![La ayuda a domicilio recupera más de 120 usuarios tras el goteo de bajas](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202006/07/media/cortadas/ayuda-kMWB-U110435349608SMG-1248x770@El%20Norte.jpg)
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laura lópez
Segovia
Domingo, 7 de junio 2020, 13:28
El servicio de ayuda a domicilio se presta a las personas en situación de dependencia, ya sea por tener una avanzada edad o por padecer determinadas carencias de carácter físico, psíquico o social que les impiden afrontar con normalidad las necesidades de la vida ... diaria. En el caso del que presta la Diputación de Segovia por toda la provincia, los beneficiarios son, en un 95 %, personas de avanzada edad, muchas de las cuales viven solas.
Antes de la pandemia, entre 270 y 275 auxiliares acudían a las casas de 1.100 usuarios para prestarles su auxilio en tareas cotidianas, como las labores domésticas, la higiene personal o la preparación de alimentos. En el caso de la prestación que ofrece el Ayuntamiento de Segovia, lo recibían 450 usuarios antes de la crisis, según informa la Concejalía de Asuntos Sociales. Para acceder a este servicio hay que pasar por un proceso burocrático en el que hay que presentar diversos informes y una valoración de la dependencia, información con la que los trabajadores sociales realizan un proyecto de atención personalizado, en función del grado.
Con el fin de establecer unos criterios objetivos para evaluar la situación de estas personas, se aprobó por Real Decreto 174/2011, de 11 de febrero, el baremo de valoración de la situación de dependencia establecido por la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Según explica la jefa de Servicio de Asuntos Sociales de la Diputación de Segovia, Mar Martínez, existe un primer grado, en el que se encuentran las personas que tienen entre 25 y 49 puntos en el mencionado barómetro (BVD), y estos tienen derecho a hasta 12 horas de servicio de ayuda a domicilio al mes. Se trata de personas que necesitan asistencia para realizar algunas tareas domésticas, aunque siempre se orienta a los técnicos a «no sustituir el hecho», sino enseñar a la persona a valerse por sí misma, dentro de sus posibilidades.
Por otro lado, el grado dos comprende a las personas con una calificación entre 50 y 74 puntos en el BVD y a estos les corresponden entre 21 y 45 horas al mes, que acaban siendo repartidas en aproximadamente en una hora al día. Se trata de usuarios que necesitan más atención personal en, por ejemplo, las labores de higiene personal, la preparación de alimentos, el acompañamiento o el recordatorio de tomar su medicación. Estos dos primeros grados son los más recurrentes entre los usuarios que se benefician del servicio en la provincia de Segovia.
El último eslabón lo conforman las personas pertenecientes al grado tres, que son aquellos con más de 75 puntos en el BVD, los llamados grandes dependientes. «Son las personas que están encamadas, que necesitan ayuda para todas las actividades», señala Martínez. A estos les corresponde el mayor número de horas, entre 45 y 70 al mes, que se traducen en unas dos horas y media al día, pero estas personas necesariamente viven con otras.
De los 1.100 usuarios con los que el servicio comenzó este año en el caso de la Diputación, en torno al 25 % decidieron prescindir de él con la llegada de la pandemia. En el caso del Ayuntamiento, de los 450 usuarios habituales, hasta 190 casos, un 42%, fueron suspendidos a instancia de ellos como medida preventiva ante la covid-19.
Martínez indica que estas bajas se debieron a múltiples factores, entre ellos que algunas personas dejaron de vivir en la provincia porque se desplazaron antes del estado de alarma con sus familias. Pero el más recurrente, sin duda, fue el temor al contagio. Se trató, en su gran mayoría, de personas del grado uno, usuarios que decidieron por sí mismos o con la intervención de las familias que podrían prescindir de, por ejemplo, tener un entorno doméstico más cuidado durante estos meses con tal de extremar las precauciones de cara a la crisis sanitaria, ya que la gran mayoría de ellos pertenecían al colectivo vulnerable por su avanzada edad.
Por ello, explica Martínez, la comisión permanente de seguimiento de la covid-19 de la Diputación tuvo en cuenta esta circunstancia y decidió que no darían de baja en el servicio a estos usuarios, sino que los suspenderían. La diferencia, indica Mar Martínez, radica en que, tras la baja, los beneficiarios tendrían que volver a llevar adelante todo el proceso burocrático para acceder de nuevo al servicio y, con la suspensión, podrían volver a él con inmediatez cuando así lo desearan. Así lo han hecho ya durante las últimas semanas unas 70 personas de las que habían interrumpido el servicio con el avance de la desescalada y la paulatina recuperación de la confianza en la vuelta a la normalidad. Se espera que otras muchas lo hagan en las próximas semanas, y de ellos están pendientes las propias auxiliares, quienes realizan ahora un trabajo «proactivo» con llamadas a los usuarios para saber cómo se encuentran, cuáles son sus necesidades y si están dispuestos a que vuelvan a sus casas. Según ha informado el Ayuntamiento de Segovia, 55 servicios de los que se habían suspendido ya se han reiniciado y la expectativa es de que se recupere próximamente el total de forma paulatina, puesto que «se reciben llamadas a diario» en este sentido.
A pesar de estas bajas del servicio de la Diputación, también ha habido nuevas incorporaciones de personas que han pasado a necesitar asistencia a raíz del paso de la pandemia por sus vidas, en la mayoría de los casos con cierta urgencia. Por ejemplo, el de algunas personas mayores cuyos cónyuges, en los que se apoyaban normalmente, han sido ingresados de un día para otro en el Hospital.
Según informa Cristina García, la responsable del servicio de la empresa Claros, que gestiona las labores de las auxiliares de la Diputación, entre las ampliaciones de horario y las nuevas altas han tenido unos 180 nuevos casos que atender entre los meses de abril y mayo. El Ayuntamiento de Segovia también ha tramitado 18 altas urgentes y 11 ampliaciones por situaciones derivadas del coronavirus.
El paso de la pandemia y todas las restricciones que la han acompañado ha supuesto un reto para llevar a cabo este trabajo en el órgano provincia.Por ejemplo, a la hora de realizar las valoraciones de situación de dependencia, que normalmente requieren del estudio del entorno del usuario para hacer la evaluación y este extremo no ha sido posible en los últimos meses. Este nuevo escenario obligó al departamento de la Diputación a reinventarse, con el objetivo de absorber estas nuevas demandas de una forma mucho más ágil que la habitual, que suele precisar de un gran aparato burocrático: «A nivel personal, nos costó un poco», reconoce Martínez, quien explica que los técnicos tuvieron que enfrentarse a una forma de trabajar totalmente diferente a la que conocían, «sin toda la parafernalia de la documentación».
El resultado fueron unos procesos mucho más rápidos, en los que a través de «un solo papel» se puso a disposición el servicio prácticamente de un día para otro, «sin mayor trámite o documento administrativo», relata la jefa del servicio.
Ha sido una revelación para el equipo de trabajo y Martínez espera que no caiga en saco roto: «Podemos ser mucho más ágiles de lo que somos y tenemos que sacar esa enseñanza», apunta. La responsable del departamento explica que siempre ha existido estos mecanismos de urgencia, pero apenas se aplicaban. Considera ahora que pueden ser muy útiles para agilizar ciertos procesos, siempre con el respeto a los procedimientos administrativos, que son los que dan garantías al usuario.
Según informa Cristina García, se han realizado pruebas de covid-19 a toda la plantilla que presta servicio en la provincia y los resultados han revelado que 13 de las 270 auxiliares han pasado la enfermedad. Además, estas 13 fueron sometidas a otra prueba posterior y solo una de ellas volvió a dar positivo, por lo que se dio de baja. Ya se ha reincorporado al trabajo recientemente.
En este periodo, cincuenta de estas auxiliares se han dado de baja por algún motivo. Algunos no tienen que ver con la covid-19, pero buena parte se han producido por precaución al tratarse de población de riesgo por patologías previas que convertían a estas personas en vulnerables. A día de hoy, veinte permanecen de baja.
García subraya el agradecimiento a todas las trabajadoras, pues considera que muchas veces «no se las visibiliza» como es debido. Destaca la labor que realizan en el apoyo de las tareas más básicas, fundamentales para conseguir alargar el máximo el periodo previo al ingreso en una residencia, y sobre todo el trabajo «psicosocial» durante el aislamiento.
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