Juan Fuentes, joven de Aguilafuente que salvó la vida gracias a la atención médica en Aguilafuente. El Norte

«Si me hubieran tenido que atender en Carbonero el Mayor no lo habría contado»

Juan Fuentes, vecino de Aguilafuente, asegura que si no le hubieran tratado de urgencia en su pueblo habría perdido la vida

Quique Yuste

Segovia

Lunes, 27 de septiembre 2021

Juan Fuentes Garzón es un chico de 19 años vecino de Aguilafuente, una de las localidades de la provincia que según los planes de la Consejería de Sanidad y de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia se habría visto afectada a partir de octubre ... por una reorganización del servicio que habría supuesto el cierre de su servicio de urgencias. Un servicio que según declara este joven le ha salvado la vida hasta en dos ocasiones, precisamente por estar en su localidad. Y es que si Juan hubiera tenido que desplazarse hasta otro centro de salud seguramente no podría contar hoy los dos grandes sustos que se llevó hace algo más de dos años.

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Juan, que se considera un chico sano, señala que cualquiera puede verse obligado a acudir de urgencias al médico. A él le pasó en 2018, cuando sufrió una reacción alérgica al piñón. Hasta ese momento, no tenía conocimiento de la reacción en su cuerpo cuando consumía este fruto seco. «No tenía ni idea. Ahora ya sé que si me como un piñón no lo cuento», declara.

Pero aquel día aún ignoraba su alergia. Faltaban unos minutos para comer y antes de sentarse en la mesa decidió probar por primera vez un piñón. No tardó en hacerle efecto. Empezó a sentirse mal, a tener picores, a vomitar, la vista se le nublaba y sufrió una importante erupción cutánea que «me dejó el cuerpo rojo». Acababa de sufrir un shock anafiláctico que necesitaba de una rápida atención médica. Si no, corría el serio riesgo de perder la vida.

Por suerte para él, en Aguilafuente había servicio de urgencias. Acudió rápidamente y los médicos no tardaron en saber lo que le pasaba. «Me pincharon muchas cosas», recuerda Juan. Tampoco olvida las palabras de los médicos. «Me dijeron que diera las gracias porque si me hubiera tenido que ir más lejos no lo habría contado», comenta.

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Unas palabras que le quedaron grabadas y que han resonado con más fuerza este verano, cuando el centro de guardia de su pueblo ha estado a punto de ser trasladado a Carbonero el Mayor. «Me dijeron que a Carbonero no habría llegado», añade Juan, quien meses más tarde sufrió una nueva reacción alérgica, de nuevo al piñón, tras consumirlo por accidente en otro alimento. «Esta vez fue bastante más suave, pero también necesite que me atendieran», declara.

Así, indica haber sentido cierta «lástima» cuando escuchó que las urgencias de su pueblo podían cerrar. No tanto por él, que ya tiene controlada su alergía. Lo sentía porque lo mismo que le pasó a él le podía ocurrir ahora a otra persona «sin que tuviera tanta suerte como yo». Y también «por la gente mayor, tanto de Aguilafuente como de otros muchos pueblos de la provincia». Por ello, espera que al final el centro de guardia se mantenga abierto. «Si no, entiendo que mucha gente piense que la están empujando a irse del pueblo». concluye.

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