«Tenía 98 años y una vida hecha, pero cuando llega la hora, duele mucho»
UN AÑO DEL ESTADO DE ALARMA EN SEGOVIA ·
Los hijos y los nietos jamás olvidarán a María Nevado, la primera persona fallecida por covid en la provincia de SegoviaSecciones
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UN AÑO DEL ESTADO DE ALARMA EN SEGOVIA ·
Los hijos y los nietos jamás olvidarán a María Nevado, la primera persona fallecida por covid en la provincia de SegoviaMónica es nieta de María Nevado Rico, la primera víctima mortal de la covid-19 en la provincia. Habla en nombre de su familia, y especialmente de su padre, hijo de María, al que todavía le puede la emoción cuando la recuerda. «Fueron días tristes y raros. Estaba en la residencia de Sanchonuño y enfermó el miércoles 11 de marzo. La trasladaron al Hospital de Segovia en ambulancia y al día siguiente fueron mis padres, con la intención de verla. Después de todo el día allí, dejaron pasar a mi padre, provisto de EPI, y la vio. Entonces no había circuitos limpios ni sucios ni nada, y los protocolos no estaban muy claros. Le dijeron que no la tocara. Ella estaba consciente pero no hablaron. Estaba mal, nerviosa, desazonada, y supongo que se ahogaba. El 13 de marzo, viernes, nos llamaron para decirnos que había muerto y que la causa era covid, pues había dado positivo», recuerda Mónica.
A María la incineraron en Cuéllar el sábado, el mismo día en que entraba en vigor el estado de alarma. «A la incineración acudimos cinco familiares, sin mascarillas ni nada, claro. Recuerdo que me llamó la atención el atuendo de los operarios de la funeraria, con mascarilla, pantalla, bata, guantes.... Me parecía todo un poco exagerado, aunque ya había dudas y miedo. Sí me dolió no poder siquiera abrazar a mi padre, que debía estar asintomático porque en un test serológico posterior comprobó que tenía anticuerpos. Él había visitado a mi abuela en la residencia el fin de semana anterior», añade.
María ha dejado un recuerdo imborrable en sus tres hijos, sus cuatro nietos y sus seis biznietos: «Mi abuela era muy cariñosa y muy familiar. Siempre tuvo buena relación con sus hermanas, con su familia. Era de dar muchos besos, de expresar el cariño que llevaba dentro. Tenía 98 años y había hecho su vida, pero cuando llega el momento, la hora, duele mucho».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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