Brieva mantiene viva la memoria de Lucía Bosé, su «embajadora allá donde fuera»

«No es que la recordemos, es que la tenemos muy presente todos los vecinos, ella siempre está con nosotros, es como si estuviera aquí. Era una vecina más que encontró en Brieva la paz que deseaba y la tranquilidad hasta el final de sus días», destacó la alcaldesa, Pilar Martín.

La regidora recuerda a Lucía como «una persona entrañable, incluso entre todos la protegíamos, en cierto sentido, si alguna vez venía algún paparazzi... Que la molestaran nos parecía una falta de respeto, estábamos blindándola todo el tiempo, esta era su casa, este era su pueblo... Y tuvo esa tranquilidad y ese cariño de todos los vecinos, igual que el que ella nos dio a nosotros».

La actriz, madre de Miguel Bosé, se implicaba mucho en las actividades del municipio. «Tenemos todas las jardineras de la plaza que las plantaba ella, siempre estaba muy pendiente de todo, exposiciones que hemos hecho de arte, era la primera que participaba... Era embajadora de Brieva allá donde fuera. Con ocasión del último premio que le dieron, dijo que vivía en Brieva, el mejor lugar del mundo. Ella nos dio a conocer, eso está claro».

La imagen de Lucía Bosé también es visible en el gran mural, de ocho por cuatro metros, que ocupa una de las paredes del frontón. La obra ha sido financiada en su totalidad con los fondos recibidos del pacto de Estado contra la violencia de género. «Consideramos bueno hacer un mural, primero porque es muy práctico y nos tapa todo lo que es la pared tan fea que tenemos, y segundo porque nos parecía una obra excelente de Andrea Angelina de Blas, una gran promesa del arte», explicó la alcaldesa. «La temática es triste, así que decidimos hablar de esperanza en un tema tan terrible como el que estan sufriendo muchas mujeres. Y decidimos remarcar la esperanza en la educación, la cultura, el pensamiento... aspectos que pueden ayudar a salir de esta lacra. Para ello elegimos mujeres representativas de todas las culturas, de todos los tiempos, como la filósofa, matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría, la pensadora española María Zambrano y la activista Malala Yousafzai, de Pakistán. Y también hemos hecho nuestro pequeño homenaje a Lucía Bosé, que está siempre muy presente en Brieva. Ella siempre hablaba de respeto, dignidad y libertad. Hemos elegido frases llenas de esperanza, que es lo que queremos, de todas estas mujeres. Queríamos dar el enfoque de la cultura y de la educación», subraya la regidora. En el mural aparece también la sierra de la Mujer Muerta, protagonista de «la primera leyenda que tenemos de una época en la que España fue un matriarcado, no era patriarcado. Plasma la importancia del rol de las mujeres a lo largo de la historia en nuestra provincia y por eso la hemos elegido de fondo».

Andrea Angelina de Blas, tatuadora e ilustradora, incidió en que «se hace un tributo a las mujeres que nos hacen planearnos las cosas, así surgió. Luego, por el tema de morado, los matices y los colores fueron saliendo solos». En los murales, señaló la autora, «soy todavía un poco novel, pero creo que se ha dado muy bien y ha sido satisfactorio pintarlo y un orgullo. Sí que es cierto que ha habido mal tiempo y por la lluvia no podía pintar, pero al final, quitando esos días, ha sido cosa de mes y medio. Cuando hacía bueno estaba todo el día aquí. Y he estado muy tranquila a pesar del coronavirus, subidita en mi andamio, a distancia de la gente que pasaba. Los vecinos de este pueblo son muy educados», apuntó. El mensaje es claro: «La base es la educación, desde la educación surge el respeto para conocer los derechos y libertades de todos».

Para el día 25 está previsto organizar una charla con miembros de la unidad contra la violencia de género de la Guardia Civil, «aunque aún lo estamos hablando, porque con esto de la pandemia no tenemos claro si se va a poder llevar a cabo», señala la alcaldesa. A la pregunta de si hay más machismo en las zonas rurales, responde que «pudiera tener su base culturalmente, pero por eso incidimos en la educación. Puede ser un foco, pero no mucho más que en una gran ciudad, porque ahora mismo está presente en todos los ambientes, por desgracia».