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Por la izquierda, Karla Meneses, Beatriz de Andrés y José Emilio Blanco, becados por el Instituto de la Cultura Tradicional. A. de Torre
La alimentación, los estandartes y las plantas como guías de la identidad segoviana

La alimentación, los estandartes y las plantas como guías de la identidad segoviana

El Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero entrega as tres becas de estudio e investigación

Lunes, 28 de mayo 2018, 15:10

El Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero ha entregado este lunes las tres becas seleccionadas para que sus autores indaguen en la identidad de la provincia segoviana a través de disferentes ventanas abiertas a la investigación. Cada estudio contará con 8.000 euros que aporta la Diputación y un año para el desarrollo hasta su publicación final.

Karla Meneses, Beatriz de Andrés y José Emilio Blanco firmarán los trabajos becados. Por primera vez desde que se pusieron en marcha estas ayudas en 2014, los estudios tratarán temas escogidos específicamente por cada uno de los tres autores. Los tres contribuirán a su manera a sacar a la luz y analizar aspectos de la tradición, de las costumbres y de la genética cultural y patrimonial de los municipios de la provincia, han destacado los responsables de la institución provincial.

Así, el trabajo de Karla Meneses, titulado 'Ajos, vírgenes y ofrendas', va a profundizar en la antropología de la alimentación para tratar de desvelar cómo los alimentos han ayudado a la construcción de identidades. La investigadora se va a fijar en la Fuencisla y San Frutos y en el protagonismo alimentario presente en las diferentes expresiones religiosas de veneración que se profesa.

«Este trabajo surge de concebir el hecho alimenticio como un hecho social»

karla meneses, investigadora

«Este trabajo surge de la convicción personal de concebir el hecho alimenticio como un hecho social», ha declarado la becada. Meneses pretende indagar en las manifestaciones y comparar ambas festividades para también intentar «construir un recorrido histórico de la participación de la alimentación y de la cocina en la creación de una memoria útil para definir a su vez distintas culturas y las identidades de las comunidades».

Por su parte, Beatriz de Andrés ha conseguido al beca gracias a su propuesta inspirada en conseguir la conservación y la difusión de aspectos de la vida tradicional segoviana. Tras recibir el acicate para su trabajo, la investigadora ha esbozado la intención de demostrar con su estudio «cómo la construcción de identidades a partir del estudio de la cultura material, hacen de una sociedad, de sus usos y costumbres, de sus ritos y creencias, de sus relaciones de poder a lo largo de los siglos, una forma de manifestarse».

«El estudio de la cultural material deriva en la simbología de estandartes o pendones que llevan ligados una impronta representativa»

beatriz de andrés, investigadora

En el caso concreto de su investigación, esa materialización se observa en la simbología en estandartes, pendones, banderas o escudos. Para Beatriz de Andrés, este imaginario está ligado a la impronta representativa de un pueblo y de una realidad. De cada vestigio se hará un estudio que incluirá varios aspectos y que se vincularán a otros como la demografía.

El tercer trabajo becado se centra en la etnobotánica de la provincia. De hecho, como ha expuesto José Emilio Blanco, consiste en dar continuidad y acabar una obra que publicó hace veinte años gracias a la antigua Obra Social y Cultural de Caja Segovia. Su 'Diccionario de la etnobotánica' es un estudio inconcluso al que ha de añadir y completar con la multitud de notas, datos y descubrimientos que ha ido haciendo hasta ahora.

Blanco ha explicado que esta continuidad del estudio viene en buena parte propiciada por el conocimiento más detallado y amplio que ha obtenido de la zona norte de la provincia, que «a pesar de su aparente monotonía, ofrece una profundidad para el estudio muy grande».

«Hay una última generación de personas que vivían en y del medio natural»

josé emilio blanco, investigador

El estudioso va a focalizar su trabajo en tres comarcas: el Parque Natural de Riaza; la de Riaza Pueblo y la sierra de Ayllón , y la de secano, con los campos de cereal. En sus años de observación y de tomar notas, también ha destacado la fabricación de puentes en madera de enebro, «auténticos monumentos etonográficos». Asimismo, llama la atención sobre las colmenas silvestres formadas en árboles de la comarca de Riaza, así como la recolección de colmenas en la zona de Sepúlveda, «que es algo que proviene del Neolítico».

Hacer un museo

Por todo eso, y sin querer caer en el dramatismo de la desaparición de oficios y de las personas que los encarnan, su trabajo también coloca el foco en la última generación de personas que vivía en y del medio natural. Blanco incide en que la investigación no está únicamente motivada en reflejar curiosidades, sino que pretende «tener una proyección de futuro por el conocimiento de la naturaleza», al que se puede emparentar con conceptos tan actuales como la agricultura ecológica o la sostenibilidad.

De hecho, la idea final que baraja desde hace tiempo el estudioso es la de crear un museo en la localidad de San Martín y Mudrián que recoja y exhiba todos los conocimientos acumulados en estos decenios de investigación.

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