La brecha digital ahonda en el «abandono» que sienten los mayores y las zonas rurales

La necesidad de acudir a las aplicaciones móviles para llevar a cabo cualquier gestión hace que este colectivo muchas veces se sienta «abandonado». Por eso, esta agrupación intenta promover cursos que enseñen a la gente mayor las funcionalidades básicas de los teléfonos móviles y puedan así desenvolverse más fácilmente. No obstante, la pandemia del coronavirus les está obligando a que estos cursos sean vía telemática, lo que es una contradicción, tal y como pone de manifiesto Gómez: «A los cursos 'on-line' se apunta gente que tiene un ordenador o un teléfono, es decir, que ya maneja un poquito».

Por otro lado, la progresiva retirada de muchos servicios presenciales, sobre todo en los pueblos que salpican la de por sí envejecida y dispersa geografía provincial, está obligando a los vecinos más mayores a desplazarse para poder cumplir con sus gestiones diarias. «La gente de la zona rural tiene muchísimos más problemas que los que viven en Segovia capital», asegura. Por ejemplo, cada vez hay menos oficinas bancarias (y menos personal en ellas) y los horarios de las sucursales postales se han acortado. Estos son solo dos de los problemas a los que se enfrentan los mayores, a quienes no les queda otra opción que ir a otro municipio, pese a que en muchas ocasiones los ancianos no tienen ni la salud ni los medios necesarios para hacerlo.

La relación con la administración pública, cada vez más virtual, es otra barrera que han de sortear los ciudadanos de edad más avanzada. Para Sara Dueñas, vicepresidenta segunda de la Diputación de Segovia y diputada de Asistencia a Municipios, Modernización y Relaciones Institucionales, «muchas veces, la falta de competencias digitales no es solo una cuestión de edad». «También nos encontramos gente joven que lo ve como algo complicado», asevera.

En estos términos se expresa también Elena Álvarez, directora general del área de Telecomunicaciones y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León. «Las personas mayores son uno de los colectivos afectados por la llamada brecha digital debido a factores generacionales, pero no el único». Y es que, la representante del Gobierno autonómico matiza que entre los ciudadanos menos tecnológicos se encuentran también «los residentes en el medio rural, los desempleados de larga duración, los migrantes y las personas con discapacidad». Colectivos todos ellos a los que la digitalización de la administración les ha complicado la vida.

Uno de los requisitos necesarios para casi todos los trámites que se efectúan por vía telemática en el sector público es poseer un Certificado de Persona Física, un documento expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT). Para una gran mayoría de gente, obtenerlo es una tarea bastante ardua, pero la diputada Sara Dueñas insiste en que «cuando lo adquieres, se abre un mundo a tus pies». «Es una manera de acceder a todas las administraciones públicas de una forma muy sencilla, se abren tantas posibilidades que la gente en cuanto empieza a familiarizarse, está encantada», apostilla.

Para ayudar a esa parte de la sociedad que no está tan acostumbrada al mundo digital a realizar gestiones virtuales, la Diputación de Segovia puso en marcha una serie de cursos ya antes de la pandemia del coronavirus con el fin de informar sobre cómo se podía usar la sede electrónica de las corporaciones locales. Pero más allá de esos tutoriales (aún están disponibles en la web de la Corporación provincial), Dueñas explica que la institución hace meses que lanzó una propuesta a los Consistorios, a la cual se han acogido la mayoría. «Como somos conscientes de que hay una buena parte de la sociedad que no puede trabajar con la administración electrónica por falta de competencias digitales, hemos puesto una tablet en todos los Ayuntamientos».

Con una firma electrónica manuscrita sobre la tablet, el ciudadano ya puede desarrollar los trámites que desee. De hecho, la Diputación ha llegado a un acuerdo con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que permita a los Ayuntamientos acreditar la identidad de la persona que está solicitando el certificado digital de persona física a través de la cámara de la tablet y realizar así un paso imprescindible sin desplazarse. «Estamos poniendo todos los medios posibles para que sea fácil relacionarse con la administración electrónica», concluye Dueñas.

Al igual que institución provincial, la Junta de Castilla y León también ha tomado medidas para paliar la brecha digital. Concretamente, se centran en dos tipos de actuaciones: unas encaminadas a la adquisición de competencias digitales por parte de la ciudadanía y por otro lado se trata de mejorar el propio sistema digital de la Administración autonómica.

En el primer grupo destaca el programa 'Castilla y León Digital', que pretende impulsar la formación y capacitación en competencias digitales de ciudadanos de los colectivos con menores habilidades tecnológicas. Dentro de este proyecto, la Junta ha implantado también un sistema para la certificación de competencias digitales para la ciudadanía ('tuCertiCyL') para acreditar los conocimientos adquiridos y mejorar la empleabilidad de quienes lo obtengan.

Alberto Espinar, concejal de Innovación, Sistemas y Tecnologías de la Información y Administración Digital en el Ayuntamiento de Segovia, cuenta que, a pesar del avance en la digitalización, hay aún mucha gente que prefiere llamar por teléfono o acudir presencialmente a los servicios municipales porque tiene dificultades para realizar las gestiones remotas vía 'on-line'. «Precisamente por ese motivo seguimos dando atención presencial y telefónica», apostilla Espinar. «Entendemos que estos procesos son complejos para muchas personas, por eso intentamos ayudar en la medida de lo posible, facilitando las vías más tradicionales y las más modernas», añade. El concejal esgrime que «para nosotros es importante promover la digitalización, pero sin olvidar a todas aquellas personas que no están tan familiarizadas con estas herramientas».

En esa línea, repasa algunos de los proyectos que ha puesto en marcha el Ayuntamiento, como el programa Edita, desarrollado en colaboración con la Fundación Orange. Esta formación, dirigida a mujeres, pretendía enseñar a realizar gestiones básicas y conceptos clave de las nuevas tecnologías. También, la escuela 'Segovia Activa online 3.0' ha ofrecido 147 cursos virtuales para todos aquellos empadronados en Segovia que quisieran aprender a manejar ciertas herramientas informáticas, y el programa formativo en colaboración con la Fundación Generation Spain y la Escuela de Organización Industrial, que ha impartido un curso sobre marketing digital a jóvenes inscritos en el fondo de garantía juvenil.

Otra apuesta del Consistorio ha sido, a través de un convenio con la Federación Empresarial Segoviana (Fes), la creación de Debarrio.com, el primer 'marketplace' de Segovia. Se trata de un espacio digital que engloba negocios con el fin de promocionar la ciudad e impulsar el comercio local. Así, las tiendas y restaurantes pueden unirse a este «nuevo canal de venta para incentivar el comercio de proximidad», expone el concejal.

Por su parte, Andrés Ortega, presidente de patronal provincial, asegura que «las empresas son conscientes de que se tienen que adaptar» a un escenario cada vez más digitalizado y virtual. Para ello, la federación ofrece a las compañías cursos y talleres que luego éstas ponen a disposición de los empleados con menos competencias digitales. Además, confía en que los fondos europeos Next Generation y los de la Junta, impulsen la digitalización de las empresas segovianas y ayuden a los empleados a adaptarse al entorno.