Secciones
Servicios
Destacamos
Las reses de la ganadería toledana de Alcurrucén, protagonistas de las carreras por las calles de la villa el pasado jueves, han conseguido el trofeo a la mejor ganadería de los encierros de Cuéllar, un galardón otorgado casi por unanimidad, ya que obtuvo once de ... los doce votos del jurado. Los toros de Alcurrucén protagonizaron un encierro tranquilo por el campo y vistoso por las calles.
El trofeo es una iniciativa de la Asociación Encierros de Cuéllar que tiene por finalidad la mejora de la organización de los encierros. Su objetivo es premiar a la ganadería que aporte el mejor encierro de ganado bravo dentro de cada ciclo anual, para lo que cada año se invita a participar a representantes de distintos colectivos involucrados de una u otra forma en el desarrollo del encierro. En las bases del trofeo, además de una correcta presentación, se incluye que la mayoría de los ejemplares desarrollen un comportamiento noble en su traslado por el campo Y demuestren bravura y juego interesantes en todo el recorrido urbano del encierro.
Las reses de Alcurrucén cerraron un ciclo que fue analizado en su conjunto y que dejó conclusiones positivas y otras negativas. A pesar de que el grueso de los encierros no se desarrollaron de la forma habitual en la villa, se resaltó como cuestiones positivas el trabajo de la dirección de campo y de algunos caballistas, así como el de los pastores, a quienes se recriminó alguna actuación.
También se puso de manifiesto la apuesta por encastes y ganaderías nuevas y por crear un encierro con mucho prestigio, medidaque se considera sirve para aprender qué es lo mejor para el encierro de Cuéllar. Otras cuestiones, como la ampliación del espacio de suelta, tampoco gustaron. También se resaltó el papel del público, que en su mayoría ha respetado el desarrollo del encierro. En concreto se celebró que no se citase a los toros en las talanqueras, se apoyasen las buenas acciones y se pitasen aquellas en las que se puede ver una agresión a sus encierros.
El cambio en los corrales del río Cega, con una zona acristalada desde la que se pueden ver los astados, recibió críticas positivas si bien en este sentido se apuntaron posibles mejoras, como el cambio de cristales para que las reses no puedan ver a través de ellos, o ampliar el horario de visita el sábado, cuando se crearon largas filas de espera. Una vez más se hizo hincapié en las mejoras en enfermería y el destacado trabajo del equipo médico.
Tampoco faltaron aspectos negativos, marcados por la imposibilidad de parar los toros en el pinar y la rapidez de los trayectos por el campo. Las reses llegaron a la villa cansadas y casi sin fuerzas, lo que impidió bonitas carreras en la mayoría de los días. Se incidió en que cada vez hay más gente en las zonas de riesgo, en muchas ocasiones incluso menores de edad, así como en la necesidad del control de los caballos en algunos tramos, como en la zona de Las Máquinas.
Toros delgados, sospechas de arreglos en las astas de alguna ganadería, la no utilización de la puerta y el corral del embudo, la falta de un protocolo de actuaciones, la necesidad de afianzar los palos del embudo, el número de personas que acompañan el encierro por el campo andando, la falta de control sobre los toros, la falta de control en los templetes de prensa y la necesidad de ampliar la plataforma de Las Parras, fueron otros de los aspectos negativos señalados en el balance, en el que se subrayó el peligro que supone la llegada con antelación de los astados al tramo urbano. En este sentido se apostó por utilizar la puerta y corrales del Embudo o parar más tiempo a los astados, ya que es preferible que el encierro llegue tarde a que lo haga con anticipación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.