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La marca Alimentos de Segovia nació en 2005. Su finalidad es clara: promocionar la agroalimentación de la provincia. Judión de La Granja, Ajo de Vallelado, Chorizo de Cantimpalo… Aglutina productores — empresas que produzcan, elaboren o transformen en la provincia de Segovia—, establecimientos hosteleros en cuyas ... recetas haya materia prima de estos productores y comercios de alimentación que vendan estos productos. También se incluyen asociaciones que defienden el carácter local de un producto en concreto, como puede ser la Asociación del Judión de La Granja o la Asociación del tomate de Martín Muñoz de las Posadas. La marca Alimentos de Segovia se representa con un sello o pegatina cuyo logotipo ha cambiado a lo largo de los años y que en la actualidad representa un compendio de productores locales que buscan promocionar productos de calidad de la tierra.
Cuando se pregunta a productores cuál es el punto fuerte de este sello todos subrayan lo mismo: promoción. Se organizan diversas acciones comunicativas y eventos donde los productos que portan el sello son los protagonistas. Unos eventos a los que se suman las colaboraciones a nivel cultural, deportivo y social.
En la actualidad, Alimentos de Segovia cuenta con más de 300 socios y en torno a unas mil referencias diferentes de productos. Si bien es cierto que ha tenido un crecimiento un poco irregular a lo largo de los años, en estos últimos tres cursos ha tenido un crecimiento exponencial. Se ha triplicado el número de socios. Es decir, el grueso asociativo se ha incrementado en alrededor de 200 socios desde 2019; la pandemia parece haber acelerado las ganas de formar parte de la marca.
«Nuestro punto fuerte son los garbanzos de Valseca, somos productores y comercializamos bajo la marca, entonces creíamos desde el principio que debíamos pertenecer a Alimentos de Segovia porque no deja de ser una figura de calidad que nos aúna un poco a todos los productos segovianos. Aunque ahora no es una marca de garantía, es una marca comercial», arguye Ignacio Rincón, de La Criba de Valseca —que posee también el identificativo de Tierra de Sabor y de Artesanos Alimentarios de Castilla y León—, y apunta que «se trata de una figura que intenta reconocer el producto de cercanía o de kilómetro cero del que ahora se habla tanto». Ignacio Rincón destaca que el principal apoyo que ofrece la marca Alimentos de Segovia es el publicitario y comercial. «Suelen hacer ayudas comerciales, intentan buscarnos clientes en otras provincias limítrofes. Nos dan visibilidad a empresas pequeñas como la mía que no tienen ni tiempo ni recursos económicos para poder publicitarse todo lo que quisieran».
«Nosotros tenemos varios sellos de procedencia: Artesanos Alimentarios, Tierra de Sabor… y la verdad es que con el que más satisfechos nos sentimos con diferencia es con el de Alimentos de Segovia. Es el que más apoyo nos da», asegura Mateo Sanz, uno de los socios de Cerveza San Frutos. «Es el sello que, de manera natural, es más cercano a nosotros y creo que encima hacen las cosas muy bien y trabajan mucho por promocionar los productos agroalimentarios de Segovia. Se mueven y trabajan». La cervecera ubicada en el polígono de Hontoria exporta una gran parte de su producción fuera de la provincia. «Vendemos mucha cerveza y estamos muy bien considerados fuera de Segovia, pero a nivel local, poco. Nos da pena ver que salen palés para Madrid, Barcelona, País Vasco o para el resto de Europa; y en Segovia el consumo es muy pequeño. Aproximadamente estaremos en que un 15% de lo que producimos se queda en Segovia». Es por esta razón por la que ven el sello con una finalidad clara: Reforzar el consumo de productos locales.
Quesos El Molinero, un negocio artesanal que lleva activo es Espirdo desde 1988, entró en el sello Alimentos de Segovia «hará 5 o 6 años». Su responsable, Jorge Triviño, ve la marca como una forma de «remar todos en la misma dirección» y un «'win-win'» para todas las empresas participantes. «Estar unificados, bajo la misma marca, empresas con mucho más recorrido que la nuestra, por ejemplo, hace que nos beneficiemos de ellos y, proyectos muy locales como el nuestro, también benefician a dichas empresas».La quesería segoviana participa en ferias y catas de la mano de la marca. Desde el negocio afirman que el 95% de lo producido se queda en Segovia y que es gracias a la participación en esas ferias y la promoción que se realiza desde Alimentos de Segovia como se consigue expandir el negocio. «Casi todo va a restauración y muchas tiendas de los pueblos y de los barrios de Segovia. Tiendas de carácter turístico también», afirma Jorge, y añade que «poco a poco los consumidores demandan productos que tengan el sello».
Para la empresa sanchonuñense Huercasa, que factura 50 millones al año y que exporta fuera de España más de un 80% de su producción, la labor comercial y publicitaria que Alimentos de Segovia lleva a cabo no tiene una repercusión notable. «Lo nuestro es otra guerra». Sin embargo, también se animó a formar parte de la marca comercial. «Como empresa segoviana creíamos que debíamos estar en el sello, porque nos parece que es una buena fórmula para dar a conocer los productos y generar una figura de calidad», explica Ana San Romualdo, portavoz de la empresa. Refleja que, para productores pequeños, la ayuda ofrecida por el sello es un «paraguas» que funciona muy bien y será positiva para «hacer crecer el tejido comercial de Segovia». Los vegetales elaborados por Huercasa viajan por toda Europa, Inglaterra, Estados Unidos, Israel… «Por ejemplo, en un supermercado sueco un sello tan local como el de Alimentos de Segovia no tiene la repercusión que tendría en un supermercado de aquí».
Muchos de los productos que tienen el sello Alimentos de Segovia también portan el signo protegido de marca de garantía Tierra de Sabor, similar al primero, pero que embarca a los productos de toda la comunidad. Pero la marca del corazón amarillo —impulsada por la segoviana Silvia Clemente— no tiene nada que ver con Alimentos de Segovia. Es más, el sello oriundo de la provincia es cinco años mayor que el autonómico, que nació en 2010.
Alimentos de Segovia organizó ayer la segunda edición de su feria «propia». Un lugar de encuentro para los productos autóctonos en el que prima la promoción local de cara a fomentar el consumo de los llamados productos de kilómetro 0 —los elaborados a menos de 100 kilómetros del punto de venta— y de esta manera reforzar la labor de los negocios locales. Además de esta feria, Alimentos de Segovia extiende su colaboración a numerosas ferias y eventos vinculados con la agroalimentación a lo largo de la provincia: catas de jamón, como las de Aldeasoña o Cabezuela, catas de queso en Castrojimeno o catas de embutidos en Cabanillas del Monte. Además de colaborar con eventos deportivos como es la marcha ciclista 'VIII MTB Solidaria de la Villa de Sepúlveda' o la carrera pedestre 'Descubre el Camino' celebrada en Espirdo. Expandirse fuera de los límites provinciales también es otro de los objetivos. Por ello sus representantes acuden a eventos como la feria del sector agripecuario Salamaq o la feria que se organiza en torno al queso en Zamora.
Producir, elaborar o transformar; destacando la 'o' intercalada, ya que hay agricultores que producen alimentos de la tierra, como el garbanzo de Valseca o el Judión de La Granja, pero hay otros productores, como una empresa de ahumados de pescado en Sangarcía, que obviamente usan un producto que no procede de Segovia. Pero lo transforman en la provincia de Segovia; hacen el ahumado y los marinados. Por ello, ese tipo de productor también forma parte de Alimentos de Segovia.
Cualquier productor que cumplimente una de esas tres condiciones podrá obtener su sello rápidamente. No hay listas de espera, se solicita una serie de documentación y registros sanitarios y directamente se entra a formar parte. Para los establecimientos de hostelería y los comercios de alimentación que quieran formar parte del sello el requisito es más simple: disponer de al menos tres productos de Alimentos de Segovia en su local.
La huerta de cultivo de chiles jalapeños más grande de Europa se encuentra en Segovia. Se trata de la Huerta de la Retamilla que también es socio de Alimentos de Segovia. ¿Quién iba a pensar que en Segovia se cultivaban chiles? Pues este negocio produce muchas variedades de chiles mejicanos y los distribuyen a los restaurantes de alta cocina de todo el país. También hay productos de la provincia de Segoviaque llevan la marca fuera de España y comienzan a sentar las bases de un sello identitario cuyo reconocimiento fuera de las fronteras crece. Es el caso de Huercasa o Cárnicas Tabladillo, empresas con un volumen importante de exportación.
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