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El Partido Animalista PACMA va a por todas. Este jueves día 4 anunciará en Segovia, ante la sede de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, las medidas que va a adoptar dentro de la campaña específica que ha preparado para « ... conseguir la prohibición legal» de las becerradas de El Espinar. Esta vuelta de tuerca a la presión social que pretende dar el colectivo se ha marcado estos festejos como su «primer objetivo», tal y como han desvelado sus representantes.
La iniciativa se va a llevar a cabo a lo largo del verano y, por el momento, se centrará en «dar visibilidad» a las becerradas que PACMA ya documentó y denunció el año pasado y que sus representantes califican de «brutales». Entonces, el partido consiguió, no sin una tensa polémica con el equipo de gobierno municipal de El Espinar, que la Junta de Castilla y León sancionara con 5.400 euros al Ayuntamiento de la localidad segoviana por las infracciones cometidas en el desarrollo de becerradas.
El Consistorio, que hace uno año presidía la socialista Alicia Palomo, decidió no recurrir contra la resolución de la Administración autonómica y abonó las dos multas que le fueron impuestas,una de 1.800 euros y otra de 3.600. Según recogía el informe previo elaborado por el delegado de la autoridad en estos espectáculos taurinos, en este caso la Guardia Civil, queda constatado que hubo alumnos de la escuela taurina de El Espinar que se metieron en el coso para entrar a matar a los animales lidiados, una función que solo pueden realizar personas que estén debidamente autorizadas, circunstancia que no ocurre con este centro, ya que carece del pertinente reconocimiento oficial.
La sanción no se dirigió a estos jóvenes, sino al Ayuntamiento de El Espinar por falta de control de estos espectáculos taurinos. En paralelo, la Delegación Territorial de la Junta requirió a la escuela taurina que regularizara su situación.
El mínimo para este tipo de multas es 50 euros y el máximo de 20.000 (una tercera parte de las que se imponen por infracciones en las corridas de toros). La repercusión que tuvieron estas becerradas, entre otras consideraciones, hizo que no se opte por aplicar la sanción mínima.
Fue a finales de agosto del año pasado cuando el PACMA presentó ante la Junta la primera denuncia por el «maltrato» y las «vejaciones» cometidas durante la becerrada que tuvo lugar el 25 de julio en el núcleo de San Rafael. Miembros del partido animaalista grabaron en un vídeo, que ahora usan para lanzar la campaña, algunas de las «irregularidades» detectadas, como por ejemplo la intervención de personas ajenas a la lidia o el apuntillado de las crías sujetándolas por el rabo y entre varias personas, algunas de ellas ajenas a la lidia».
Esta denuncia hizo que la posterior becerrada de los quintos de El Espinar se desarrollara con más despliegue de la Guardia Civil del habitual. Por su parte, Alicia Palomo defendió la tradición de las becerradas.
A raíz de la campaña de denuncia de los animalistas, la regidora padeció «un acoso brutal» en las redes sociales, como ella misma dijo, donde fue objeto de insultos, amenazas y descalificaciones que sopesó denunciar en los tribunales. Asimismo, esgrimió la legalidad de los festejos con el argumento de que en las actas no figuraba que se hubiera cometido irregularidad alguna.
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