El arreglo de puertas, grietas y humedades, principales demandas de los colegios de Segovia

La lista recoge las demadas de ocho centros escolares de Segovia. «Está realizada en diciembre, pero quizá haya que actualizarla con vistas al próximo Consejo Escolar, porque puede que hayan surgido nuevos problemas u otros se hayan solucionado, que lo dudo mucho»., advierte Las goteras, los desconchones, las humedades, las grietas o el mal estado de puertas y ventanas son algunas de ellos. El tiempo pasa y los edificios envejecen por el uso. Es inevitable.

El centro que más intervenciones precisa es, según las ampas, el CEIP Domingo de Soto, situado en la plaza del Doctor Laguna. Para empezar, la temperatura en las aulas no es adecuada. En invierno, curiosamente, hace mucho calor, hasta el punto de que es necesario abrir las ventanas. Por otra parte, hay una gotera en el pasillo de la primera planta, desconchones por humedad en el cuarto de la caldera y en el vestuario del personal de limpieza, así como en las paredes, el suelo y los paramentos de los patios, deterioros en puertas de aluminio y ventanas... También las puertas de acceso al colegio necesitan una renovación, y se precisan rampas para facilitar la accesibilidad en varios puntos del centro, entre ellos el patio. Los suelos requieren asimismo un repaso porque hay baldosas que se mueven.

El colegio Fray Juan de la Cruz (Aneja) precisa de arreglos en los patios y en los suelos, y el gimnasio se inunda cuando llueve. «Necesitamos bancos en el exterior para que los niños puedan merendar o charlar sentados (ahora se tienen que sentar en el suelo), así como un techado o espacio oficial dentro del colegio para dejar aparcadas bicicletas, patinetes y los carritos de los niños de la clase de dos años. La movilidad verde debe pasar por hacerla viable para las familias porque no hay sostenibilidad sin conciliación», subraya el ampa del centro.

Los colegios de Nueva Segovia, el CEIP Elena Fortún y el CEIP Nueva Segovia, tienen sus propias demandas: en el primero, hay que arreglar la verja y en el segundo, la lona del arenero, que constituye un verdadero peligro. En el colegio El Peñascal, un árbol está a medio caer desde hace tiempo. La dirección lo ha señalizado con cinta, pero el riesgo para los escolares sigue ahí. Por su parte, el CEIP Carlos de Lecea lleva años pidiendo unas mesas tipo picnic, unos bancos en el patio y un techado para que los alumnos puedan refugiarse los días de lluvia.

El director provincial de Educación, Diego del Pozo, recuerda la obligación que los ayuntamientos tienen para acometer este tipo de obras, sin perjuicio de que haya casos en que sea necesario que la Junta de Castilla y León eche una mano y financie la obra por ser demasiado costosa o en que haya que acometer intervenciones estructurales. «La Ley de Bases del Régimen Local atribuye a los ayuntamientos el mantenimiento de los centros escolares, que son de titularidad municipal. Los edificios se deterioran y no se puede estar quince o veinte años sin invertir un solo euro y luego pretender que se arreglen solos. Hacen falta inversiones anuales y permanentes. No todos los ayuntamientos descuidan estas obligaciones porque los hay que se lo toman en serio, tienen partidas anuales consignadas de antemano y sus colegios están perfectamente», señala Del Pozo.

El concejal de Obras del Ayuntamiento de Segovia, Miguel Merino, entiende la «inquietud» que las ampas sienten cuando se habla de competencias, pero considera que el Consistorio cumple con su deber y hace «todo lo posible» por acometer las obras de mantenimiento y conservación que la ley le asigna.