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claudia carrascal
Segovia
Lunes, 8 de noviembre 2021, 07:39
Los conductores veteranos partían hace quince años, cuando se implantó en España el carné por puntos, de un crédito de doce puntos. Los noveles con al menos tres años de experiencia al volante disponían de menos margen para la infracción y contaban con ... un saldo de ocho. Una normativa estipulaba los puntos que se retirarían por cada tipo de irregularidad. Esas condiciones, que siguen vigentes desde julio de 2006 aunque con algunas modificaciones, han llevado a muchos conductores a perder el permiso de conducir; pero lo más importante es que han contribuido a mejorar la seguridad vial y a reducir la siniestralidad al volante.
A lo largo de los primeros catorce años de la entrada en vigor de este permiso, en Segovia ha habido 100.372 personas sancionadas debido a 121.000 infracciones que han implicado hasta finales de 2020 la retirada de 367.687 puntos. Los conductores de la provincia que han perdido en una o más ocasiones el permiso de conducir ascienden a 976 y lo han recuperado a través de los exámenes oficiales 1.103, aunque hay que tener en cuenta –según el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor– que algunos han podido examinarse en Segovia aunque procedieran de otras provincias.
La principal causa de la pérdida de puntos es la velocidad. Un tercio de las sanciones son por pisar más allá de lo permitido el acelerador. Desde que se implantó el carné por puntos se han registrado 58.575 infracciones por esta razón, lo que ha supuesto la retirada de 138.000 créditos. Al respecto, el jefe provincial matiza que en las campañas de control de velocidad que lleva a cabo la DGT, está comprobado que en Segovia la velocidad es el doble de la media nacional. Sin embargo, en otros parámetros como consumo de alcohol y drogas la incidencia es menor que en el resto del país.
Pastor explica que, aunque se produzcan menos infracciones por conducir bajo los efectos de la bebida o de los estupefacientes, en proporción se retiran más puntos por estas causas. Esto se debe a que «las sanciones por velocidad no suelen ser graves, se corre, pero normalmente no se llega a velocidades que conllevan pérdidas importantes de puntos; sin embargo, por alcohol y drogas se suelen retirar seis puntos». Por alcohol la DGT ha contabilizado 9.500 infracciones que han supuesto la pérdida de 43.500 puntos; y por drogas hay registradas 2.640 ilegalidades al volante que se han traducido en la retirada de 15.840 créditos. Juntos suponen algo más del 16% de los puntos perdidos en la provincia con este modelo.
El uso del teléfono móvil al volante es el segundo motivo que más puntos detrae del saldo de los conductores. En la provincia, estas denuncias han conllevado 20.360 sanciones y 61.000 puntos menos.
Otro tema que preocupa a la DGT es el uso del cinturón, ya que ha generado en las vías segovianas 11.266 sanciones y la pérdida de 33.789 puntos. «Es un dato curioso porque hace unos años hicimos una encuesta y prácticamente el 100% de conductores y acompañantes reconocían usarlo de forma habitual, también ha aumentado mucho el uso en los asientos traseros hasta superar el 90%, así como los sistemas de protección infantiles», señala Pedro Pastor.
Cuando se hacen campañas específicas para controlar su empleo también hay un bajo porcentaje de infracciones; pero se ha comprobado que aproximadamente tres de cada diez víctimas mortales van sin el cinturón abrochado, lo que demuestra que «es un importante factor de riesgo de muerte y de lesiones graves». Por este motivo, la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, pendiente de aprobación, prevé que se retiren cuatro puntos en lugar de tres por no usar correctamente estos sistemas de seguridad.
El balance de este sistema de puntos es «muy positivo», según el jefe provincial de Tráfico, quien admite que «las expectativas con respecto al permiso por puntos se vieron desbordadas, ya que durante los primeros años el descenso de accidentes y de víctimas superaba el 10% anual». En parte, cree que este éxito se debe a su contribución a generar una mayor conciencia en la ciudadanía, ya que hasta entonces «las cifras de mortalidad en las carreteras eran desconocidas para la sociedad y la gente no era consciente de la magnitud del problema», explica el responsable de Tráfico.
En Segovia, la tendencia es similar a la del resto de España. En 2005, antes de que entrara en vigor el carné por puntos, se registraron 34 fallecidos en accidentes viarios, mientras que en 2020 fueron diez las vidas que se quedaron en el asfalto, lo que supone una caída en quince años superior al 70%. La cifra en 2019 fue inferior con seis muertes. Además, el jefe provincial de Tráfico añade que el mayor respeto a las normas de circulación desde la implantación de permiso por puntos ha provocado un claro descenso de la siniestralidad y la lesividad. En 2020 se registraron en la provincia un total de 226 accidentes en los que hubo algún tipo de víctima, de los cuales 165 tuvieron lugar en vías interurbanas y 61 en las urbanas. Según estos datos oficiales, a los diez fallecidos el año pasado se añaden veinte personas que resultaron heridas graves 258 leves.
Los atropellos son los siniestros más frecuentes en red viaria urbana. Pedro Pastor subraya que para reducir la mortalidad o la probabilidad de secuelas graves en estos casos los límites de velocidad son decisivos. «Si el vehículo circula a 70 kilómetros por hora, es prácticamente imposible que un peatón sobreviva, pero a 30 el pronóstico es mucho mejor», afirma. En cuanto al número de accidentes con víctimas mortales admite que en la provincia «no hay muchos y los que se producen son aleatorios, por lo que es difícil encontrar correlación entre ellos».
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