Dos aulas del instituto La Albuera permanecen cerradas tras la caída de un falso techo

Por su parte, la Unidad Técnica de la Dirección Provincial ha inspeccionado el lugar, comprobado las causas del incidente y ha decidido mantener clausuradas el aula damnificada y la de que está al lado en aras de la prevención. Asimismo, se va a sustituir la cubierta en la que se produjo el desprendimiento. «Nos han dicho que no hay riesgo», tranquiliza García.

La portavoz de la asociación de padres agradece a los responsables del instituto su reacción. «Han actuado bien», se felicita por el comportamiento que ha tenido el centro en las horas posteriores a lo que califica como un «susto». Y es que sí que coincide con la versión de Educación en la que se subraya que no hubo que lamentar ningún daño personal, ni siquiera nimio, aunque admite desconocer más detalles. «No hubo que avisar a ninguna ambulancia», tranquiliza la portavoz de la asociación de padres.

Otra cosa es que el impacto contra el suelo hiciera que alguna pequeña pieza saliera despedida y, quizás, tocara a algún estudiante. A tenor de la información que la dirección de La Albuera ha transmitido a las familias y a la propia asociación, el suceso se produjo por «el desprendimiento de lo que llaman un falso techo o segundo techo».

«El material -añade la portavoz- es un aislante muy ligero». Cuando la parte de la estructura cayó y chocó contra el suelo se hizo pedazos y levantó mucho polvo. A parecer, este sotechado en el aula que sufrió el hundimiento parcial carece de forjado. «La cubierta de esta clase y del aula de al lado es de un material aislante que va pegado y se despegó por un esquinazo», cuenta la representante del AMPA a partir de los testimonios recabados en el instituto segoviano.

«No debería de haber pasado, pero tampoco ha sido algo de una gravedad enorme», añade Paula García. La polvareda levantada por este suceso la detonó una denuncia ante la Policía Nacional interpuesta por una madre de una de las alumnas que estaba en el aula de Informática afectada por el desprendimiento. Los jóvenes, más de una veintena, se vieron sorprendidos por la caída. Para evitar que la bola de nieve creciera, la dirección informó de los hechos a las familias de los estudiantes implicados.

Sin embargo, la portavoz del AMPA de La Albuera sí hace hincapié en que el inmueble «está viejo y necesita de un mantenimiento». La asociación «lo ha denunciado, necesita más atención que la que recibe». Por ahora, «la Dirección Provincial de Educación va ejecutando las cosas más acuciantes», pero García insiste en que el edificio que alberga el instituto demanda inversiones más cuantiosas para mejorar unas instalaciones que van acumulando años y obsolescencia.

Si bien el instituto «no se cae a cachos», Paula García da un tirón de orejas a modo de toque de atención a la Dirección Provincial de Educación de la Junta en Segovia para que tome nota del percance y proceda a ejecutar las rehabilitaciones que requiere La Albuera y que se han venido reivindicando, como las mejoras en el gimnasio.