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¿Quién no ha leído, visto o tenido en sus manos un cómic de superhéroes, de Batman, Superman... por poner un ejemplo? Una idea, un guion, una historia que contar de héroes y villanos. Tiene su valor, pero hay mucho más detrás de esas historias, mucho más valor, sobre todo como un canal de comunicación por la enorme capacidad que tiene precisamente de comunicar.
Y así nació la idea llevada a cabo por la ilustradora segoviana Celia Uve de impartir un taller de cómic y creación de personajes en la Casa Joven. Esta nueva actividad, dirigida a jóvenes de entre 16 y 35 años, se desarrolla todos los jueves y viernes de este mes de febrero de 18:30 a 20:00 horas.
El cómic puede ser definido como un relato que se arma principalmente mediante dibujos o imágenes. Puede contar o no con texto, pero, aunque lo haga, el texto nunca ocupa un rol principal frente a los dibujos. Se diagrama en viñetas (que pueden estar marcadas o no) dentro de las cuales sucede un acto o diálogo. Cada viñeta representa un momento específico de la situación contada, como también puede representar diferentes situaciones.
«Lo primero que he querido hacer es dar un taller como me hubiera gustado que me lo hubiesen dado a mí. Los principios básicos del dibujo siempre tienen que estar ahí, y es lo primero que he explicado a los participantes», apuntó Celia Uve. «Me parecía más interesante darles otro tipo de herramientas de cómo crear personajes y luego ellos que se hagan sus trabajos prácticos».
El desarrollo lo tiene claro. «Cada día hay una unidad didáctica que he desglosado y sobre todo se está trabajando en el tema de la creación de un personaje y dentro de ese proceso trabajamos diferentes partes: el rostro, la expresión del rostro, el cuerpo, el movimiento... Todo lo que les estoy dando son herramientas para que luego ellos puedan hacer cosas en casa».
De hecho, en la metodología de trabajo está sobre la mesa la manera de cómo solventar el problema de las manos, «que dan muchos problemas a la hora de dibujarlas. Ya me sé algún atajo y es lo que vamos a practicar». Pero no todo es teoría y sobre todo práctica. «Al final de cada taller he querido mezclarlas con juegos, de interacción, para que sobre todo sea un taller divertido y fresco. Para eso crearemos historietas, trabajaremos el entintado... Pero es un taller flexible y si hay alguna parte que quieran dar un poco más, no me importa cambiarlo; se trata de una actividad adaptada a todo elmundo», explicó Celia Uve.
Son doce los alumnos que participan en esta actividad y pueden crear su personaje desde cero para luego poder integrarlo en una aventura. Aprenderán los principios básicos de 'story board', practicarán movimiento y espacios y jugarán a crear historias imposibles.
Lo primero que tienen que tener claro es tener una idea principal, «qué es lo que quieres contar, que es lo que te mueve y aunque el 'story board' es un poco más para guion (se suele trabajar con un guion), y de una idea principal ir descomponiendo, y componiendo, borrar y desborrar lo que sea necesario. En mi caso, primero pienso lo que voy a hacer, y luego trato de investigar y apuntar todo lo que se me ocurra y con todas esas ideas, tener un concepto para hacerlo a una viñeta», dijo la segoviana.
Y a partir de ahí, dejar que vuele la imaginación, libertad y creatividad al poder. «Yo, por ejemplo, aborrezco el colorear fotocopias; me he querido salir de ahí y lo que hago es dar unas pautas». Yrecuerda otro de los ejercicios, que fue el de crear un rostro a partir de formas geométricas. «Cada uno creó su propio personaje a través de un triángulo invertido. Cada uno fue diferente, pero todos llegaron a la misma conclusión sin decirles nada, con rostros picudos, de caracterísitcas rigidas, así como hurañas».
Celia Uve (celia.uve en Instagram) es una consagrada ilustradora de nuestra ciudad que con sus reconocibles personajes nos acerca a una forma peculiar de contar historias. En las mismas, el rigor científico e histórico y el humor se mezclan para hacer que las historias lleguen de manera más cercana.
«En mi caso, empecé mi trabajo un poco con el humor, pero siempre utiliándolo como una vía didáctica». Recuerda que se inició con el patrimonio cultural, con las famosas segovianadas y me metí más de lleno en este mundo del patrimonio cultural, del mundo de la ciencia que utilizo para divulgación y enseñanza, para que llegue mejor a la gente. Y quería poner esa potencialidad que tiene el cómic aparte de que nos haga reír... Es un mundo de muchas posibilidades», comentó la ilustradora segoviana.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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