Antonio Hens, músico urbano: «Me inspiro en sentimientos que todo el mundo puede hasta tocar»

–¿Cómo fueron sus inicios?

–Me gustaba mucho escribir y un día me puse a improvisar con unos colegas. Empecé a poner letras encima de alguna base y no se me daba mal. Conocí a Delgao, uno de los integrantes de Go Roneo, que ya sacaba música, y me dijo: «Oye un día nos hacemos una canción». Y así empezamos, 'con la coña'.

–¿Empezó rapeando?

–Sí, yo escuchaba rap y hubo un tiempo en el que todo lo que yo sacaba era rap. Hacía batallas aquí en Segovia, siempre perdía.

–¿Cómo definiría su estilo musical?

–Mi música ha ido evolucionando. No sabría calificar mi estilo exactamente pero por lo que dice la gente es pop-rock urbano. Como una fusión entre el pop-rock de toda la vida, el rap y algo un poco más fresco.

–¿Sus canciones son solo para veinteañeros o también tiene fans a partir de los 30 años?

–Ahora con el recibimiento del disco me he llevado sorpresas. Me ha hablado gente de más de 35 años, gente que se autodenomina a sí misma 'pureta' me ha dicho: «Yo no escucho nada de esto pero me ha gustado tu disco». Hay fans que me dicen: «Mi madre te escucha todos los días y le encanta». Creo que mi target ahora mismo sí que está en los jóvenes, pero mi música puede llegar a más gente.

–¿Qué música escucha?

–Walls, por ejemplo, es uno de los que participa en el disco pero también soy fan suyo. Rauw Alejandro, Pol Granch, Natos y Waor, Kase O, Michael Foster, Recycled J... La escena urbana española es lo que más suelo escuchar a diario.

–Recycled J canta con usted en su tema 'De nuevo' ¿Cómo se gestó esta colaboración?

–Nos conocimos hace año y medio, más o menos. Hablamos de hacer una colaboración pero se quedó un poco en el aire. Yo me junté con Pablo Rouss -el productor del disco- y Delgao en el estudio. El tema lo compuse con Delgao y lo dejamos aparcado. De repente, Pablo Rouss, que también trabaja con Recycled J, me dijo que le había enseñado el tema y que le había flipado. Surgió de una forma natural, lo escuchó y dijo: «Me quiero meter aquí». Él ya sabía que yo quería colaborar, yo ya le había tirado la caña.

–¿Qué ha significado cantar con este artista?

–Ha sido siempre un referente. Cuando les dije a mis colegas que había hecho una colaboración con él, fliparon. Igual que yo, que no me lo creí hasta que vi el tema ya sonando en Spotify.

–¿Habrá más colaboraciones en el futuro con él o con músicos de su prestigio?

–Sí, pero de momento no puedo desvelar nada. Este verano habrá sorpresas.

–¿Le paran la calle para pedirle fotos o autógrafos?

–Autógrafos casi nadie… (entre risas). Pero fotos sí.

–¿Se le sube el éxito a la cabeza o consigue mantener los pies en la tierra?

–Los que mejor pueden valorar esto son las personas de mi entorno cercano, los que me ven día a día. Yo me puedo creer una cosa pero igual me dicen: «Te has vuelto gilipollas». Pero mi familia y amigos me dicen que bien. Mi padre me dice que me sigue viendo como el mismo tonto de hace dos años. Al final, mi día a día ha cambiado mucho, porque tengo otro tipo de trabajo y me pasan otras cosas que antes no me pasaban, pero me sigo comportando igual. Hay momentos en los que si sales a un concierto y oyes a todo el mundo gritar, se te pone la autoestima en las nubes. Pero llegas a casa y te siguen dando los mismos bajones de hace años.

–¿Cuándo tuvo claro que se quería dedicar profesionalmente a la música?

–Claro lo he tenido hace muy poco. No lo veía algo palpable.

–¿Cómo ha sido el recibimiento de tu álbum 'Hensito'?

–El lanzamiento del disco ha superado mis expectativas. Este sábado lo presento en directo en Madrid y ahí es cuando realmente notas si a la gente le ha gustado o no. Porque al final las cifras están bien, pero donde realmente ves si a la gente le gusta es cuando canta una canción a pleno pulmón o cuando sigue cantando si yo me quedo sin aire. De momento, estoy súper feliz. He recibido muchísimos mensajes de fans, también de gente que me ha descubierto gracias al disco. Es mi primer trabajo de referencia en mi carrera y creo que la gente lo está valorando mucho.

–¿Alguna vez pensó que iba a llenar salas con cientos de personas para escuchar sus canciones?

–No, la verdad. Hace un año me hicieron la misma pregunta y dije que sí, porque lo veía factible. Pero ahora mismo me están pasando cosas que no pensaba que fueran posibles.

–Sus letras reflejan las inquietudes de la juventud, el desamor, las adicciones. ¿Se inspira en su propia experiencia o habla en general?

–Me suelo inspirar en lo que me ha pasado a mí. Me gusta inspirarme en sentimientos cotidianos que todo el mundo puede casi hasta tocar. No me gusta hacer metáforas. Busco no complicarme demasiado, me sale natural hacerlo así.

–Su despegue definitivo ha coincidido con la pandemia. ¿Cómo le ha afectado el confinamiento para crear nuevas canciones?

–Me afectó bastante. Yo en marzo, abril y mayo tenía previstos muchos conciertos, algunos de ellos ya con las entradas vendidas. Estaba súper emocionado, así que luego pasé unos días triste. Miraba el calendario y pensaba: «Ahora tendría que estar en Salamanca cantando». Pero al final estuve con mi familia y en casa pude hacer música porque tengo montado un 'home studio'. Si te soy sincero, creé mucha música pero no mucha música 'guapísima'. De todo lo que hice entonces, han salido dos temas como mucho. Tampoco estaba muy inspirado.

–¿Recuerda el día en el que le llamaron de una discográfica? ¿A quién llamó primero para contarle la noticia?

–La primera vez que me llamaron para ficharme como artista -en solitario- fue la noche de reyes de 2020. Yo había subido un adelanto a Instagram y Twitter de mi single 'Intoxicao'. Y de repente me llamaron de Sony y me dijeron: «Pasado mañana vente a la oficina que estamos revolucionados con esto». Yo estaba en casa y fue como: «¿qué ha pasado?». Estaba que no me lo creía. Se lo conté a mis padres y a mi manager, y a partir de ahí empezaron las negociaciones. Firmé el contrato una semana antes de empezar la cuarentena, no me dio tiempo ni a celebrarlo. En ese momento tenía 30.000 oyentes mensuales, y vi que alguien apostaba por mí, estaba viendo algo en mí que yo no veía en ese momento. Que una discográfica de ese calibre viera que había un proyecto a desarrollar fue un chute. Pensé: «Esto funciona».

–¿Las redes sociales han sido un escaparate para su música?

–Cien por cien. La primera vez que mi música llegó a mucha gente fue gracias a que subí un trozo de mi canción 'Tu historia y la mía' a las redes sociales. Fue en noviembre de 2019. No sé qué pasó que el vídeo se viralizó. Un vídeo grabado en mi casa, que se veía mal, tenía como 300.000 reproducciones: una locura. En una semana llegué a tener 4.000 seguidores en Instagram. Estoy muy agradecido a las redes. Sé que pueden tener cosas malas, tóxicas, que hay muchas comparaciones. Pero a mí me han traído cosas muy buenas.

–¿No ha tenido ningún problema con algún usuario en las redes?

–Estoy intentando adaptarme a eso. Cuando leo mil comentarios positivos, digo: «Qué bien». Pero de repente veo uno malo y me quedo 'rayado', aunque sea un minuto. En general lo estoy llevando bien, pero hay gente que no es consciente del daño que puede hacer. Yo tengo claro lo que estoy haciendo y tampoco me dejo llevar por ese tipo de comentarios.

–¿Cuándo llegará el concierto en Segovia?

–Cuando nos quieran en Segovia. El público sabemos que nos quiere, tanto a mí como a Go Roneo, porque el año pasado llenamos dos veces la Sala Beat en un fin de semana. Yo estoy deseando hacer un concierto en Segovia. Lo queremos hacer como sea, estamos buscando los medios. Pero de momento no se ha podido.

–¿Cree que para seguir creciendo profesionalmente tendrá que dejar Segovia?

–Yo vivo aquí y quiero quedarme aquí. Sí que se puede. Es cierto que tengo que ir mucho a Madrid, pero al final todos los contactos que tengo que hacer, ya los tengo.

–Las perspectivas para los jóvenes son complicadas hoy en día. ¿Qué le hace falta a la ciudad para que el talento joven se pueda quedar aquí?

–Es complicado. Siendo artista, cuando quieres hacer música tienes que conseguir al productor, al que te hace la mezcla, al que te hace el videoclip, al que te hace la portada... Si te pones a buscar gente, la hay, pero es más fácil irse. Tampoco hay sitios donde alquilar cámaras profesionales, no hay estudios donde puedas grabar un disco. Faltan medios en Segovia.

–¿Cuál es su meta?

–Lo que quiero como objetivo a medio plazo es crear un proyecto sólido, no tener un 'hit' y que la gente conozca solo ese 'hit'. Ir creciendo paso a paso y mantenerme ahí. Quiero tener una carrera larga, con mi música, con mi grupo. Ojalá que el proyecto vaya hacia arriba como el último año y lo pueda disfrutar. Hasta el momento, lo estoy disfrutando como un niño pequeño. Y espero que siga siendo así.