Las auxiliares de ayuda a domicilio exigen mejoras en sueldo y jornada

«Es vergonzoso. El de la ayuda a domicilio es un sector que resultó esencial durante los meses más duros de la pandemia y en ningún momento se nos ha reconocido, tampoco económicamente. Así que nos vemos en la obligación de defender nuestro trabajo y reivindicar un mínimo de respeto. Si no nos respetamos nosotras mismas, ¿quién nos va a respetar», señala Julia Martín Herrero, la delegada por el sindicato CGT, minoritario en un comité de empresa en el que UGT tiene mayoría. Entre las exigencias de las auxiliares del Servicio de Ayuda a Domicilio, además del aumento salarial, figura la adaptación de los servicios que ofrece Diputación a sus necesidades, «para así poder tener una jornada digna»; la posibilidad de jubilarse a los 64 años, «una edad más que apropiada teniendo en cuenta la labor que se realiza todos los días»; el reconocimiento de las enfermedades causadas por el trabajo, y un plus «digno y consolidado».

«Utilizamos como herramienta de trabajo el vehículo particular, por lo que percibimos 0,20 céntimos al kilómetro, cuando la Junta de Castilla y León lo ha subido a 0,23 céntimos, y hacemos de media 700 kilómetros al mes. El importe recibido para este fin es a todas luces insuficiente, sin contar el desgaste y las averías que sufren los vehículos».

Por todo ello, las trabajadores expresaron su disconformidad con la firma de un convenio «que nos deja durante tres años consecutivos con una subida de solo el 1%, en medio de una situación económica y laboral cada vez más precaria». El servicio tiene alrededor de 300 trabajadores en la provincia, la inmensa mayoría mujeres.