Café Quijano abre la mágica noche de San Juan

La resaca festiva que arrastran los vecinos de Segovia desde el viernes no hizo mella a la hora de disfrutar de la víspera de San Juan. El buen tiempo veraniego llenó este domingo las plazas, calles y alamedas en los diferentes eventos enmarcados en las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro. El concierto Café Quijano a los pies del Acueducto hizo vibrar a las miles de personas que se congregaron en la plaza de la Artillería. Sin embargo, uno de los acontecimientos más multitudinarios —y tradicionales— fue la hoguera de San Juan, que sorprendió en esta ocasión con la quema de un 'no-ninot', una de las novedades de la presente edición. La verbena amenizó la noche más corta del año, aunque algunos se decantaron por ver salir el sol «dando vueltas»desde la ermita de Juarrillos, tal y como dice la leyenda.

Lo cierto es que la costumbre y tradición fueron protagonistas en la tercera jornada de fiestas de la ciudad. Los más madrugadores pudieron disfrutar de una mañana deportiva. Cabe destacar el Gran Premio de ciclismo en la categoría junior, que contó con multitud de participantes, lo que obligó a realizar cortes de tráfico puntuales en algunas vías de la capital para garantizar la seguridad.

Los que no se animaron a dar pedales, aprovecharon para pasear por la Plaza Mayor al ritmo de la charanga, cuya llegada se hizo de rogar durante algo más de media hora. El vermú es una cita esencial para las familias segovianas, un momento propicio para compartir anécdotas y despejarse tras la agotadora madrugada de verbena. Muchos optaron por reponer la energía gastada tras largas horas de bailes bajo el sol y sombra de la Alameda de la Fuencisla, donde se repartieron los platos de paella popular. Las primeras mesas de comensales ya estaban dispuestas mucho antes de las 14:00 horas, cuando comenzaron a sonar las dulzainas de Tanami. Sin ninguna duda, fue una de las sobremesas más especiales de la semana para los residentes en la capital e, incluso, en el alfoz.

Un maratón musical en Madrona, un teatro en la Sala Julio Michel y sendas pruebas de sonido amenizaron la espera de la gran noche a los pies del Acueducto. La actuación de Café Quijano, cabezas de cartel de las fiestas, era la única que se celebra en esta edición en la plaza de la Artillería. Y fue la encargada de poner el broche de oro al primer fin de semana de fiestas y, a su vez, de abrir la noche de San Juan.

Este emblemático espacio patrimonial se abarrotó, hasta llenar la propia plaza, gran parte de la avenida Padre Claret y lo más alto de la cuesta de San Juan. Fue uno de los mejores escenarios a los que el grupo leonés ha puesto melodía, aseguraron sus integrantes en el transcurso del evento.Lo cierto es que los tres hermanos músicos repetían emplazamiento después de más de dos décadas, pues en 2002 ya brindaron un espectáculo con motivo de las fiestas. Más tarde, en 2013, fueron uno de los platos fuertes de las Noches Mágicas de La Granja.

Son muchos segovianos los que se rindieron a sus pies —incluso por segunda y tercera vez— cuando sonaron los temas más populares de su repertorio. «Óyeme mi Lola, mi tierna Lola, tu triste vida es tu triste historia», corearon al unísono los espectadores en el momento clímax de la interpretación de Café Quijano en la ciudad. Las letras gamberras de un grupo que cuenta con más de 1,4 millones de oyentes conquistaron al público, si bien la presencia de rostros jóvenes fue algo escasa en comparación con otras propuestas que incluye la programación.

Estaba previsto que el concierto se prolongase durante más de hora y media, lo que obligó a retrasar el encendido de la hoguera para garantizar que todos los interesados pudieran llegar a tiempo a la Plaza Mayor. Así lo anunciaron fuentes municipales, por lo que la esperada quema del 'no-ninot', que gozó de una destacada expectación y guardó las notas con deseos, tuvo lugar pasadas las 00:30 horas.

Muchos de los alumnos de la Casa de los Picos, creadores de esta escultura efímera, estuvieron presentes en el traslado de la figura por la tarde, así como en el mágico acto que dio la bienvenida a uno de los días grandes de las Ferias y Fiestas. Una vez que la obra con doble rostro de sol y luna quedó reducida a cenizas, los Bomberos de Segovia llevaron a cabo la extinción del fuego.

A continuación, mientras que algunas personas contemplaban continuar la juerga en la verbena a cargo de la orquesta Nebraska, otras apostaron por emprender su peregrinación a la ermita de Juarrillos para cumplir con la tradición. Esta celebración, en muchos casos, se prolongaría más allá del amanecer.

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