Las asociaciones sociosanitarias de Segovia se quedan sin espacio

En cierto sentido, la Asociación de Padres y Tutores de personas con Parálisis Cerebral y Discapacidades Afines (Aspace) está de enhorabuena. El pasado año, realizaron la solicitud de subvenciones procedentes de los fondos europeos. Tres les fueron concedidas. Con ellas, la agrupación local ha adquirido una máquina de neurorrehabilitación robótica—llamada 'Omego' y que es «tecnología puntera en el sector»—; también, junto a la Federación de Aspace en Castilla y León, se disponen a instalar un proyecto de impresión 3D destinado a crear productos de apoyo a bajo coste.

No obstante, no todo son buenas noticias. La actual sede de la asociación en Segovia —un local de la plaza Echegaray, en pleno barrio de San Millán— no dispone de espacio suficiente para dar cabida a toda esta tecnología. Las máquinas han sido encargadas a Corea del Sur y desde la asociación estiman que pueden tardar en llegar a Segovia mes y medio aproximadamente. «¿Qué hacemos con las máquinas? Si no tenemos dónde meterlas», se pregunta María de Pablos, directora de Aspace. La agrupación se ve en un brete porque la ayuda que podrían ofrecer con este equipamiento a las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines resultaría «diferencial».

Cuando la agrupación local tuvo conocimiento de la adjudicación de los fondos y la llegada de los aparatos, inmediatamente se puso en contacto con las instituciones locales para llamar su atención sobre la necesidad de un local más amplio. «Es algo que llevamos demandando desde finales del pasado año. Tienen conocimiento de ello Ayuntamiento, los diferentes grupos municipales, la Junta y la Diputación. Todos», aclara Marta del Caz, trabajadora social de la entidad. Sin embargo, el deseado local no se ha conseguido hasta el momento. Asimismo, Aspace tiene dos planes más a corto plazo: incorporar a sus funciones «un 'mini centro' de día para que los jóvenes que salen del colegio y son usuarios de nuestros servicios puedan tener una respuesta diferente a lo que hay en la actualidad en la ciudad. También queremos introducir un centro de recuperación de ictus», explica Del Caz.

Los contactos con los grupos políticos municipales y con el Ayuntamiento para la ampliación del espacio actual han sido constantes. Las reuniones con Diputación y Junta, también. El pasado marzo, el concejal de Participación Ciudadana, Andrés Torquemada, visitó la sede de la plaza Echegaray. A dicha concejalía pertenece el inmueble ocupado en la actualidad. «Es algo sabido, tienen conocimiento de nuestra situación y de los fondos europeos que hemos recibido».

Casualmente, la tarde del pasado 22 de abril, De Pablos se topó, en los alrededores de la sede de San Millán, con una comitiva compuesta por el concejal Torquemada; la concejala de Servicios Sociales, Ana Peñalosa; técnicos municipales y Natalia Florez, jefa del Servicio Territorial de Fomento de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia. El propósito de la visita se basaba en «estudiar la posible ampliación del centro de día de la asociación Aspace», según la nota de prensa distribuida por el Ayuntamiento. La ONG no tenía conocimiento de dicha reunión, así que cuando su directora —que se encontraba en medio de sus labores— observó a los representantes en las inmediaciones de su sede, se unió a la comitiva y la invitó a visitar el actual local del que dispone la agrupación. «Sabíamos que iba a haber una reunión porque nos lo comunicaron desde el Ayuntamiento, pero no sabíamos ni dónde, ni cuándo. Cuando los vi fuera, me autoinvité y los acompañé. Estaban revisando los locales próximos a nuestra sede disponibles en el barrio de San Millán de cara a cedernos un espacio y cubrir nuestras necesidades. Los concejales ya conocían el local actual, pero la responsable de la Junta no, así que se lo enseñé», cuenta María de Pablos.

Aspace acudió al pleno del pasado viernes. La razón de la asistencia radica en la presentación, por parte del grupo municipal de Ciudadanos, de una moción que coincide con los intereses y planteamientos de la organización sin ánimo de lucro. Concretamente, la propuesta presentada pedía solucionar los problemas de espacio de Aspace Segovia. Fue aprobada por unanimidad.

El portavoz del grupo Podemos-Equo en el Ayuntamiento, Guillermo San Juan, identifica las razones de «la insuficiencia de espacios físicos para desarrollar su actividad por parte de muchas de las 57 entidades sociosanitarias activas en Segovia», un fenómeno extendido en la ciudad: «Muchas asociaciones de ayuda sociosanitaria encaran problemáticas por cesiones muy inestables en el tiempo, lo que que les impide tener estabilidad; o por disponer de espacios muy reducidos para albergar todas sus iniciativas, como es el caso de Aspace».

Por ello, la formación morada reclama una solución «genérica» para la aliviar la situación todas estas asociaciones. «Se trata de un programa municipal de intermediación que se pone en contacto con propietarios privados y, a través de ventajas fiscales en el IBI y de un seguro a todo riesgo que proporcione toda la seguridad jurídica a la hora de alquilar, permita que estos propietarios pongan a disposición sus locales a un alquiler por debajo del precio de mercado», explica el portavoz municipal. Y matiza que «no sólo sería una solución para las asociaciones, sino también para los emprendedores y las pymes que puedan estar interesadas».

Para el caso concreto de entidades sociales como Aspace, la propuesta introduce un elemento extra: «Es un programa de alquiler asequible, pero que, además, complementa los convenios ya existentes con el ayuntamiento de forma que dichas entidades paguen en la práctica un alquiler de coste cero», detalla Guillermo San Juan.

El Centro Integral de Servicios Sociales Jesús Mazariegos, ubicado en el barrio de la Albuera, da cobijo hoy día a tres asociaciones de ayuda sociosanitaria: Down Segovia (ASIDOS), la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (AFA) y la Asociación de Parkinson. Se trata de un centro municipal cedido a estas identidades por el Ayuntamiento para que dispongan de un emplazamiento donde desempeñar su labor social.

En los próximos meses, se espera que Alzhéimer Segovia se traslade a su nuevo centro de día, recién construido en la parcela colindante a la Biblioteca Pública. «La razón de este proyecto, que comenzó hace trece años, es que el espacio actual del que disponemos en el CISS y que nos fue cedido por el Ayuntamiento, al que estamos muy agradecidos por la ayuda dispensada, no es suficiente», explica Anabel de Pedro, gerente de la asociación. Además, subraya que la nueva sede supondrá «un cambio exponencial» de cara a la comodidad de los usuarios y trabajadores.

Cuando se llevará a cabo la mudanza es aún una pregunta sin respuesta. «Esa es la pregunta del millón», responde De Pedro. AFA tenía en mente realizar el traslado en abril de este año, sin embargo, el retraso en la llegada de las ayudas de la Junta de Castilla y León ha forzado su aplazamiento.

La parcela de terreno sobre la que la agrupación ha levantado su nueva sede fue cedida por el Ayuntamiento de Segovia. El edificio sería financiado según lo estipulado en un 70% por la Junta y el resto correría a cargo de la propia AFA. No obstante, las ayudas de la Junta no han llegado hasta el momento en su totalidad, causando la actual demora y contratiempos para la entidad sociosanitaria. «Esperemos que el pago restante de la subvención se cumpla en los próximos meses, porque si no, la propia asociación tendrá que hacerse cargo de la diferencia», cuenta Anabel de Pedro. Y matiza que «este año tiene que llevarse a cabo la mudanza porque el mantenimiento simultaneo de las dos sedes es inviable».

Por tanto, la futurible marcha de Alzheimer Segovia del CISS dejará en solitario a Down Segovia y a la Asociación de Parkinson. Esta última espera que el espacio ocupado hasta ahora por Alzheimer Segovia quede a disposición de las dos agrupaciones que permanecen en el complejo municipal ya que por el momento «el espacio se queda pequeño para atender a los enfermos y sus familiares». Adicionalmente, el retorno a la actividad de muchos talleres municipales que se efectúan en el centro –hasta ahora interrumpidos por la pandemia–, supondrá que haya ocasiones donde el centro se encontrará atestado de usuarios, familiares y trabajadores.

Teresa Martín, gerente de la Asociación de Parkinson, señala que la ayuda del Ayuntamiento ha sido «fundamental», pero que, de cara a la marcha de Alzheimer Segovia, desean poder llenar ese hueco. «Hemos tramitado una solicitud genérica para que cuenten con nosotros para dar uso a esos espacios que quedarán libres», asevera Martín.

Por otra parte, Down Segovia esgrime que para la importancia de sus actividades «nunca hay suficiente espacio, pero nos apañamos». Sin embargo, no tienen pensado reclamar la zona que dejará Alzheimer. «En un principio no prevemos ocupar el espacio de Alzheimer, pero sí hacer uso de las salas comunes que quedarán disponibles», sostiene el presidente de la asociación, Rafael Egido.

Lejos ya del centro Jesús Mazariegos, Autismo Segovia —ubicada en un local de la plaza de Somorrostro— también ve como su espacio se está viendo reducido conforme crecen las necesidades. «Hemos incrementado mucho el número de usuarios de la asociación y la sede actual donde aplicamos las terapias se queda pequeña», arguye su presidenta, Susana Guri. El centro dispone de tecnología —robótica e impresoras 3D— dispuesta de manera un tanto «apiñada». Otro de las diatribas que encara la asociación es que las terapias que lleva a cabo son en su mayoría individuales lo que supone en ocasiones «hacer encaje de bolillos».

Desde hace unos años, el Ayuntamiento adjudicó a Autismo Segovia la parcela colindante a la recién levantada sede de Alzheimer Segovia. El plan es levantar en ese espacio su nuevo centro de día. «Con este centro todo sería más sencillo a medio plazo. Sin embargo, a largo plazo, con la demanda futura que prevemos, pensamos que tampoco sería espacio suficiente», constata Guri.

La asociación, primitivamente pretendía que la financiación de dicho centro —que se construirá empleando impresión 3D— fuese completamente privada, pero los avatares de los últimos años han impedido la llegada del dinero. «Nos hemos encontrado primero una pandemia y después una guerra. Es muy complicado así». Es por ello, que la idea de pretender subsidios públicos de cara al futuro se contempla en el planteamiento de la agrupación. «De momento no hemos solicitado nada, pero lo haremos», confirma la presidenta de Autismo Segovia.

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