Bodas de plata cargadas de toneladas de ayuda humanitaria

La Asociación Cueva Valiente de El Espinar ha enviado un contenedor cargado con 23.822 kilos de ayuda humanitaria a Benín, como viene sucediendo ya desde hace muchos años. «Ayer salió el contenedor para Valencia y en muy pocos días saldrá ya para Benín, en concreto para Cotonú, que es el puerto más importante», señaló ayer Agustín Bravo expárroco de la localidad espinariega y creador de esta agrupación.

De esos 23.822 kilos, 16.820 corresponden a alimentos (pasta, arroz, lentejas, garbanzos, azúcar, aceite), 1.450 a conservas (galletas, guisantes, sardinas, atún, tomate, judías verdes), 120 kilos de productos de aseo y limpieza (jabón, champú, gel), 1.750 kilos de ropa nueva (camisas, pantalones, zapatos), 250 kilos de material escolar (cuadernos, lapiceros, bolígrafos), 380 kilos de juguetes, 450 de material médico, 800 para la Misión Fo Boure y M. Tanguiéta y por último, 2.002 kilos catalogados en el concepto de otros.

Fiel a su cita, se trata de un proyecto arraigado en el municipio espinariego que celebra este 2022 sus bodas de plata. Esta iniciativa comenzó hace ya 25 años. Los primeros años fueron de ayuda humanitaria para los niños del orfanato de Bielorrusia, pero desde 2006 esa ayuda se destina para Benin, más de 16 años. «Esto es bonito, es verdad que tiene su trabajo, que hay que recoger los productos, clasificarlos, empaquetarlos para su posterior envío, pero cuando llegamos a esta situación es que se ha conseguido y eso es muy gratificante», manifestó, a la vez que tuvo también palabras de agradecimiento para los voluntarios que han colaborado en todo el proceso.

Su finalidad sigue siendo la misma, mostrando el lado solidario con los que más lo necesitan y estando cerca de los que más sufren «gracias a la ayuda de mucha gente y de muchos segovianos, por descontado, ayuda con la que año tras año conseguimos mandar muchos kilos de alimentos que son prioritarios y de conservas aunque también van cosas de aseo, de limpieza, mucha ropa nueva, sin estrenar, que nos dan los grandes almacenes y material escolar; vamos, un poco de todo», apuntó.

El expárroco de El Espinar quiso agradecer un año más toda la ayuda y generosidad que se ha recibido y a todos los que han colaborado de diferentes puntos de la provincia, como Ayllón, Riaza, Cantalejo, Cuéllar, también de la zona de Abades y Villacastín, «de muchos pueblos, de muchos sacerdotes, de muchas personas, de muchas instituciones, empresas... son tantos. Gracias a todos de corazón».

La asociación espinariega se encarga de reunir esa ayuda que llega desde diferentes puntos de la provincia para su posterior envío. La ayuda va destinada a Benín. La ONG Mensajeros de la Paz, organización presidida por el padre Ángel, la coordina y luego la reparte por el país africano entre la población, a niños, familias con muchos hijos, de norte a sur. «Es una ayuda que favorece a la gente; la gente de Benín es gente muy buena, pero muy pobre en cuanto a recursos económicos y lo necesita; es una ayuda que es muy bien recibida».

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