El Ayuntamiento de Segovia descarta municipalizar la ORA porque no puede «asumir» la plantilla

Durante los dos últimos años, el Ayuntamiento de Segovia ha estudiado con profundidad una fórmula para municipalizar el servicio, pero la complejidad del proceso y la pandemia han retrasado una decisión que está prácticamente tomada y que urge para licitar el nuevo contrato cuanto antes. «Es algo que corre muchísima prisa», apunta el concejal de Hacienda.

La cautela a la hora de tomar una decisión ha estado motivada por dos factores. Uno, el político, pues el equipo de gobierno no quiere que vuelva a repetirse lo ocurrido en julio de 2020, cuando Podemos-Equo votó en contra de la gestión directa que PSOE e IU pretendían para el aparcamiento de Ezequiel González. Y otro, las trabas burocráticas que existen para crear una empresa municipal de movilidad que se haga cargo del servicio de la ORA. «Ahora mismo, el Ayuntamiento no tiene ninguna empresa pública con ese objeto. Y ampliar las que hay o crear unas nuevas está lleno de obstáculos», ha señalado García Zamora en más de una ocasión. Otro condicionante es la anunciada restricción del paso de vehículos privados al recinto amurallado, prevista para antes del comienzo del año 2024. La actual plantilla de la ORA está diseñada en función de las plazas de aparcamiento que actualmente posee el casco antiguo. «Si finalmente se determina que el recinto amurallado es exclusivamente para los residentes, no necesitaremos que ahí haya ocho personas que revisen la ORA, evidentemente».

En cuanto a la decepción que la renuncia a la municipalización del servicio puede causar en formaciones políticas como Izquierda Unida o Podemos-Equo, defensoras de la gestión pública, el concejal de Hacienda comparte sensaciones: «A mí también me resulta complicado entenderlo. Yo estoy convencido de que todos los servicios públicos deben tener una gestión pública, pero también es verdad que has de garantizar una eficiencia. Y en este caso no partimos de cero. Si yo tuviese que diseñar un nuevo servicio y partir de cero, seguro que diseñaría un servicio público muy tecnológico y con menos plantilla. Pero no es así. Ni partimos de cero ni el servicio puede ser todo lo tecnológico que podríamos desear ni tener menos personas de las que hay», explica Jesús García Zamora. La nueva licitación se impone, pues, como única salida. El concejal quiere sacar el servicio a concurso cuanto antes. «Quizá lo que haya que buscar –continúa– es un pliego a la mejor oferta económica, pero que garantice los derechos de los trabajadores. Sería una gestión indirecta que asegurara la protección social, que es lo que más nos importa. Esto se hizo cuando sacamos adelante el pliego para contratar el servicio de limpieza y recogida de residuos».