El Ayuntamiento actualiza el proyecto de la segunda fase de Padre Claret

Por ese motivo, Obras está a la espera desde el pasado otoño de una decisión de Contratación que parece llevar a una rescisión del contrato por mutuo acuerdo. «Hasta que no haya una resolución de contratación no me atrevo a decir nada», insiste precavido Merino. No obstante, sí que reconoce que el departamento que dirige trabaja con ese escenario encima de la mesa y prepara ya una nueva licitación de la obra, proceso que se pondría en marcha tras la resolución del anterior contrato.

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El edil descarta que esa hipotética y probable resolución del contrato con la empresa pueda tener coste económico alguno para el Ayuntamiento. «Uno de los objetivos era que no tuviéramos perjuicios más allá de los retrasos en los plazos», indica. En este sentido, no se pronuncia acerca de si la empresa tendrá que hacer frente a algún tipo de penalización por no ejecutar la obra, pero sí recuerda que «ha habido una adjudicación, una firma del contrato y un depósito de fianza».

Con la resolución del contrato y una nueva licitación como escenario más probable, la Concejalía aprovecha las últimas semanas para adaptar el proyecto. Merino recuerda que la anterior adjudicación se hizo al límite de los plazos con un proyecto realizado a finales de 2017. Por ello, la nueva licitación se producirá con una actualización de los precios del proyecto original y con la inclusión de varias mejoras. Merino reconoce que el encarecimiento de los suministros supondrá también que la obra tenga un mayor coste que los 148.000 euros previstos en un primer momento. Pero además, también incluirá mejoras como la retirada de los respiradores del 'parking' subterráneo de Padre Claret de la calzada con el objetivo de reducir tanto los ruidos como las vibraciones.

Por último, también se modificarán las dimensiones de los nuevos adoquines, aunque no cambiará su tipología. Es decir, los actuales se sustituirán por unos similares a los instalados hace más de una década en la calle José Zorrilla. «Tenemos que ser conscientes de que es una calzada con más tráfico que otras y que tiene una infraestructura delicada por abajo. Es un punto complejo», concluye el edil de Obras.