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Tan solo el 6% de los accidentes de tráfico que se producen por la invasión de la carretera por parte de animales son provocados por especies domésticas. En esta clasificación se incluyen las propias mascotas, como son los perros y gatos, así como también el ... ganado. Sin embargo, una menor frecuencia de este tipo de siniestros no siempre implica mayor levedad. Más de la mitad de los incidentes con animales que se saldaron con heridos en la provincia de Segovia el año pasado tuvieron un ejemplar doméstico como protagonista.
La estadística actualizada de la Dirección General de Tráfico (DGT) calcula que seis de cada diez accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras segovianas a lo largo de 2023 fueron causados por la irrupción de un animal o varios en la vía. Si bien es cierto que no hubo que lamentar víctimas mortales por este motivo, los servicios de emergencia tuvieron que intervenir en hasta nueve ocasiones al registrar heridos. Son seis menos que en 2022, cuando se contabilizó más de un percance con víctimas al mes. Afortunadamente, en el último balance ninguno de los conductores y ocupantes de vehículos revistieron gravedad.
Segovia contabilizó 985 siniestros viales por animales, lo que arroja una media de más de dos avisos al día. Es un dato similar al observado en años anteriores, aunque la tendencia permanece al alza. Las especies cinegéticas estuvieron detrás del 93% de los atestados formulados por las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado y solo una parte mínima, que se corresponde con 60 accidentes, están relacionados con la invasión de la calzada por mascotas o ganado.
El corzo y jabalí lideran la clasificación general de fauna que se relaciona con una mayor peligrosidad en lo que a número de incidentes de circulación se refiere. Ambos suman 640 y 229 siniestros, respectivamente, lo que supone un 88% de los expedientes que fueron abiertos el pasado año. Esto significa que la centralita de la sección de Tráfico de la Guardia Civil recibió una llamada cada diez horas por conductores que colisionaron con especies silvestres en algún punto de la red viaria provincial.
Cuatro de los heridos de carácter leve que se notificaron y que fueron atendidos por los efectivos de emergencias habían atropellado un corzo. Los avisos por este suceso tuvieron lugar en la travesía de Navalmanzano, en la confluencia de la carretera CL-605 a la N-110, en la SG-205 (de Cuéllar a Cerezo de Abajo) y en la SG-615 (de Navacerrada al límite con la Comunidad de Madrid).
Todos estos percances se concentraron en agosto, un mes en el que hay mayor número de desplazamientos en coche por las vacaciones veraniegas; o en octubre, que coincide con el inicio de la temporada de caza. De ahí que las cifras de atropellos se disparen de forma significativa a finales de año. No obstante, el trasiego de la fauna salvaje es más intenso en la primavera por la búsqueda de alimento, por lo que tanto abril como mayo fueron meses de récord en 2023 al superar el centenar de incidentes.
El listado de especies con mayor siniestralidad lo completan los perros, con 27 accidentes; los zorros, con 23; y el vacuno, con 14. El resto de animales, ya sean silvestres o domésticos, está por debajo de la decena. Sobresalen las ovejas, caballos, aves, cabras o tejones. Los atropellos a ciervos, conejos, liebres o gatos son mínimos, aunque cabe resaltar que no todos los conductores llegan a dar parte del siniestro, por lo que la cifra real podría ser mucho mayor.
Hay seis casos en los que incluso no ha sido posible identificar el animal que ha causado el percance. A su vez, en la estadística de la DGT del último ejercicio cerrado no hay constancia de incidentes de circulación que tengan cerdos o gallinas involucrados. En lo que respecta a los daños personales que se han producido a raíz de la colisión con mascotas o ganado, destacan los equinos. Ha habido tres víctimas por el choque de sus vehículos con caballos, burros o similares, pero no han precisado de hospitalización.
A diferencia de los siniestros con animales silvestres, los que tienen como protagonistas a las especies domésticas no siguen una tendencia concreta. No hay un periodo del año que favorezca la invasión de la vía, pero sí que suelen concentrarse en los mismos puntos, en los que hay más explotaciones agrarias (como es la falda de la sierra) o en pleno casco urbano de los municipios.
De las siete colisiones que se han registrado entre coches y caballos, tres de ellas se han saldado con heridos. Los puntos en los que se localizaron estos accidentes son la carretera de Robledo, la que va del Real Sitio de San Ildefonso a Torrecaballeros y en la N-110 a su paso por el término municipal de Cerezo de Abajo, donde también se produjo un atropello a una vaca que requirió la intervención de los equipos médicos. El organismo de Tráfico contabiliza a su vez un choque con una oveja que resultó con víctimas, aunque carece de datos sobre su localización.
Las carreteras que revisten mayor peligrosidad son las que transitan por el medio rural. Los pequeños municipios con un padrón inferior a los 5.000 habitantes concentran nueve de cada diez accidentes de tráfico provocados por animales. En relación a los pueblos con una demografía superior a este umbral, sobresale Cuéllar, que tuvo que atender 43 siniestros el año pasado. Está seguido de Segovia capital y sus barrios incorporados, con 38; del Real Sitio de San Ildefonso, con 21; El Espinar, con 15; y Palazuelos de Eresma, con solo dos.
Las autopistas y autovías únicamente contabilizaron 62 percances con animales, lo que constituye apenas un 6% del recuento total, siendo la A-1 la que arroja datos más alarmantes, sobre todo en los tramos que transcurren por Carabias y por Castillejo de Mesleón. Este tipo de siniestros también son numerosos en la A-601, con independencia del punto kilométrico; e incluso en la AP-6 o SG-20, a escasos metros de la ciudad de Segovia.
Si se observa el mapa, hay grandes fluctuaciones dependiendo de las zonas. Por ejemplo, la N-110 que bordea la sierra vuelve a batir récord de avisos por invasión de la calzada por parte de animales -sobre todo jabalíes- al acaparar el 18% de los accidentes. Por debajo queda la SG-205, con 85 siniestros, donde es más habitual la aparición de corzos, y lo mismo sucede en la CL-603, que cuenta con 68 denuncias por este motivo. Duplica las cifras del balance realizado sobre la CL-605.
El horario nocturno concentra la mayoría de la siniestralidad tanto con las especies cinegéticas como con el ganado. La caída de los rayos del sol reduce la visibilidad de los conductores, lo que empeora durante la noche y madrugada. Asimismo, ran parte de la fauna es más activa en este momento del día, como sucede en el caso concreto de jabalíes y zorros.
En cualquier caso, los partes por accidentes no dejan de crecer en el conjunto provincial y lo mismo sucede en otros territorios de Castilla y León. Segovia experimenta un incremento de más del 56% en el último lustro y la subida es aún mayor en la comparativa con 2010, cuando se apuntaron 290 colisiones. Esto ha llevado a la Jefatura Provincial de Tráfico a mostrar su «preocupación» por esta situación en sendas ocasiones.
Es una inquietud que ha llegado al seno de la Administración regional, ya que la Junta declaró recientemente la emergencia cinegética en Segovia, además de en otras provincias como León, Palencia, Salamanca y Ávila. Esta iniciativa persigue reducir las poblaciones de jabalí y ciervo para aminorar los daños que la gran densidad de ejemplares provoca en zonas de cultivo, pero también para disminuir el riesgo sanitario de expansión de enfemedades y de causar accidentes de circulación.
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