Secciones
Servicios
Destacamos
La rutas en Castrojimeno ya hicieron que el mundo abriera bien los ojos para descubrir el valor geológico de este paraje y ahora las audioguías también abren los oídos para conocer al detalle los tesoros revelados en los afloramientos rocosos de los que presume este pequeño pueblo segoviano de 33 habitantes. La localidad segoviana amplía los sentidos a través de los cuales adentrarse en este yacimiento, uno de los más relevantes de bioconstrucciones arrecifales del Cretácico Superior, ensalzan los promotores municipales de esta apuesta.
«Estamos sorprendidos de la afluencia de público y de la demanda de más información», arguye la teniente de alcalde de la localidad. Mar Guerra está entusiasmada con la repercusión que tienen las rutas geológicas que se inauguraron el año pasado para revelar algo tan singular como un arrecife en la provincia segoviana.
Noticias relacionadas
Berta Jiménez
¿Cómo puede ser si no hay mar? Es ahí donde entran en juego los expertos como Andrés Díez, presidente de Geología de Segovia, que colabora habitualmente con el Ayuntamiento de Castrojimeno. El especialista ha prestado su asesoramiento a la hora de poner en marcha la nueva iniciativa, que es un paso más en la divulgación de las rutas. Y es que, según Mar Guerra, la idea de trasladar los tres itinerarios a una plataforma digital de audioguías que se puede descargar el usuario intenta «hacer más cómodo» el viaje que propone el pueblo y que retrotrae al visitante 86 millones de años atrás, a las formaciones rocosas con origen marítimo.
La zona estaba inundada entonces por el mar de Tetis, donde habitaban microorganismos como los rudistas. Los propios vecinos de Castrojimeno desconocían la importancia del arrecife hallado. Fue el profesor Javier Gil Gil quien llamó la atención sobre este emplazamiento e instó al Ayuntamiento a emprender acciones para su conservación y valoración con el fin de difundir este enclave de alto interés, como demuestra la demanda de colegios para visitarlo.
Aunque las rutas disponen de su correspondiente código QR con datos ampliados, el Ayuntamiento también ha recabado a lo largo de los meses la petición por parte de los asistentes de un guía. Guerra reconoce que los recursos económicos en un Consistorio tan pequeño son exiguos y no alcanzan para contratar un experto que ejerza de cicerone en las rutas geológicas.
Ahora, con la descarga de la aplicación -audioguidesapp.com- para escuchar la información complementaria se palía ese déficit. «Ahí están las tres rutas para realizar la visita o un paseo escuchándolas como si un geólogo se las explicara, no es lo mismo pero por lo menos es una opción, gratis y fácil», comenta la teniente de alcalde.
La divulgación de arrecife de Castrojimeno aún tiene otra asignatura pendiente. Se trata de un centro de interpretación. De momento, el Ayuntamiento no ha contado con respaldos de administraciones para poner en marcha este proyecto. En realidad, Mar Guerra relata que hace treinta años ya hubo un primer intento de edificar un complejo dedicado al yacimiento y a la riqueza geológica del lugar; sin embargo no ha prosperado. Lo que se ha hecho para edificar el centro ha sido manera altruista, añade la teniente de alcalde.
El objetivo de Castrojimeno es terminar la construcción y dotarla de contenido. «No queremos que sea un simple museo, sino algo vivo y activo en donde se pueda investigar o hacer talleres y que cuando vengan los expertos sea como una especie de casa de geólogos», ambicional representante municipal.
Por su parte, Andrés Díez subraya en sus publicaciones la parte más técnica de los hallazgos. El presidente de Geología de Segovia llama la atención sobre el enclave de Castrojimeno, las sucesiones de rocas, sus estructuras sedimentarias y su contenido en fósiles. «Especialmente espectaculares son los afloramientos rocosos, las rocas nos muestran una inusual cantidad y diversidad en su contenido fosilífero de invertebrados marinos, como moluscos, corales, equinodermos…, que nos llevan a pensar que en su entorno se situó, hace unos 85 millones de años, un gran arrecife marino».
El sector oriental de la provincia se hallaba sumergido bajo «un mar somero y cálido, subtropical, que aumentaba en profundidad desde el suroeste, donde se situaba la costa, hacia el noreste, donde llegó a cubrir varias docenas de metros. En una posición intermedia, donde la profundidad no era muy grande y existía un pequeño escalón en el lecho marino, se situó una zona donde proliferaban colonias de diferentes organismos marinos: algas, moluscos, braquiópodos, equinodermos, corales, foraminíferos, briozoos, ostrácodos, serpúlidos etcétera», desglosa el experto en sus informaciones sobre Castrojimeno.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.