Pleno en el Ayuntamiento de Segovia

La aprobación del primer presupuesto del PP consolida los dos bloques políticos municipales

La segunda lectura pone el foco en los bancos de la izquierda, especialmente en los que ocupa el PSOE. Los números de la votación situaron a los socialistas ante una desagradable realidad: la derrota sufrida en mayo es más dura de lo que venía pareciendo y tendrán que fajarse en la oposición después de haber gobernado sin demasiadas apreturas durante veinte años. En esta travesía del desierto contarán con la compañía de los concejales de IU, Segovia en Marcha y probablemente Noemí Otero, la concejala del casi difunto Ciudadanos, llamativamente combativa con Mazarías tras su luna de miel de cuatro años con el PP en la Diputación.

Así la cosa política, la aprobación del presupuesto municipal, el primero en años que se aprueba en enero, fue un mero trámite. PP y Vox lo tenían todo atado y bien atado, al menos desde el pasado lunes, cuando sus portavoces comparecieron ante la prensa para anunciar que habría presupuestos. El alcalde no dejó nada a la improvisación. Llevaba el pleno preparado al milímetro. Tras debatir las enmiendas de PSOE, IU, Segovia en Marcha y Cs, que fueron rechazadas, Mazarías expuso sus números: «Es el presupuesto más alto de la historia, más de 76,9 millones de euros, un 15,7% más elevado que el aprobado en 2022», dijo antes de recrearse en las inversiones reales, «la joya de la corona», un total de 8,8 millones de euros que doblan los consignados hace dos años en ese presupuesto que en 2023 fue preciso prorrogar.

Le siguió en la palabra Rosalía Serrano, concejala de Hacienda y portavoz del grupo popular, que hizo una defensa cerrada de las cuentas: «Es un presupuesto austero, riguroso, realista, centrado en las inversiones y abierto a la participación; el que Segovia necesita para asegurar su prosperidad». Serrano dijo que sus números reducen el endeudamiento, fortalecen el tejido social, económico e industrial de la ciudad y garantizan el cambio y la búsqueda de nuevas oportunidades.

Vox apenas mostró fisuras en su apoyo. Se limitó a decir que no le gustan ciertas partidas, como las destinadas a determinadas «granjas socialistas»: la ayuda para las mujeres víctimas de violencia de género, «porque ese dinero nunca les llega», o el «derroche» en Cultura, ejemplificado en Hay Festival, «un evento ideologizado por la izquierda». Su portavoz, Esther Núñez, dijo asimismo que su grupo ha hecho un ejercicio de «responsabilidad» con los segovianos y que se trata de unos presupuestos «coherentes», nacidos «con la voluntad» de mejorar la vida de los vecinos. «En ellos vemos cumplido en parte nuestro programa electoral», añadió.

El resto de grupos políticos lamentó el «poco tiempo» que el PP le ha dejado para estudiar a fondo el proyecto, lo que a su juicio demuestra una «nula voluntad» por abrirlos a la participación de todas las fuerzas con representación municipal. La portavoz del PSOE, Clara Martín, habló de presupuesto «improvisado» y «calcado del anterior». Para los socialistas, las cuentas de Mazarías «venden humo» porque dejan 3,3 millones de las inversiones reales a merced de la enajenación de tres parcelas. Martín afeó a los populares haber dado una vuelta de tuerca a la presión fiscal al suprimir la bonificación del IBI y subir la tasa de basuras, y cargó contra el aumento del gasto político en el Ayuntamiento, al haber sumado más concejales liberados e incrementado las dietas y la asignación a los grupos políticos.

Las críticas del portavoz de IU fueron en el mismo sentido. Ángel Galindo lamentó el incremento del gasto político, que no casa con la austeridad proclamada por la derecha, y el recorte en políticas sociales y medioambientales. «Aumentan las liberaciones de siete a diez, multiplican por cinco las asignaciones a los grupos políticos, compran a sus concejales nuevos equipos informáticos y alquilan por renting dos coches para el alcalde con los asientos de cuero», expuso. Galindo arremetió contra la inversión de 310.000 euros prevista para resucitar el párking de Los Tilos: «Se ve que desconocen lo que en su día pasó con ese proyecto».

Guillermo San Juan, portavoz de Segovia en Marcha, criticó con dureza el «monopolio urbanístico» que supone la enajenación de las parcelas. «¿Presupuestos realistas? Cuando el 30% de las inversiones queda vinculado a esa venta incierta de parcelas, es más apropiado hablar de ciencia ficción», afirmó. La otra concejala integrante del Grupo Mixto, Noemí Otero, se quejó de la «prepotencia» y de la «falta de diálogo» con que el PP «ha impuesto» sus números.

El cierre lo puso Mazarías: «Ha sido un esfuerzo titánico, pero hemos logrado en seis meses lo que en muchos años no se había conseguido: tener un presupuesto en enero. Esto nos va a permitir salir de la situación de estrangulamiento económico causado por la prórroga del presupuesto».