Amanda Merino Pelaz gana el primer Premio de Arqueología Tomás Calleja
La convocatoria tiene como objetivo apoyar a los jóvenes que hacen sus trabajos de fin de grado o máster en el campo de la arqueología
Pedraza ha acogido la entrega de los galardones a los premiados en la primera edición del Premio de Arqueología Tomás Calleja, que reconoce los trabajos de fin de grado o máster de jóvenes arqueólogos que estudian en universidades de Castilla y León o Madrid. El primer premio ha recaído en el trabajo 'Análisis multicriterio del potencial arqueológico del interfluvio Eresma-Riaza (Segovia)', de Amanda Merino Pelaz (Universidad Complutense), mientras que el titulado 'Monedas de base cobre de la villa romana de Matabuey (Nava de la Asunción, Segovia): restauración, conservación y análisis numismático', de Francisco del Peso Rosado (Universidad Autónoma de Madrid), ha sido merecedor del segundo.
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Diez son los trabajos que han concurrido en esta primera edición, dedicados a bienes arqueológicos del territorio castellano y leonés, como exigen las bases. De todos ellos, el jurado destaca la visión amplia, multidisciplinar y trasversal de la arqueología actual que aportan, que integra no solo la investigación de campo, sino también la restauración de bienes, el estudio analítico, la puesta en valor y la difusión. En línea de lo que la sociedad pide hoy a esta ciencia.
La selección de los premios se hizo por el método de «pares ciegos», evaluando cada miembro tres trabajos. El jurado ha valorado aspectos como la innovación, la originalidad, la redacción y claridad expositiva, además de la metodología, los recursos bibliográficos y técnicas utilizados, la documentación y los resultados originales. «Como segoviano y catedrático de Arqueología, me he sentido muy satisfecho con el premio por la variedad de los trabajos, que hacen mención a una arqueología muy multidisciplinar y con ópticas distintas, así como con el nivel y la calidad de los diez trabajos presentados en esta primera edición», señala Joaquín Barrio, catedrático de Arqueología y Conservación-Restauración del Patrimonio Arqueológico y presidente del jurado.
Tomás Calleja
La idea de crear este premio nació de la propia familia de Tomás Calleja, ya fallecido. Maestro e inspector de Educación durante años, Calleja siempre mostró gran interés por la arqueología. La colaboración de las universidades de Madrid y Castilla y León y de la Fundación Villa de Pedraza hizo posible el premio, que surgió con el objetivo de apoyar a los jóvenes que hacen su trabajo de fin de máster o grado en el ámbito de la arqueología y que dan sus primeros pasos en la investigación. La entrega tuvo lugar en la antigua iglesia de Santo Domingo de Pedraza.
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