Secciones
Servicios
Destacamos
El pueblo de Bernardos celebra ya el regreso de la imagen de la Virgen del Castillo a la iglesia parroquial. La procesión, que partió de la ermita a las siete de la tarde de este martes, salió acompañada por los dulzaineros Hermanos Ramos, los dulzaineros del Llano, los dulzaineros de Zarzuela del Monte, los de la Charanzaina, los de Zarzuela del Pinar y las charangas Jaleo y Cubalibre, además de los danzantes, que con sus paloteos hicieron vibrar la tarde. El desfile, que dura casi una jornada, llegará mañana a la iglesia del pueblo, donde los fieles cantarán la Salve y darán las gracias por el desarrollo de estas Fiestas de la Subida tan deseadas, pues debían haberse celebrado en 2020 (tienen lugar una vez cada diez años) y no lo hicieron por la irrupción de la pandemia de covid-19.
No han sido, pues, diez años, como marca la tradición, los que ha habido que esperar para volver a disfrutar de una celebración que implica a todos los hijos del pueblo de Bernardos, sino doce, y había muchas ganas. La explosión de júbilo que la localidad ha vivido estos días ha estado en consonancia con la larga espera.
La Virgen del Castillo ha permanecido en la ermita desde el pasado domingo. Miles de personas han arropado sus traslados, primero desde la parroquia al pequeño templo del cerro y después al contrario. Son tres kilómetros con una pendiente que se empina al llegar a la ermita. Los paloteos, la música, los vítores y los arcos con cien mil flores de papel han servido para rendir pleitesía a la patrona de Bernardos a su paso.
La próxima vez que esto ocurra será en 2030. Habrán pasado, pues, ocho años y no diez. La espera será menor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.