fernando de la calle
Navalmanzano
Domingo, 5 de julio 2020, 11:15
Navalmanzano dedicó ayer un homenaje a todos los vecinos de la localidad que han fallecido en los últimos meses a causa del coronavirus. Una misa funeral en recuerdo de las dieciséis víctimas de la pandemia en la localidad reunió a familiares, autoridades y ... numerosos vecinos del pueblo, quienes ocuparon todo el aforo permitido en la iglesia parroquial. El Ayuntamiento instaló varios altavoces en las inmediaciones del templo para que los vecinos que no pudieron o no consideraron oportuno acceder al interior pudieran escuchar el oficio religioso. «No lo hicimos antes porque durante el estado de alarma no se podían celebrar actos religiosos. Los vecinos del municipio tenían que despedirse y los familiares también. Tomamos nosotros la iniciativa para hacer una misa común, aunque ya los familiares han ido haciendo sus propias misas, pero creo que dada la repercusión negativa que ha tenido esta pandemia en un municipio como Navalmanzano, de poco más de 1.000 habitantes, teníamos que hacer algo. Quedarnos a un lado no me parecía lo correcto y hemos tratado de hacerlo con el mejor gusto posible y esperamos no haber atentado ninguna susceptibilidad», señaló el alcalde de la localidad, Pablo Ángel Torrego, poco antes de comenzar el acto.
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«A la misa se ha invitado a todos los vecinos y especialmente a los familiares de los fallecidos. Hablé con el párroco, don José María, y lo coordinamos entre él y yo con la ayuda de los concejales», señaló el regidor, quien no puede dar con exactitud los casos de afectados por el virus en Navalmanzano, «por la confidencialidad médico-paciente y porque pertenecemos a la unidad médica de Carbonero el Mayor ,que agrupa a numerosos pueblos. Pero sí puedo decir que en el cementerio hemos tenido dieciséis fallecidos y algunos hijos del municipio que estaban fuera. La mayoría habrá sido por la covid-19 y otros por la desatención sanitaria que ha habido. Si en la provincia de Segovia hubiéramos estado preparados, podrían haber mermado los fallecidos», opina el alcalde.
En su homilía, el pá rroco destacó que «el pueblo ha sufrido la muerte de muchos paisanos, a los que no hemos podido despedir como se merecían, ni acompañar a las familias en momentos de sufrimiento, un dolor que para los familiares de los fallecidos ha llegado a ser insoportable por no haber podido estar cerca de ellos, por no haber podido despedirlos con un beso o dándoles la mano».También recordó que él mismo ha sufrido la pérdida de familiares, amigos y de cinco sacerdotes, «El virus sigue entre nosotros, por lo que hay que continuar medidas, ser responsables por nosotros y por los demás».
Al finalizar el acto, tras unas palabras de pésame del propio regidor de Navalmanzano, varios familiares de los fallecidos mostraron su satisfacción por este homenaje a sus seres queridos desaparecidos. «Nos ha parecido muy acertado porque para nosotros fue muy duro. No pudimos ni despedirnos de mi madre», señaló la hija de una de las primeras víctimas del virus en la localidad.
La salida del estado de alarma está devolviendo rutinas al pueblo, aunque su regidor no quiere olvidar lo duro que fueron los meses de confinamiento. «Como alcalde, solo puedo decir que durante los meses que hemos estado confinados, cada vez que oíamos doblar las campanas de la iglesia, se nos encogía el alma y sabemos que el ánimo de las familias ha quedado muy mermado. Ahora, nosotros solo podemos intentar seguir dando los servicios que ya da el Ayuntamiento e intentar prestar el consuelo que se pueda. Ha sido una prueba muy dura y este es un municipio que, como muchos otros castellanos, tiene una población muy envejecida».
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Pablo Torrego también se siente muy orgulloso de sus convecinos por la conducta que han mostrada durante estos últimos meses. «Si tuviera que poner una nota del uno al diez a la gente de Navalmanzano, les pondría un doce, porque la carga anímica que han tenido y la entereza y nobleza que tiene la gente de este pueblo, unido a cómo han sabido llevar las cosas, hacen que cada día me sienta más orgulloso de ser alcalde y pertenecer a este pueblo».
Pablo Torrego es consciente de que la verdadera nueva normalidad aún tardará en llegar y, por cautela, han tomado algunas medidas que, según afirma, harán que este verano sea atípico, como no abrir las piscinas municipales. Se seguirán a rajatabla las recomendaciones de la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Segovia. «Quiero pedir a los vecinos que sigan ahí, tienen que ser los centinelas de todo esto, porque entre todos podemos», subrayó el regidor.
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