte de escritura, «son imprescindibles», argumentó, para señalar que realizó pruebas sobre atril inclinado y también sobre un plano no inclinado.
A lo largo del ejercicio utilizó diferentes plumas, e inició el trabajo con plumas metálicas de diferentes grosores y con distintas puntas (incluso una doble), para pasar posteriormente al uso de plumas de oca y de ganso originales. Las primeras pruebas se realizaron sobre papel sencillo y posteriormente pasó a otras cartulinas de gramaje superior, de unos 120 gramos aproximadamente, lo que permite la utilización de una tinta al agua diferente.
Las primeras letras con pluma metálica las realizó con nogalina como tinta, puesto que su color, en tono entre marrón y sepia, en función de la cantidad de agua de la mezcla, tiene un acabado muy próximo al resultado de los manuscritos una vez pasado el tiempo.
El primer ejercicio de prueba lo realizó con letra del siglo XVI, cancilleresca «que requiere bastante control del espacio de escritura, porque aunque era muy legible, muy formada y muy clarita, algunos de los ornamentos caligráficos son ejecutados de un solo trazo, de un solo movimiento», explicó, y resaltó su gusto por trabajar con formatos que permitan disponer de una caja de escritura muy amplia.
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