Segovia

Aparecen grandes pintadas pese a redoblar esfuerzos para su eliminación

El vandalismo prolifera a marchas forzadas y el Consistorio reconoce ciertas dificultades para eliminar las pintadas presentes en todos los barrios de la ciudad, una complicación que también está presente a la hora de identificar a los responsables, ya que actúan fundamentalmente por la noche, cuando hay menos tránsito de personas por las calles.

«Algunas pintadas se han retirado hasta dos o tres veces. En un mismo emplazamiento, han vuelto a aparecer y se han vuelto a quitar», explicó el alcalde, José Mazarías, a principios de octubre. Ejemplo de ello son las de la calle Antonio Machado, aunque no hay que remontarse tanto tiempo atrás para dar cuenta de esta situación.

Hace menos de una semana, el Ayuntamiento tuvo que limpiar un grafiti realizado en los ventanales de un local cerrado bajo los soportales de la avenida del Acueducto. En concreto, tenía un «claro contenido ideológico», apostilló. Tras eliminarse, reapareció poco tiempo después: en menos de quince días.

Pocos días después, también en el entorno patrimonial, los paseantes han podido observar una pintada aún de mayores dimensiones, consistente en una palabra despectiva, en lo alto de la gasolinera de la avenida Padre Claret. Sobre todo es visible desde la cuesta de San Juan, si bien el Consistorio no ha concretado la fecha exacta de la realización del acto incívico y tampoco los plazos previstos para su retirada.

Esta localización ha sido víctima de vandalismo en diversas ocasiones, aún cuando requiere escalar y subir a varios metros de altura. Una de ellas, hace menos de un año. A mediados de noviembre, una fachada colindante a la que ahora sufre las pintadas fue grafiteada. Cinco meses después, surgieron de la nada otras dos más. Las labores de limpieza consiguieron eliminarlas en abril y, medio año después, hay que retomar estos trabajos en la misma ubicación.

El Ayuntamiento no se ha pronunciado ante la posibilidad de que la cruzada declarada contra las pintadas haya tenido cierto efecto llamada, pese a ser preguntado por esta cuestión. No obstante, Mazarías esgrimió este mes que «solo hay que darse un paseo por la ciudad para ver que estas han desaparecido prácticamente en su totalidad, lo cual parece una provocación para que, amparadas en la nocturnidad, vuelvan a aparecer».

La administración local intensificó en junio los trabajos para limpiar los grafitis de las fachadas de viviendas, garajes, muros, columpios y señales, entre otros lugares, hasta superar el centenar de pintadas eliminadas. Ante el amago de una nueva oleada, se pide a los colectivos o personas que ejecutan este tipo de conductas incívicas que «respeten» los edificios, el mobiliario y el trabajo realizado por los operarios municipales. «Deberían pensar en todo lo que conllevan», afirmaron.

Precisamente, el equipo de gobierno mantiene abiertas todas las vías de conversación con la empresa adjudicataria del servicio de limpieza FCC de cara a modificar el contrato para disponer de un equipo exclusivo que elimine, con urgencia, las pintadas.