Una patrulla de la Policía Local, anoche, en la Plaza Mayor de Segovia. Óscar Costa

Segovia

El aumento de la intervención policial por ruidos mejora la convivencia en el casco antiguo

Las llamadas por molestias entre vecinos crecen un 54,8% respecto al año pasado, pero solo el 2,6% acaba en mediciones sonoras

Domingo, 9 de febrero 2025, 09:17

Puede resultar paradójico, pero el aumento de las intervenciones de la Policía Local de Segovia para tratar disputas de ruido entre vecinos se ha traducido en una leve mejora de la situación en el casco histórico, la zona más afectada. Es el relato de sus ... vecinos, que han abrazado el hábito de llamar a la autoridad, algo más puntual en el pasado. Y esas llamadas sirven para apaciguar antes de que llegue la sangre al río. Porque de las 493 intervenciones que hizo la Policía Local de Segovia por ruidos de distinto origen, solamente hubo 13 mediciones sonoras positivas. Es decir, solo el 2,6% de las quejas se traducen en consecuencias, una estadística con muchas posibles respuestas. Desde la susceptibilidad del afectado a la dificultad de registrar la entidad de la molestia en el momento o a la complicación que supone asumir el procedimiento para que sancionen al compañero de escalera.

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Los vecinos no quieren sanciones, sino silencio. Y el resumen es que descolgar el teléfono funciona. Las 493 intervenciones por ruido en Segovia en 2024 suponen un 19,6% más que las 412 del año anterior. Aunque la estadística municipal está dividida según los orígenes principales de las molestas, el aumento se explica porque las ocasionadas directamente entre vecinos han subido un 54,8%, desde las 215 de 2023 a las 333 recogidas entre enero y diciembre del año pasado. La estadística la completan 75 intervenciones en la vía pública –triplican las 20 del año anterior–, 9 por ruidos generados por animales –casi la mitad de los 17 de 2023– y 50 originados en establecimientos, un descenso respecto a los 66 del ejercicio anterior.

Miembros de la Plataforma Contra el Ruido en Segovia, en una imagen de archivo. A. de Torre

La Plataforma Contra el Ruido en Segovia, creada en 2023 para presionar al Ayuntamiento a que tomara medidas al respecto como, por ejemplo, facilitar los procedimientos para denunciar, no está activa en estos momentos. El grupo surgió «como medio para dar voz a aquellas personas que se veían afectadas por el ruido en su día a día y, lo que es más grave, en su salud», pero lo que entonces definió como «un grave problema en la ciudad» no ha tenido después seguimiento, bien por su falta de movilización o por la dimensión. «A día de hoy, no nos llegan esas quejas», resume una antigua portavoz, que aún defiende la utilidad del grupo, aunque hayan sido las llamadas individuales de los vecinos las que han mejorado la connivencia.

La Plataforma Contra el Ruido en Segovia, creada en 2023 para canalizar el malestar, no está activa en estos momentos

Las intervenciones de Policía Local suponen que los agentes han acudido al lugar a comprobar lo que sucede. «A veces es porque alguien tiene la música local y cuando van ya no se escucha nada», resume el concejal de Seguridad Ciudadana, César Martín. Aunque ese ruido se extinga en el transcurso entre el aviso y la visita, cuenta en la estadística. Hasta 26 corresponden a molestias sin clasificar. «Hay gente que llama porque escucha un ruido desde casa y no sabe ni lo que es ni de dónde viene». El año pasado hubo 94, lo que prueba el esfuerzo en catalogar con más detalle casos que antes quedaban en un cajón de sastre. Un 67,5% de las intervenciones corresponden a ruidos vecinales, la principal causa del aumento interanual. Martín habla de música, celebraciones de cumpleaños o discusiones. «Que el vecino de arriba corre mucho por las noches o tiene niños pequeños».

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Un 67,5% de las intervenciones corresponden a ruidos vecinales, la principal causa del aumento

La estadística no detalla con precisión cuántas de esas intervenciones corresponden a pisos de universitarios, no necesariamente por una fiesta, sino por todo tipo de ruidos. Una treintena de las 333 del año pasado tienen esa etiqueta de universitario porque el afectado la utilizó al avisar a Policía Local. Eso no quiere decir ni que esos 30 sean fehacientemente universitarios ni que el resto de llamadas genéricas no incluyan a esos pisos. «No podemos diferenciar quién es el que vive en cada casa porque estigmatizamos a un colectivo. No voy a señalarle como generador de un problema en la ciudad porque ahora mismo no lo es. Es verdad que ha habido muchas quejar y problemas, pero tenemos que tratar entre todos de solucionarlo».

El Ayuntamiento contactó con el rector de IE University a principios de curso. «Tuvimos una conversación para decirle que trasladen a sus alumnos la necesidad de convivir con los vecinos y que no generen ningún tipo de molestia». Martín elogia la receptividad de las universidades –también la UVa– porque el objetivo es compartido. «Habrá gente que a la primera responda de una manera positiva y quien no acepte ninguna petición por parte de nadie. No puedo decir que los chavales son peores que una persona de 50 años».

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Martín explica el papel de los policías como «mediar entre las partes». Aunque ya no haya ruido, el primer paso es hablar con el afectado. Si lo hay, el siguiente paso es proponer la medición. «Para hacerla tienen que acceder al domicilio y la mayoría lo rechazan. Esperan a la próxima vez, que igual ha sido algo puntual». Por un lado, se explica para no enturbiar definitivamente la convivencia vecinal; por otro, por el tedio de no empezar el proce

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