![El meta visitante Marcos Cancio lo paró todo.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2025/02/09/balonmano-nava-anaitasuna-tanarro-11-k74E-U230809545560NPG-1200x840@El%20Norte.jpg)
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Marcos Cancio tiene que pararlo todo para que el Anaitasuna someta al fin a un Nava respondón que peleó hasta el final, pero murió en la orilla. Así termina el partido, con el asturiano sacando el último ataque local, una buena jugada de pizarra que ... ejecuta Mario Nevado. Tras la bocina, los segovianos reconocen la exhibición sin parangón de su verdugo, alguien que paró penaltis a cinco lanzadores distintos y que retrasó una y otra vez la remontada. Así resolvió el duelo de porteros con Matheus Buda, el brasileño que debutaba con el Nava, empezó frío y terminó luciéndose. Gracias a él, los suyos acabaron con un parcial de 4-0, pero les faltó un gol para puntuar en un estreno de la segunda vuelta que prolonga la inercia de diciembre y rebaja unas décimas su cotización para luchar por Europa.
El primer lanzamiento que enfrentó Buda –Martins en su camiseta– fue un siete metros de Mikel Redondo tras un doble golpetazo a Isaías Guardiola: el que le desplazó al área y el de Ganuza, que aterrizó casi en su cabeza. Aún tuvo que recoger tres veces el balón de su portería antes de que Dani Pérez estrenara el marcador local, con 0-4 y más de cinco minutos transcurridos.
Balonmano Nava
Matheus Buda, Luis de Vega, Borja Méndez (1), Isaías Guardiola (2), Alfredo Otero, Dani Pérez (5), Lautaro Robledo (1), Mario Nevado (6), Pancho Ahumada (1), Gonzalo Carró (4), Sasha Tiumentsev (4), Adrián Nolasco (1), Óscar Marugán (1), Gedeón Guardiola (1), Nicolás Bonanno y Pablo Herranz.
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Anaitasuna
Martín Ganuza (3), Alonso Moreno (2), Samuel Pereiro (5), Aitor García (2), Xavier González, Mikel Redondo (2), Adrián Ortiz (2), Pablo Itoiz (1), Aitor Albizu (4), Oleg Kisselev, Pablo Castro, Julen Elustondo, Marco Moreno (4), Nicolás Zungri (3), Marcos Cancio y Daniel Santamaría.
Parciales: 0-3, 4-6, 6-9, 8-13, 10-16, 14-17 (descanso), 16-21, 18-22, 21-25, 23-26, 25-28 y 27-28.
Árbitros: García del Salto y Huertas Herrador. Señalaron una exclusión a los locales y seis a los visitantes.
Incidencias: Guerrer@s Naver@s. Lleno.
Empezó mejor el Anaitasuna porque sorprendió con su fluida circulación y una ejecución sobresaliente de sus finalizadores, gene como Redondo, que alternaba un tiro rápido, casi nada más saltar, con una parábola impoluta. El Nava se mantenía a una distancia prudencial con los goles de Nevado –se sacó un tiro en apoyo que botó dentro tras limpiar las telarañas del larguero– y alguna jugada pícara como la de Carró, que recibió en seis metros y aseguró el contacto con el defensor que estaba dentro del área para forzar el penalti antes que buscar portería. Porque el otro factor X ya estaba sobre la mesa, Cancio, el portero que había cogido la matrícula a todos, desde Méndez a los extremos. Llegó al ecuador del primer acto con un 50% de paradas y acabó en un 38,6%, según la Asobal.
El Nava dio un paso adelante en defensa, cortó esa circulación alegre y generó pérdidas, pero no redujo su déficit por sus fallos en la finalización. Tanto Ahumada como Pérez sumaron dos tiros seguidos a la madera; llegó un momento en el que el púbico no se creía tanto palo y emitió un runrún. Algún rechace como el que embocó el pivote Aitor García –cazándola con una mano y soltándola a la remanguillé en el mismo movimiento– y dos contras de Ganuza colmaban la paciencia de Álvaro Senovilla, que pedía el tiempo muerto con 8-12 y relevaba a Buda, que solo había parado uno de 13 tiros.
Luis de Vega tampoco cambió el sino de los acontecimientos –solo tocó un balón en los últimos diez minutos de la primera parte– ante un rival que estiró la brecha al +6 gracias a la frescura de tanta rotación. Buscando respuestas, el Nava encontró al canterano Otero, que asistió a Robledo tras una buena percusión y forzó un siete metros. Así se agarró un equipo que limitó daños con un par de exclusiones de Anaitasuna y redujo a tres el déficit en el intermedio (14-17) tras dos goles a puerta vacía desde campo propio; el segundo lo marcó Gedeón casi sobre la bocina.
Zungri resolvió en inferioridad el primer ataque navarro del segundo tiempo –aún en inferioridad– con Buda de vuelta al arco, pero el brasileño no tardaría a hacer su carta de presentación, negando una transición de Albizu levantando el brazo derecho. El Nava se acercó con dos goles de Nevado –el segundo, precioso, a pie cambiado, soltándola rápido ante Oleg Kisselev, un ex de los segovianos–, pero Cancio no toleraría remontadas: paró una contra a Pancho que valía el -2. También había tomado la matrícula a Herranz y negó penaltis a Marugán y Méndez. Bastaron dos buenas finalizaciones de Marco Moreno, que la cruzó primero a la escuadra mientras se caía y ganó después en velocidad a Carró tras un golpe franco, para que el Anaitasuna recuperara el +6 a cuarto de hora del final.
Reaccionó el Nava con la frescura de Sasha, muy agresivo desde el lateral derecho encarando en carrera, cambiando de dirección. Se asoció con un Buda que empezó a adueñarse de su parcela, parando cada vez más, forzando tiros más ambiciosos de los navarros como la parábola de Albizu, que esta vez repelió la madera. Y llegó otra bola para el -2, pero Cancio se la sacó a Marugán. Lo peor fue que al regreso Ahumada pisó sin querer a Albizu y se hizo un destrozo por determinar en su pierna derecha. Cancio aún pararía dos penaltis más, a Pérez y a Robledo, y pareció cerrar la contienda con un +5 a seis minutos del final (23-28).
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Pero no. Buda dijo que, para portero, él, y no encajó un gol más. Le sacó dos contras a Albizu y refrendó el mensaje tirándole al suelo mientras recogía el esférico, vestido de otro. El Nava resolvió ataques con Carró, el más acertado, el más enérgico. Encendió a la grada con el -2 y asistió al pase de la noche, el de Buda, haciendo pinitos de fútbol americano en la noche de la Superbowl para conectar con Pérez y poner el -1. Paró el último ataque navarro, en pasivo, pero no pudo hacer más. Cancio tuvo la última palabra.
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