Los Reyes Magos ha sacado tiempo para visitar cada rincón de la provincia. El cortejo real se ha multiplicado para que niños y mayores de Cuéllar, La Granja, El Espinar, Fuenterrebollo, Ayllón, Espirdo, Carrascal del Río, Cabezuela, Revenga, Sebúlcor y un sinfín de localidades, tanto ... las más pobladas como otras más pequeñas, saludaran la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar antes de que Sus Majestades se pusieran manos a la obra durante la noche de este jueves para conseguir cumplir los anhelos plasmados en las cartas y repartir regalos por los hogares.
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Tenían trabajo los Magos y sus pajes, que en sus escalas ha lanzado sus mejores deseos a quienes no han querido perderse la oportunidad de saludarles, a pesar del frío invernal. Además, este año con más motivo después de que los rigores de la pandemia del coronavirus restringieran algunos actos de las comitivas reales de los dos últimos años.
Es lo que ha pasado, por ejemplo, en Cuéllar, donde Melchor, Gaspar y Baltasar, tras entregar unos presentes y roscones en las residencias de ancianos, en el centro de día de personas mayores y en las instalaciones de Apadefim, ha recuperado la tradición de rendir visita a los belenes vivientes instalados en varios barrios de la villa.
En La Granja y Valsaín, un espectáculo de fuegos artificiales que se tenía que haber celebrado en las fiestas patronales, pero que se suspendió por el riesgo de incendios, ha puesto el colorido y ruidoso recibimiento a los Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltasar, arropados por sus pajes y ayudantes, tampoco han faltado a su cita con Fuentepiñel, Fuentesaúco de Fuentidueña, Torrecilla del Pinar, Fuente el Olmo de Fuentidueña y San Miguel de Bernuy, donde un trailer ornamentado para el traslado de Sus Majestades ha recorrido los cinco municipios, un tiro que cumple 23 ediciones Al final, asistentes y el cortejo han entrado en calor con un reconfortante chocolate.
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En El Espinar y sus núcleos de población la comitiva también ha tenido el detalle de visitar las residencias de ancianos antes de desplegar su magia a lo largo del itinerario. En San Rafael, los vecinos han desfilado por los pesebres acondicionados para adorar al niño en los nacimientos vivientes, al igual que los Magos han llevado oro, incienso y mirra.
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