Álvaro Senovilla, durante el último partido del Balonmano Nava. Carlos Espeso
Balonmano

La asignatura del Nava está en su pista

Tras sumar 22 puntos de los 30 en juego en casa en la pasada temporada, los naveros llevan menos de la mitad en los nueve partidos de este curso

Sábado, 22 de febrero 2025, 09:35

El rendimiento del Nava en su lustro como equipo de Asobal está directamente vinculado a sus números como local. Lo del fortín del Guerreros Naveros, ... el pabellón de la competición con mayor promedio de asistencia en la primera vuelta –lleno en sus ocho partidos–, no es solo de cara a la galería. Lo conseguido ante su público fue la clave de su mejor temporada, el curso pasado: sextos, a un gol de Europa. Algo que se gestó porque agarró más dos de cada tres puntos en juego en tierras segovianas: 22 de 30, producto de diez victorias, dos empates y solo tres derrotas, cuatro con la eliminación copera ante el Torrelavega. En lo que va de curso, no alcanza la mitad, pues solo cosecha 8 de 18 tras la derrota de Anaitasuna.

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Pese a la fama de Nava de la Asunción como una cancha difícil, el club solo puede esgrimir superávit de puntos en la última temporada. Las otras cuatro temporadas en Asobal –incluida la actual– son deficitarias. El curso pasado solo tres equipos –Barça (1º), Granollers (3º) y Logroño (4º)– se llevaron la victoria. Cangas y Benidorm se fueron con un punto, y gracias, porque los alicantinos evitaron la derrota con una parada sobre la bocina y los gallegos perdían por dos ya en el último minuto. Cayeron los demás: Sinfín, Sagunto, Valladolid, Puente Genil, Anaitasuna, Ademar, Huesca, Bidasoa –por primera vez–, Torrelavega y Cuenca. Fue una temporada de sobresaliente tras su regreso a Asobal y sumó el doble de puntos como local que como visitante.

El equipo al que Álvaro Senovilla devolvió a la Asobal se dio un paseo en División de Honor Plata. Jugó 13 partidos en casa y solo perdió dos: el susto de la primera jornada en plenas fiestas patronales ante el Atlético Novás que pareció oscurecer sus opciones de ascenso y la eliminación copera ante el Granollers. Ganó los otros 11, algunos con marcadores abusivos. Por tanto, desde 2022 el saldo como local era favorable a los segovianos, hasta que la victoria de Anaitasuna dio la vuelta a la ecuación.

Tras esta derrota, el Nava solo ha ganado uno de sus últimos cinco partidos como local, un triunfo cómodo ante Guadalajara (35-29), una secuencia con una derrota ajustada ante Torrelavega –como ocurriría el primer domingo de febrero ante los navarros, Mario Nevado tuvo el empate sobre la bocina y lo evitó el portero– y otra más clara ante Cuenca, que decidió el duelo con un parcial de 3-11 en la segunda mitad. La cosa pudo ser peor de no haber logrado Pablo Herranz el empate ante Benidorm en el último ataque en el partido que sirvió de cierre a 2024. La otra derrota, la de rigor, la firmó el Barça. Y las otras dos victorias fueron las dos mejores actuaciones segovianas del curso, ante el Valladolid (38-33) y, sobre todo, ante Bidasoa (37-33), un día redondo.

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Los números de las tres primeras temporadas fueron los de un equipo implicado en la lucha por la permanencia. Debutó, eso sí, con victoria ante el Valladolid, pero aquella temporada, la 2019-20, suspendida en marzo por el coronavirus, solo conoció dos triunfos más, ante rivales de la zona baja como Sinfín y Sagunto. Tres triunfos, un empate y cinco derrotas. En la siguiente, la 2020-21, cimentó la salvación, con cuatro victorias en sus últimos cinco partidos ante su público, incluida la de la jornada final ante Anaitasuna que certificaba un año más en Asobal. Fueron siete victorias, un empate y nueve derrotas. Con todo, de nuevo números deficitarios.

La peor temporada que ha conocido el público segoviano en un último lustro lleno de celebraciones fue la del descenso, en mayo de 2022. Firmó la mejor primera vuelta de su historia con 16 puntos, los mismos que aseguró este curso en diciembre, gracias al rendimiento a domicilio, el origen de nueve de ellos. En su justo contexto, esto explica que cuando el Nava depende de lo que consigue como visitante es más débil. Solo ganó cinco partidos en casa –uno, de Copa, ya irrelevante ante Ademar– y solo sumó un punto en sus últimos seis citas como anfitrión, incluidas tres derrotas para acabar.

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La oportunidad de la visita hoy del Logroño: «Tenemos que mejorar»

. El técnico del Nava, Álvaro Senovilla, no esconde la cuenta pendiente del equipo como local. «Tenemos que mejorar, en casa es importante sacar los puntos, nosotros trabajamos para ello. Este fin de semana tenemos otra oportunidad». La visita del Logroño el sábado a las 20:00 horas. «Sería una alegría para todos y también un motivo de confianza y relajación para afrontar lo que nos viene por delante». Es decir, tres jornadas antes del siguiente parón, en marzo. «En esta segunda vuelta lo que necesitamos es ganar el primer partido», resume el pucelano tras las derrotas ante Anaitasuna y Valladolid. «Es la presión y la rabia de no haber podido puntuar. A veces nos vemos superados por adversidades que no controlamos, circunstancias que no tiene que ver solo con las deportivas».

Con todo, el técnico relativiza la tabla, con su equipo octavo, a la misma distancia de Europa –cinco puntos– que del descenso, con el Logroño a un punto. El objetivo es claro. «Que el equipo consiga cuando antes un bagaje de puntos lo más grande posible para alejarse de la zona de peligro y más adelante ver si podemos aspirar a más».

La baja de Luisfe ha limitado al Nava desde el parón invernal. «Nuestra rotación se ve muy afectada y tenemos que buscar soluciones». Sasha, central diestro, en una posición habitualmente reservada para un zurdo. «El equipo tiene que sobreponerse a estas adversidades. No estamos haciendo malos partidos con un diestro en la derecha, pero es un hándicap que siempre condiciona».

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