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Carmona celebra con los brazos en alto la permanencia del equipo en Segunda Federación.

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Carmona celebra con los brazos en alto la permanencia del equipo en Segunda Federación. Juan Martín (Gimnástica Segoviana)
Fútbol

Alivio final ante la temporada más exigente

Lejos de la euforia de otros hitos, jugadores y responsables de la Segoviana destacan la importancia de lograr la salvación

Quique Yuste

Elda (Alicante)

Domingo, 22 de mayo 2022

Apenas dos minutos después del pitido final, tendido sobre el césped y con varios compañeros encima, Manu, el capitán y héroe de la Gimnástica Segoviana en Elda, ya respiraba tranquilo este domingo. «Estabais 'cagaos'. No creíais ninguno», decía desde el suelo recordando los minutos de dudas de la segunda parte. Incertidumbre que el capitán despejó con el segundo gol, el más importante de su carrera y uno de los tantos que pasará a la historia de la entidad azulgrana. «Llevaba desde 2015 sin marcar un gol».

Manu, profesor de profesión, pedía sobre el césped no tener que acudir este lunes a clase. Ya preveía el de Riaza que recuperarse de la tensión vivida durante las últimas semanas va a ser cuestión de días.

De ahí que, a diferencia de otras citas históricas para la Segoviana, las caras de sus jugadores al finalizar el encuentro fueran más de alivio que de otra cosa. Porque la permanencia, jugar una temporada más en Segunda Federación, no supone otra cosa que hacer los deberes. Cumplir con el objetivo. Alcanzar una meta que durante buena parte de la temporada se pensó que era inalcanzable.

«Es un desahogo tremendo; solo los que han estado cerca saben lo que hemos sufrido esta temporada»

Rubén

Jugador de la Segoviana

Como el que termina de pagar la hipoteca tras años y años de pagos religiosos de cuotas mensuales, los jugadores de la Gimnástica Segoviana no ocultaron su alegría por quitarse el peso de encima que ha lastrado sus pensamientos durante los últimos meses. De ahí los innumerables abrazos y cánticos. Pero no eran de euforia. Eran de alivio.

Comunión azulgrana

Tras un primer momento de éxtasis colectivo empañado por un amago de trifulca con el equipo catalán, pronto la plantilla de la Segoviana celebró la salvación con su gente. Era lo que requería la ocasión porque, en gran parte, la permanencia también es de la afición gimnástica.

Bajo el intenso calor de Elda, plantilla, cuerpo técnico y afición se fundieron para festejar juntos que, por primera vez en la historia, la Gimnástica Segoviana había conseguido la permanencia en la antigua Segunda División B. Un logro especialmente valorado por la gente de la casa. Manu, Dani Arribas o Rubén, que acumulan ya más de un decenio de éxitos y desilusiones en la entidad azulgrana, reflejaban en su rostro la importancia de permanecer en Segunda RFEF. Evitar el infierno de Tercera merecía celebrarlo, de ahí los abrazos con las decenas de aficionados gimnásticos que querían tocar y felicitar en persona al equipo por haber cumplido el objetivo.

«Ha sido una temporada muy irregular; podíamos haber rendido mejor, pero logramos el objetivo»

Manu

Capitán de la Segoviana

En la celebración, Borao y Adrián eran los encargados de poner el punto más desenfadado sobre el terreno de juego. Hubo manteo a Ramsés, ducha a los directivos y la bandera de la Gimnástica Segoviana ondeó en el cielo de Elda para proclamar la permanencia en Segunda RFEF.

Aunque la fiesta siguió en el vestuario, con el paso de los minutos los jugadores fueron bajando las pulsaciones al tiempo que empezaban a asumir, de verdad, que la pesadilla del descenso no se iba a convertir en realidad. Rafa Llorente o Javi Borrego, ya con las gradas del estadio alicantino vacías, fueron dos de los muchos que aprovecharon su primer momento de relajación para compartir su felicidad, a través del teléfono, con esos seres queridos que también han aguantado la dureza de una temporada extrema en el apartado emocional.

Hasta jugadores como Szymanowski, que ha vivido en su carrera ascensos a Primera División, no podía borrar de su cara la sonrisa de haber conseguido dejar a Segovia en la categoría que merece. Más contento que el argentino se mostraba el niño que al final del partido presumía de haber conseguido la camiseta del extremo azulgrana. «Tengo la camiseta de un jugador de Primera», comentaba a un amigo en el túnel de vestuarios.

«Este partido era uno de los más importantes de la historia del club; la salvación es fundamental»

agustín cuenca

Presidente de la Segoviana

Tras el paso por las duchas, los jugadores de la Segoviana fueron desfilando poco a poco hacia el exterior del estadio, donde esperaba parte de la hinchada azulgrana. Otros aficionados gimnásticos, para festejar la permanencia y de paso combatir el intenso calor, ya se había desplazado hasta el bar más cercano, donde también se dejaron ver algunos jugadores dispuestos a tomarse una cerveza como el primer premio por haber logrado la continuidad en la categoría.

Otros jugadores, como Rahim, permanecía sentado durante varios minutos en un bordillo junto al autobús, observando con detenimiento desde un segundo plano la felicidad de la parroquia gimnástica.

Toca descansar

Entre los miembros de esa comunidad azulgrana que viajó hasta Elda destacaron figuras históricas como Asier (que perdió el día de antes la eliminatoria con el Cristo Atlético), Anel o José Antonio Minguela. Los tres contemplaron cómo Agustín Cuenca, el presidente del club, abandonaba el estadio alicantino sin camiseta tras haber sido calado por los jugadores, pero con una cara de satisfacción que era imposible borrar.

Pero el presidente de la Segoviana no era el gimnástico más aliviado durante la tarde de ayer en tierras alicantinas. Hubo uno que todavía celebró aún más que la montaña rusa que ha sido la Gimnástica Segoviana esta temporada haya finalizado en la posición deseada. Ramsés Gil, el técnico del equipo desde hace poco más de dos meses, apretaba el puño en señal de rabia, abrazaba a compañeros y aficionados en señal de agradecimiento por su apoyo y se llevaba continuamente las manos a la cabeza, síntoma del cansancio y la tensión que durante diez semanas acumuló en el mayor reto de su vida deportiva.

«Esto es algo histórico que no se había conseguido antes; era necesario cambiar la historia de una vez»

ramsés Gil

Entrenador de la Segoviana

¿Y ahora qué? Esa es la pregunta que muchos gimnásticos se hicieron tras la victoria frente al Cerdanyola. Descansar. Esa fue la respuesta más repetida por la expedición gimnástica tras la temporada más exigente que se recuerda en los últimos tiempos.

Conscientes de que, como dijo el capitán, «no hay nada que celebrar porque la temporada no ha sido un éxito», sí que es cierto que la Segoviana inicia hoy una aventura nunca antes vivida. Hasta ahora, el club azulgrana no había sido capaz de competir y encadenar una segunda temporada consecutiva en la otrora Segunda División B. Un reto que requerirá una toma de decisiones que tampoco puede demorarse en exceso. Pero tampoco será inmediata. La Segoviana ya respira aliviada. La Gimnástica ya puede descansar.

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