El año histórico en el que La Albuera fue un fortín

El año 2024 permite hacer una comparación perfecta entre la Segoviana que ascendió como ganadora del grupo V de Segunda RFEF y la debutante que ocupa el décimo puesto en Primera RFEF. Los últimos 18 partidos del equipo en la cuarta categoría del fútbol español –desde su visita a Illescas el primer domingo de enero al alirón cantado ante el mismo rival en La Albuera en mayo– valieron a los azulgranas 34 puntos de 54 en juego; es decir, una media de 1,8 puntos por partido. Fue el resultado de diez victorias –siete en casa y tres a domicilio–, cuatro empates y cuatro derrotas, todas lejos de Segovia. El equipo también lleva 18 partidos en su concurso en Primera RFEF y suma 25 puntos, es decir, 1,3 por encuentro. El fruto de seis victorias (cuatro en casa y dos fuera), siete empates y cinco derrotas. Si sumamos ambos bagajes, el equipo de Ramsés ha cosechado exactamente la mitad de los puntos en juego en los 36 partidos del año vencido: 54 de 108.

Es curioso que el número de goles a favor de la Segoviana en ambos periodos sea el mismo: 25. El dato del curso pasado queda engalanado por el 5-0 al Cacereño, pero a nivel estadístico la clave del ascenso estuvo en el apartado defensivo, un equipo que convirtió las porterías a cero en rutina y solo encajó 13 goles en los últimos 18 partidos del curso. El debut en Primera RFEF ha duplicado el dato hasta los 28, una cifra engordada por las goleadas (4-1) ante los filiales de Real Sociedad y Celta.

Pero el gran hilo conductor que los de Ramsés han conservado tras el ascenso es mantener La Albuera como fortín. Desde que el Talavera se llevara los puntos en noviembre de 2023 con un gol en el descuento de un exazulgrana Alexander Szymanowski, no hay victorias visitantes. El título liguero se cimentó en una trayectoria de siete victorias consecutivas para terminar la temporada tras iniciar la segunda vuelta con dos empates. Es decir, sumó 23 de los últimos 27 puntos en juego en su estadio, incluida la victoria que resolvió la temporada ante el Illescas.

Entonces, solo estuvo un minuto por detrás en el marcador de un total de 810, el que pasó entre el 0-1 del Getafe B y el empate de Peke. La diferencia en Primera RFEF ha sido la resiliencia, pues es el equipo ha ido perdiendo en cinco de sus nueve partidos como local y no ha cedido ninguno. Son cinco empates –ante Ponferradina, Zamora, Barça Atlètic, Unionistas y Sestao– y cuatro victorias –ante Bilbao Athletic, Real Unión, Andorra y Lugo– para un total de 17 puntos de 27. Es decir, el 68% de los puntos que llevan los de Ramsés esta temporada han llegado ante su público.

Desde que el Talavera se llevara los puntos de Segovia, los de Ramsés suman 46 puntos de 60 en juego ante su público y son uno de los dos equipos invictos como local del grupo 1, junto al Andorra. Una estadística de mérito, pues en el grupo II solo hay otros dos que completan la lista: el Antequera, líder, y el Mérida. Un orgullo del que podrá presumir al menos hasta la visita el 18 de enero del Arenteiro. Entre medias, jugará el día 11 en Tarragona ante el Nástic, la vuelta a la competición del equipo que ayer volvió a pasar frío tras diez días de cómodo descanso.