Álvaro Martín, David Rico, El Fresno y La Peguera, mejores belenes de la comarca

Martín detalló que su belén es hebreo, al igual que sus montajes anteriores, aunque «nunca tiene que ver un año con otro». Ese es el empeño que pone, que nunca se parezca al de la edición anterior. El vecedor del concurso lleva unos quince años creando el nacimiento que queda expuesto en la iglesia de Dehesa de Cuéllar. El autor ha estado en torno a mes y medio inmerso en la realización de un montaje que ya han podido ver unas 400 personas llegadas de distintos puntos del país, como Murcia, Valencia o Sevilla. «Ese es el mayor premio, que venga gente y te reconozca tu trabajo», confiesa el ganador.

Por otra parte, el jurado decidió que el mejor belén artesano fuera el del cuellarano David Rico. Este premio está dotado con 100 euros. El joven sorprendió con una composición simple pero llena de bellos detalles, con dos especialmente destacables: la creación de un pinar autóctono y la inclusión de peces vivos en un pequeño estanque.

El gato al agua en la categoría del mejor belén de grupo, asociación o parroquia fue para la Asociación Cultural El Fresno, de Fresneda de Cuéllar, que recibió un los 200 euros del reconocimiento por una creación realizada por los vecinos de la localidad que, según el jurado, destaca por el nivel de detalle en cada una de sus partes y la gran labor de una asociación que, con los recursos limitados, ha logrado un resultado final de gran calidad.

Finalmente, el premio al belén más original recayó en la Asociación La Peguera, de Zarzuela del Pinar, que recibió 100 euros por una instalación realizada únicamente con pan en todas sus variedades. El jurado quiso destacar también la creatividad de otros belenes originales, como los de los colegios de Cuéllar, pero destacaron el de Zarzuela teniendo en cuenta que para su realización únicamente se utilizó pan salado de distintas clases para «formar así algo nunca visto».

Dada la dificultad de fallar los premios ante el alto nivel de los belenes, el jurado también concedió dos menciones especiales, de 60 euros cada una, a Álvaro Herguedas, por su elaboración artesana cuidada al detalle con la inclusión de varias figuras infantiles, reseñables por su belleza y aportación a la visión de conjunto del belén; y a la parroquia de Santa María Magdalena de Gomezserracín, por su participación por primera vez en el certamen tras fundar un grupo de belenistas.

El jurado, formado por la concejala de Educación del Ayuntamiento de Cuéllar, Raquel Gilsanz; la gerente de la Comunidad de Villa y Tierra, Elena García; y la periodista Chantal Núñez, como representante de los medios de comunicación locales, visitó los diecinueve belenes participantes durante las pasadas navidades, tras lo cual deliberó y emitió el fallo del concurso con un ganador por cada categoría establecida y dos menciones especiales.

Los miembros del jurado destacaron que «el arte del belenismo vive una etapa de crecimiento y cada vez son más los colectivos que se animan a realizar sus composiciones, hecho digno de reconocimiento que también se quiere fijar como objetivo de este concurso», señalaron. Asimismo subrayaron la gran participación de asociaciones y parroquias de toda la Comunidad de Villa y Tierra, puesto que han concurrido municipios de las provincias de Segovia y Valladolid, como Montemayor de Pililla, Fresneda de Cuéllar, Gomezserracín, Zarzuela del Pinar, Dehesa de Cuéllar y Navas de Oro.

Así, el jurado reconoció el esfuerzo de colectivos y particulares y resaltó el fomento del asociacionismo en la comarca que subyace de estas creaciones e iniciaitvas, lo que a su vez insufla más vida a estos pueblos, que, «gracias a contar con belenes, además de sumar actividad a su núcleo, han logrado captar visitantes y ser un punto de referencia dentro de la ruta de la provincia de Segovia».

El jurado también animó a continuar esa línea ascendente en la participación. Más allá de los galardones, abogó por la creación de belenes como una actividad que pase a formar parte de la vida de los municipios. Por otro lado, el jurado ensalzó la labor de la Asociación Cultural Belenistas de Cuéllar, a la que reconoció el esfuerzo de los miembros de la organización, que, según señalaron es «un referente para aquellos que se están animando a comenzar en este arte».

Los promotores apuntaron la necesidad de adecuar las categorías del concurso. Señalaron que las actuales no permiten valorar los belenes con criterios homogéneos, señalando ejemplos como que la categoría de mejor belén se considera demasiado amplia o que los belenes artesanos pueden ser de colectivos.