Alegría en tiempos extraños y complejos

Los premios De Pura Cepa nacen con el objetivo de reconocer todo lo bueno de esta tierra a la que tan íntimamente está ligada El Norte de Castilla. Su creación obedece a la necesidad de llevar alegría en estos tiempos tan extraños y complejos y pretenden consolidarse como unos galardones que sirvan para incentivar a la sociedad segoviana.

Cinco son las categorías del certamen. La primera, que da nombre a los galardones, es el premio Segoviano de Pura Cepa, que persigue reconocer la labor de impulso sostenida en el tiempo en favor del desarrollo de Segovia, con la distinción a la persona física o jurídica que sea referente en su entorno y ejemplo de vida, dedicación, trabajo o acción. El doctor Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos, reúne esas condiciones para haberse hecho acreedor al galardón, porque encarna los valores de independencia y profesionalidad en los momentos complicados que vivimos.

En la categoría de empresa se ha buscado premiar la actividad industrial o comercial que favorezca el desarrollo económico y social de Segovia. El galardón a Drylock, empresa de pañales e higiene femenina, es incontestable. Nacida hace tan solo dos años, la compañía ha conseguido generar 170 empleos en el escaso tejido industrial segoviano y prevé llegar a dos centenares de puestos de trabajo a principios del año próximo. En su favor también ha pesado la puesta en marcha de una línea de fabricación de mascarillas con una alta producción.

El premio sociocultural, que valora las acciones de organizaciones o personas que acrediten un notable compromiso social, ha recaído en el Banco de Alimentos, una organización formada por voluntarios, muchos de ellos personas mayores, y que es hiperactiva y más en estos tiempos del coronavirus. Su solidaridad con quienes son más vulnerables en esta crisis sanitaria es inequívoca, con su presidente Rufo Sanz a la cabeza.

El deporte segoviano tiene un referente indiscutible en David Llorente. El piragüista de Palazuelos de Eresma es la gran apuesta para que Segovia pueda tener por primera vez un medallista olímpico. Los Juegos de Tokio, aplazados al año próximo, es la gran cita que esperan todos los segovianos para animar a su deportista más internacional. En la concesión se ha tenido en cuenta los éxitos alcanzados y el enorme potencial de futuro del segoviano.

El dinamismo y la apuesta por el asentamiento de población son los valores que han influido para otorgar el premio Pueblo del Año a la pequeña localidad de Fuenterrebollo, en la comarca de Cantalejo. Entre 208 municipios, este representa el espíritu de la provincia para combatir esa otra pandemia que nos golpea desde hace años y que tiene el nombre de la despoblación, de la España vacía.

El nacimiento de los premios De Pura Cepa ha sido singular por las circunstancias. Y su espíritu es continuar muchos años inoculando el virus del reconocimiento a los segovianos.